Este documento describe el progreso económico de México entre 1876 y 1910, cuando el país construyó una red ferroviaria completa, experimentó un rápido crecimiento de las exportaciones e importaciones, tuvo una segunda expansión económica en 1892, promulgó una nueva ley minera en 1893, y vio el comercio exterior, la ganadería, la agricultura y la silvicultura acelerarse antes de una crisis en 1907, estableciendo las bases para el futuro desarrollo del país.