El arte antiguo incluye el arte de las civilizaciones de la Antigüedad como Egipto, Grecia y Roma. A diferencia del arte occidental, las civilizaciones no occidentales no experimentaron una discontinuidad marcada entre el arte antiguo y medieval. El concepto de arte en la Antigüedad no tenía la misma consideración social que en la cultura occidental posterior al Renacimiento, y las artes visuales se consideraban artesanías manuales. Las obras de arte antiguas tenían funciones religiosas o políticas en lugar de ser valoradas por su belle
Fase 1, Lenguaje algebraico y pensamiento funcional
Triptico
1. ARTE ANTIGUO
HUGO ANGEL VALLE
EMMANUEL SALVADOR FRAUSTO
RAMIREZ
JOSE MANUEL GURROLA RODARTE
Arte antiguo o Arte de la Antigüedad es el
arte de la Edad Antigua. La historia del
arte antiguo es la división de la historia del
arte que se centra en su estudio e
interpretación formal, técnica, estructural,
e ideológica (iconográfica, iconológica) y
en su explicación histórica; aunque la
arqueología es la ciencia histórica cuyo
objeto es la cultura material de la que las
obras de arte son la manifestación más
valiosa, y es la encargada de su
descubrimiento y análisis contextual.
Al contrario que la civilización occidental, las
civilizaciones africanas, extremo-orientales y
americanas no experimentaron la marcada
discontinuidad que el arte occidental
presenta entre el arte antiguo y el arte
medieval; con lo que este último concepto no
suele aplicarse a estas civilizaciones.
También existe un concepto comercial y
coleccionista del Arte antiguo, entendido
como antigüedades; es decir, como el
término usado para englobar todo tipo de
objetos artísticos que no se consideran Arte
moderno, pertenezcan a la Edad Antigua o a
periodos posteriores (arte medieval, arte de
la Edad Moderna e incluso buena parte del
arte contemporáneo si este no se entiende
sólo como el más actual sino como todo el
arte de la Edad Contemporánea -desde
mediados del siglo XVIII-).
2. lConsideración social del Arte en la
Antigüedad
El concepto de arte en la Antigüedad
no había alcanzado en ninguna
civilización la consideración social de
bellas artes que consiguió en la cultura
occidental a partir del Renacimiento.
Pintura, escultura y arquitectura (las
artes visuales) eran equivalentes a las
diferentes artesanías, habilidades o
técnicas manuales (ars en latín, tekné
en griego) que no gozaban de
prestigio social en ninguna de las
distintas formaciones económico
sociales de las primeras civilizaciones
(modo de producción primitivo, modo
de producción asiático o despotismo
hidráulico y modo de producción
esclavista). Durante el periodo clásico
de Grecia, sí que hubo artistas
destacados que se relacionaron con
políticos e intelectuales, o lo eran ellos
mismos (como Fidias); pero tal cosa
sucedió más como excepción que
como regla, e incluso actuó más como
mitificación que como una valoración
del artista concreto (el caso de
Apeles).
Funciones del arte en la Antigüedad
La función del arte y la valoración de
los objetos que hoy consideramos una
obra de arte, no tenían la misma
consideración en las civilizaciones de
la Edad Antigua: los pequeños objetos
cotidianos que hoy se exhiben en los
museos (desde pesos o husos de
telares hasta joyas) serían apreciados
por su función o por el valor intrínseco
de su material tanto o más que por
cuestiones formales por el contrario,
las grandes estatuas egipcias o las
estelas sumerias tenían funciones
religiosas –vida eterna– y de
presencia política –ejercicio del poder
y memoria histórica–, identificadas con
el dios o el rey –que podía ser objeto
incluso de una damnatio memoriae,
borrando su nombre y sustituyendo
sus rasgos por los del rey rival
La casa, la tumba, el templo o el
palacio, son contenidos
arquitectónicos expresados en formas
muy diversas por las distintas
civilizaciones, sometidas a los
condicionantes físicos y la
disponibilidad local de materiales; pero
no obstante, las soluciones formales
encontradas fueron muy a menudo
sorprendentemente similares
(pirámides egipcias, chinas,
La idea de belleza en el Arte antiguo
En otras ocasiones, la imagen que nos
hacemos de lo sublime del arte antiguo tiene
poco que ver con lo que veían sus
contemporáneos: la blancura del mármol de
templos y esculturas griegas que tanto
admiramos estaba siempre cubierto de
pintura en vivos colores, puesto que sin ella
los hubieran considerado inexpresivos e
inacabados. También hay que considerar
que la mayor parte de esas esculturas
griegas las conocemos por copias
industrializadas hechas en época romana
con criterios arqueológicos, culturales o
turísticos entonces sí algo más cercanos a
los nuestros.La idea de lo bello no ha sido
nunca constanteni siquiera en un periodo de
estabilidad tan prolongada en la repetición
de formas estereotipadas como fue el arte
egipcio, que presentó una discontinuidad
radical como fue el periodo de Amarna
(vinculado a las reformas religiosas de
Akenatón (Amenofis IV). Tampoco presenta
características locales inconfundibles: la
manera egipcia de representar las figuras es
similar a la de la Grecia arcaica; al igual que
las formas fantásticas que se han venido en
llamar estilo orientalizante. Tomando como
ejemplo el caso paradigmático del arte
griego