2. Clase I: La mordida es correcta, pero encontramos, una
falta de espacio y apiñamiento de los dientes, o en caso
contrario, un excesivo espaciamiento de la dentición con
diastemas.
3. Clase II: La dentición superior sobresale notablemente
con respecto al inferior.
Es cuando la mandíbula muerde más atrás de donde
tiene que morder.
4. Clase III: Los dientes inferiores tienden a ocluir por
delante de los superiores, haciendo la mordida invertida.
Es cuando la mandíbula muerde más adelante de
donde tiene que morder.
5. Mordida abierta: El paciente, al cerrar la boca, sólo
contacta con los dientes posteriores, quedando entre los
incisivo un espacio abierto. Puede deberse a algún hábito
nocivo o responder a un patrón de crecimiento alterado.
6. Sobremordida: Los incisivos superiores cubren casi por
completo a los inferiores, mordiendo estos últimos sobre
la encía del paladar, con el consiguiente trauma y pérdida
de encía en esa zona.
7. Mordida cruzada posterior: Como consecuencia de un
paladar estrecho, las muelas superiores cruzan por dentro
de las inferiores, lo que originará una falta de espacio en
la parte superior y un desequilibrio mandibular que puede
derivar en trastornos articulares y/o de músculos
masticatorios.