La Torre de Pisa tardó doscientos años en construirse y comenzó a inclinarse poco después de iniciarse su construcción en 1173. Aunque es conocida como una torre independiente, en realidad es el campanario de la catedral de Pisa. Se cerró al público entre 1990 y 2001 para trabajos de mantenimiento destinados a ralentizar su proceso de inclinación, logrando que se incline como en el siglo XVIII.