La lectura científica requiere una lectura más profunda que la lectura común, para extraer las ideas principales y separar lo principal de lo secundario. Se debe aprender a leer entre líneas y utilizar correctamente materiales como libros, revistas, mapas y tablas. Existen diferentes tipos de lectura como la receptiva, que implica agrupar ideas para sacar conclusiones, y la rápida, que busca una visión general sin profundidad. La lectura informativa se usa para periódicos, revistas y novelas de manera rápida y