Las Cruzadas fueron campañas militares convocadas por el Papado entre los siglos XI y XIII para conquistar Tierra Santa y liberar los lugares santos de la dominación musulmana. La Primera Cruzada logró capturar Jerusalén en 1099 y estableció cuatro estados cruzados en Oriente Medio. Las siguientes cruzadas intentaron defender estas conquistas sin éxito frente a la reconquista de Saladino. Finalmente, las cruzadas debilitaron el feudalismo europeo, estimularon el comercio y produjeron un renacimiento cultural.