El VIH destruye gradualmente el sistema inmunológico, haciendo que el cuerpo tenga más dificultades para combatir infecciones. Se transmite principalmente a través de relaciones sexuales sin protección, de madre a hijo, o por transfusiones de sangre contaminada. Existen varias etapas de la infección, incluyendo una etapa asintomática que puede durar más de 10 años, seguida de una etapa sintomática y finalmente SIDA, cuando el sistema inmunológico ya no puede combatir infecciones.