Según Jeremy Bentham y los utilitaristas del siglo XIX, la utilidad que se obtiene al consumir un bien como un pastel puede medirse. La utilidad total aumenta con la cantidad consumida hasta cierto punto, pero la utilidad marginal de cada unidad adicional consumida va disminuyendo e incluso puede volverse nula o negativa. Presentan la utilidad de forma discreta, por unidades enteras, pero también podría considerarse de forma continua, incluyendo cantidades parciales.