La unidad central de procesamiento (CPU) se compone de dos partes: la unidad de control y la unidad aritmético-lógica. La unidad de control interpreta y ejecuta las instrucciones almacenadas en la memoria y genera las señales de control necesarias, mientras que la unidad aritmético-lógica procesa los datos. Los modos de direccionamiento especifican la forma de calcular la dirección de memoria de un operando usando información de registros, constantes u otras partes de una instrucción.