Durante el Segundo Imperio Francés, Napoleón III y el Barón Haussmann lideraron una serie de modernizaciones en París para mejorar la circulación, la salud e higiene públicas. Se demolieron más de 20,000 casas antiguas y se construyeron 40,000 nuevas, ampliando calles y creando bulevares, parques y una red de alcantarillado. Estas reformas transformaron la estructura urbana de París y la llevaron a la era moderna.