El documento presenta la ética emotiva, la cual sostiene que los juicios morales se basan en las emociones individuales y buscan influir en los sentimientos de los demás. Según esta perspectiva, los juicios morales no pueden ser verdaderos o falsos ya que dependen de las emociones que evocan en cada persona. Pensadores clave como Hume, Moore, Ayer y Russell contribuyeron a desarrollar esta visión, aunque también recibió críticas como no poder abordar problemas sociales de manera racional.