2. LEY ANTIGUA
La ley judía.
Específicamente la Torá. Contenida en el Pentateuco.
Preguntas:
¿Es buena?
¿Procede de Dios?
¿Fue dada para todos?
¿Están todos obligados a ella?
¿Se dio en el tiempo conveniente?
3. LOS PRECEPTOS DE LA LEY ANTIGUA
PRECEPTOS MORALES
Se reducen al Decálogo o 10 Mandamientos.
También contiene preceptos ceremoniales.
Y preceptos judiciales que ordenan nuestras relaciones con el
prójimo.
4. LOS PRECEPTOS DE LA LEY NUEVA
Llamada también Ley Evangélica
Jr 31,31-34 demuestra que la Ley Nueva es infusa.
Por tanto, no es tanto una ley escrita sino infundida por Gracia.
Es la misma Gracia del Espíritu Santo que se da a los fieles de Cristo.
Escrita en el corazón.
Sin embargo, tiene ciertos preceptos como dispositivos para recibir la
Gracia del E.S., y ordenados al uso de la misma Gracia. Fueron
algunos dados de palabra y otros por escrito.
Secundariamente es ley escrita.
5. LA LEY NUEVA JUSTIFICA AL HOMBRE
Entender el término “justificación”.
Rm 1,16
No fue dada desde el principio sino hasta la venida de Cristo.
Esta Ley ha de durar hasta el fin del mundo.
La Ley Nueva da cumplimiento a la Antigua.
La Ley Nueva se hallaba contenida en la Antigua.
Es más ligera, menos gravosa, que la Antigua, 1 Jn 5,3
6. CONTENIDO DE LA LEY NUEVA
Ordena suficientemente los actos exteriores e interiores.
Mt 5-7 Sermón de la montaña. Es un perfecto programa de vida cristiana.
Prescribe no sólo abstenerse de las obras exteriores malas en sí mismas, sino
también de las interiores y de las ocasiones de los males.
Ordena también la intención del hombre mandando que en las cosas buenas que
hacemos no busquemos la gloria humana ni las riquezas del mundo.
Ordena también los movimientos exteriores e interiores con relación al prójimo.
Enseña la manera de cumplir la doctrina evangélica: implorando el auxilio divino,
entrando por la puerta estrecha, poniendo sumo cuidado en no ser pervertidos
por los impostores y diciéndonos que la observancia de sus mandamientos es
necesaria para la virtud, no bastando la mera confesión de la fe, ni el simple
escuchar la Palabra.
7. TRATADO DE LA GRACIA
ESQUEMA
LA GRACIA EN SÍ MISMA
Su necesidad y existencia
Su esencia o constitutivo íntimo
División o clases de Gracia
LA CAUSA DE LA GRACIA: ¿DIOS O EL HOMBRE?
EFECTOS DE LA GRACIA
La justificación o santificación
El mérito
8. LA GRACIA EN SÍ MISMA: INTRODUCCIÓN
El segundo principio exterior de los actos humanos es Dios, en cuanto nos ayuda
con su Gracia a obrar rectamente.
Hablaremos de Gracia divina, su causa y efectos.
Primero de la necesidad de la Gracia, esencia y división.
Sobre la necesidad de la Gracia:
¿Puede el hombre conocer alguna verdad sin la Gracia?
¿Puede hacer o querer el bien sin ella?
¿Puede amar a Dios sobre todas las cosas sin ella?
¿Puede cumplir la Ley?
¿Puede merecer la vida eterna?
¿Puede prepararse a la Gracia sin ayuda de ella?
¿Puede salir del pecado?
¿Puede con Gracia obrar el bien y evitar el pecado sin un nuevo auxilio divino?
¿Puede perseverar en el bien por sí mismo?
9. ¿PUEDE EL HOMBRE CONOCER ALGUNA
VERDAD SIN LA GRACIA?
Herejías antiguas: Pelagianismo y semipelagianismo.
Pelagianismo
El hombre no ha sufrido merma alguna por el pecado original, y su
entendimiento, sin la Gracia, podía conocer todas las verdades; la voluntad
puede amar el bien sin dificultad, incluso el supremo bien: Dios; puede
cumplir por sí mismo todos los preceptos y merecer la vida eterna.
Semipelagianismo
El hombre sí está dañado por el pecado original, pero decían que no era
necesaria la Gracia para que el hombre se prepare para ella; que puede
obtener el principio de la fe, evitar el pecado, hacer el bien y perseverar hasta
el fin por sus propias fuerzas.
10. EL HOMBRE PUEDE CONOCER LA VERDAD Y
AMAR EL BIEN
Sí, y sólo necesita de la Gracia para poder conocer alguna verdad que
exceda el orden natural.
Todos necesitamos de Dios tanto para conocer la verdad como para
hacer el bien, sin embargo, para hacer el bien que sobrepasa la
naturaleza necesita de la ayuda de la Gracia de Dios.
11. PUEDE AMAR A DIOS MÁS QUE A TODAS LAS
COSAS
Adán tenía estado de naturaleza integral antes de cometer el pecado
original. Podía amar a Dios sobre todas las cosas, pero sí el impulso de
la ayuda divina.
Nosotros heredamos una naturaleza caída.
Por tanto, flaqueamos en el amor a Dios sobre todas las cosas,
porque el apetito de la voluntad racional se inclina al bien privado,
mientras no sea curado por la Gracia divina.
12. ¿PUEDE EL HOMBRE CUMPLIR LOS
PRECEPTOS DE LA LEY SIN LA GRACIA…?
En el estado de naturaleza caída no puede el hombre guardar todos
los preceptos divinos sin ser previamente curado por la Gracia.
Pero cumplir los mandamientos (por caridad), es decir, no sólo en
cuanto a la sustancia de las obras, sino además, de un modo
conveniente, no se puede sin la Gracia.
Sin la Gracia no hacen los hombres absolutamente ningún bien,
porque necesitan de ella no sólo para que bajo su dirección sepan lo
que deben obrar, sino también para que con su ayuda, puedan
cumplir por amor lo que saben.
13. ¿PUEDE MERECER LA VIDA ETERNA SIN LA
GRACIA?
El hombre por su propia naturaleza no puede producir obras
meritorias proporcionadas a la vida eterna.
Para esto necesita una fuerza superior: la Gracia.
Pero sí puede realizar acciones que le conduzcan a algún bien
connatural suyo, como trabajar en el campo, beber y comer, cultivar
la amistad y cosas semejantes.