En el siglo XIII, la escritura en Europa Occidental experimentó notables transformaciones que reflejaban el gusto artístico de la época. Las letras se volvieron más curvas y ornamentadas. Este estilo se conoció como "gótico", aunque en realidad no tenía relación con el estilo arquitectónico gótico. También surgió una versión cursiva de la escritura francesa con trazos rectos y anchos, llamada "gótico minúsculo diplomático". Ambos estilos se usaron en documentos españoles desde