El documento describe la influencia del cristianismo en el arte durante los siglos XVI y XVII en las colonias de Hispanoamérica. Con la llegada de los españoles, se produjeron cambios biológicos, ecológicos y culturales en las tierras indígenas. Los españoles utilizaron el arte con fines evangelizadores para transformar las culturas aborígenes y terminar con sus idolatrías como parte del proceso de colonización.