La proteína C reactiva (PCR) es una proteína producida por el hígado que aumenta durante procesos inflamatorios. La PCR se une a células muertas y bacterias para activar el sistema inmunitario innato y promover la fagocitosis. Niveles altos de PCR se asocian con mayor riesgo de enfermedades cardíacas y pueden predecir eventos coronarios. La medición de PCR es útil para detectar ciertas enfermedades inflamatorias como artritis reumatoide.
1. 1
UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
CARRERA MEDICINA
INMUNOLOGÍA
TITULO:
“PROTEÍNA C REACTIVA”
AUTOR:
JEAN PIER ESPINOZA MERO
PARALELO: “B”
DOCENTE: DR. JORGE CAÑARTE
PORTOVIEJO – MANABÍ
OCTUBRE 2017-FEBRERO 2018
2. 2
PROTEÍNA C REACTIVA
Introducción
En el proceso inflamatorio que tiene como
función de defensa del organismo frente a
diferentes tipos de agresiones, sobre todo
las protagonizadas por microorganismos
patógenos, donde actúan diferentes
sustancias, y tipos celulares, así como
proteínas, como la es la proteína c reactiva,
cuya expresión en grandes concentración ha
sido relacionado en reacciones de fases
agudas de la inflamación la cual es un
componente importante de la inmunidad
innata.
La PCR como también se la conoce a esta
proteína fue la primera proteína de fase
aguda que se describió, por Tillett Y
Francis en 1930 como una sustancia que
participa en procesos inflamatorios, debido
a que su síntesis es inducida por el daño
tisular, infecciones, procesos inflamatorios
y neoplasias, siendo producida
principalmente por lo hepatocitos, y
regulada por proteínas proinflamatorias
como la IL-1, IL-6 Y TNF. (2)
Desarrollo
La PCR es una proteína producida en el
hígado y pertenece a la familia de las
pentraxinas que se las conoce también
como reactantes de fase aguda, que
aumentan de manera considerable durante
procesos agudos de la inflamación. (1)
Además durante mucho tiempo la proteína
c reactiva se la considero como un
marcador sistemático de la inflamación,
pero recientemente se ha identificado como
predictor de riesgo cardiovascular, donde
los niveles séricos de esta proteína mayores
a 10mg/l se consideran como un marcador
que indica respuesta inflamatoria aguda, y
en sujetos sanos los niveles son menores a
1mg/l. (2)
Es decir que cuando hay un proceso agudo
los niveles de PCR aumentan hasta unas
3. 3
10.000 veces más de su valor normal, donde
se puede detectar en las siguientes 6 horas
después del estímulo lesivo inicial y
alcanzar su nivel máximo a las 48 horas,
también existe un aumento de esta proteína
con el incremento de la edad, donde los
niveles séricos de la proteína C reactiva
tienden a aumentar como reflejo a
incremento de fenómenos apoptósicos,
además que está en mayor concentración en
las mujeres.(3)
A la vez la producción de esta proteína
aumenta posterior a un infarto agudo de
miocardio que corresponde frente al
desarrollo de muerte celular, donde los
incremento séricos en personas
aparentemente sanas tienen un valor
predictivo para el desarrollo futuro de
isquemia miocárdica, sino también se la
relaciona con la formación de trombos
arteriales (4). Debido a que en estudios
recientes se ha demostrado la presencia de
PCR en placas arteriales, donde
contribuyen al desarrollo de ateroesclerosis,
facilitando la activación de leucocitos y el
paso de ellos al interior de la pared arterial.
(5)
Además es muy útil para la detección de
cáncer en especial el de colon donde la
concentración de la PCR está por encima
de 2mg/l, donde su concentración puede
reducirse con antiinflamatorios no
esteroides.
La PCR es una proteína producida en el
hígado y pertenece a la familia de las
pentraxinas que se las conoce también
como reactantes de fase aguda, que
aumentan de manera considerable durante
procesos agudos de la inflamación.
Esta proteína tiene una vida media de 20
horas en el plasma donde no se ve
estimulada su producción por alimentos ni
antibióticos, ni en procesos normales a
menos que haya un estímulo lesivo, el rol
fundamental de esta proteína consiste en
unirse a células muertas y bacterias para
activar el sistema de complemento por la
vía clásica, además de unirse a la
fosfocolina para así promover la fagocitosis
4. 4
de células apoptósicas. La fosfocolina se
encuentra en las membranas lipídicas de las
membranas celulares y su producción es
estimulada por la fosfolipasa A2 la cual se
encuentra disminuida en situación
normales, a la vez la fosfolipasa A2 es
secretada por muchas células bajo
estímulos de la IL-1 Y TNF y donde la
fosfocolina actúa como ligando para la
PCR. (6)
Dentro del sistema de complemento la PCR
tiene 3 actividades fundamentales. Siendo
la primera que tiene la propiedad de unirse
a la fosfocolina de las células apoptósicas,
segundo inhibe el ensamblaje de los
componentes terminales C5-C9 de esta
forma atenuando la formación del complejo
de ataque a la membrana en la superficie de
las células apoptósicas y los opsoniza junto
con el C3 del complemento de la superficie
de las células apoptósicas, lo que favorece
su fagocitosis por macrófagos activados.
