Las cruzadas tuvieron importantes consecuencias políticas, económicas y culturales. Políticamente, ayudaron a impedir la conquista de Europa por los turcos y árabes y retrasaron la caída de Constantinopla. Culturalmente, promovieron el intercambio de conocimientos entre cristianos, judíos y musulmanes. Y económicamente, estimularon el comercio entre Oriente y Occidente, beneficiando puertos comerciales como Venecia y Génova.