Las empresas comerciales se clasifican en mayoristas, menudeo y minoristas dependiendo del volumen de ventas y si es a otras empresas o al consumidor final. Para tener éxito, las empresas deben enfocarse en la honestidad, el respeto, la responsabilidad, la empatía, el compromiso, la motivación, la iniciativa, la innovación, la calidad, los precios competitivos y el control de gastos. También deben utilizar la tecnología y conocer a la competencia.