La explotación infantil es un problema en Riohacha, Colombia, donde muchos niños trabajan en el antiguo mercado público en lugar de asistir a la escuela. La pobreza y la violencia familiar causan que los niños trabajen y descuiden su educación y salud. Como resultado, los niños tienen un bajo rendimiento escolar y menos tiempo para actividades sociales, y es más probable que se enfermen debido a las malas condiciones laborales.