Entonces la PCR cumple un papel
fundamental en la eliminación de
materiales autologos como componente de
células apoptósicas, células dañada y en
algunos casos células y tejidos propios de
la persona. De hecho en experimentos con
animales donde se ha inyectado la PCR sin
estímulos lesivos esta no desencadena
fenómenos negativos. (6)
Como lo que ocurre en situaciones de
isquemia donde la fosfolipasa A2 aumenta
considerablemente y puede modificar la
estructura de las membranas celulares por
exceso de radicales libres y así como
lipoproteínas de alta densidad por
peroxidación que favorecerse la rotura de
su propia fosfatidilcolina. Y de este modo
como coincide la producción de PCR la
cual tiene un efecto nocivo en el mecanismo
de defensa puede convertirse en un
fenómeno perjudicial. (8)
Niveles demasiado bajos de pentraxinas
como la PCR provocan una deficiente
eliminación de células apoptósicas por el
sistema de complemento. Pero se ha llegado
a pensar que una concertación menor a
3mg/l de PCR es deseable para la
eliminación de células apoptósicas. (9)
5. 5
Funciones de la PCR
Se relaciona a los efectos pro-inflamatorios
sobre células endoteliales, incluye la
disminución de producción de óxido
nítrico, incremento de secreción de IL-6,
aumento de la expresión de moléculas de
adhesión y aumento de la secreción de
quimiocinas. (10)
A la vez la proteína c reactiva siendo
compleja dentro del proceso de la
inflamación, también se le ha atribuido un
efecto antiinflamatorio ya que posibilita la
adhesión de neutrófilos al endotelio
mediante la disminución de la expresión de
L-selectina, a la vez de inhibir a los
neutrófilos de generar superóxido y
también de estimula la síntesis del
antagonista del receptor de IL-1 (IL-1ra),
que estimula la síntesis de prostaglandina y
de óxido nítrico. (11)
Por otro lado la PCR contribuye con otros
factores a inducir la producción de factor
tisular que es iniciador de la cascada de
coagulación por los macrófagos, y a la vez
estas células bajo el estímulo de la PCR
producen especies reactivas de oxígeno y
síntesis y liberación de citocinas
proinflamatorias. También incrementa la
producción de metaloproteina por los
macrófagos debido a la PCR, y de este
modo acelerar la degradación de
componentes de la matriz extracelular
como colágeno. (12)
El uso de anticonceptivos orales y
sistémicos también está asociado con un
incremento significativo de las
concentraciones basales de PCR sin ningún
signo de daño tisular e inflamación. (13)
Existen otros factores que parecen
incrementar los niveles de PCR circulante,
como la enfermedad periodontal, el tabaco,
la fibrilación auricular, el consumo de café
y el estrés. Por el contrario, se ha observado
una disminución de los niveles séricos de
PCR relacionada con la pérdida de peso, la
ingesta moderada de alcohol y el ejercicio.
Como esta proteína atribuye a procesos
inflamatorios también sus niveles séricos a
6. 6
parte de la predicción de enfermedades
como la ateroesclerosis también contribuye
a la búsqueda de otras enfermedades
inflamatorias reumáticas como la artritis
reumatoide y la espondilitis anquilosante o
bien en enfermedades intestinales como la
enfermedad de Crohn. (14)
También la elevación mantenida de la PCR
es una señal del desequilibrio metabólico
existente en un proceso inflamatorio,
además de una alteración de nuestro propio
sistema inmune (15).
Conclusión
La PCR es una proteína de fase aguda la
cual esta disminuida en condiciones
normales y se incrementa en procesos
inflamatorios y los niveles demasiado bajos
de la PCR provocan una deficiente
eliminación de células apoptósicas por el
sistema de complemento.
La PCR en situaciones normales sin un
estímulo lesivo no puede generar
fenómenos negativos, a menos que se dé un
trastorno como se da en la isquemia.
Además la medición sérica de la PCR nos
ayuda a la búsqueda de enfermedades como
la artritis reumatoide, también como un
marcador sérico para predecir eventos
coronarios y se encuentra en placas
ateroescleróticas.
7. 7
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