Tzintzuntzan fue la última gran capital del imperio Purépecha, un centro político, económico y religioso ubicado estratégicamente en la ladera de un cerro que permitía dominar visualmente gran parte de la región. La ciudad contaba con vías terrestres y acuáticas que la conectaban con otros lugares, y estructuras como una gran plataforma, yácatas que servían como recintos de dioses y tumbas, y un palacio ritual.