Hobbes creía que el estado natural del hombre es la guerra de todos contra todos, debido a que los hombres compiten por recursos limitados y desconfían los unos de los otros. Esta desconfianza y competencia genera tres causas de discordia: la competencia por beneficios, la desconfianza que lleva a la defensa, y la búsqueda de gloria. Para escapar de este estado de conflicto permanente, Hobbes argumentó que los hombres deben ceder sus derechos a un poder soberano llamado Leviatán que pueda imponer el orden y la paz.