La investigación se origina por ideas que intrigan y motivan al investigador. Las buenas ideas de investigación no necesitan ser completamente nuevas, pero deben ser novedosas y pueden surgir de actualizar estudios previos o explorar nuevos enfoques. Las ideas deben ser atractivas para el investigador y tener el potencial de elaborar teorías, solucionar problemas o generar nuevos métodos de análisis.