Este documento discute cómo las empresas deben apoyar a los empleados cuando muere un compañero de trabajo. Explica que la muerte de un compañero puede tener un gran impacto emocional, psicológico y social. Recomienda que las empresas incluyan planes para ayudar a los empleados a enfrentar la pérdida y procesar su duelo de manera sana a través de estrategias de afrontamiento y apoyo entre compañeros.

1.
¿Y sí muere un compañero de trabajo…?
Aunque pueda sonar trillado “la empresa es nuestro segundo hogar”,
nuestros compañeros de trabajo se van convirtiendo en miembros de nuestro
clan familiar y con ellos vamos generando nexos más allá de nuestras tareas
laborales como la confianza y la amistad.
Esta interacción cotidiana tal como inicia puede terminar y la adaptación
frente a estos cambios varía dependiendo de la causa.
Como compañeros quisiéramos que las personas que vemos partir lo hagan
voluntariamente o por mejores condiciones de vida y trabajo; pero que pasa
cuando la separación es por el fallecimiento de nuestro cómplice, amigo, de
nuestro gran compañero de trabajo… Sobrellevar una perdida depende de
muchos factores, como la interacción con el fallecido, sí la muerte fue trágica,
sí aconteció en el lugar de trabajo, sí fue por enfermedad prolongada, si el
último contacto con esta persona no fue agradable, entre otros.
Por estas razones y el impacto emocional, físico, psicológico y social se ha
generado una realidad empresarial donde este tipo de situaciones han sido

2. incluidas en los planes de desarrollo organizacional y de crecimiento
personal, y aunque se relaciona con la cultura también debe de enfocarse
desde el fortalecimiento de estrategias de afrontamiento que permitan
adaptarse al cambio de manera paulatina y sana, como se dice “asumir la
muerte con resignación” pero entendiendo ésta como la capacidad de
interpretar la vida y sus acontecimientos desde una mirada que integra a la
muerte como parte de la vida misma.
Para manejar estos acontecimientos es preciso recorrer un camino que
facilite su proceso de duelo: reconocer la perdida, identificar cuáles son las
reacciones emocionales normales ante el dolor y aceptarlas, (miedo, ira,
alivio, vacío, soledad, culpa…), viva el dolor, busque consuelo, permítase un
tiempo de adaptación, solicite apoyo, comparta sus sentimientos, rodéese de
vida, aproveche los programas de asistencia al empleado, asuma que el
duelo es un proceso natural que aunque difícil requiere tiempo.
Pero sí el que necesita ayuda es un compañero tenga presente: escuche,
aliente, comparta, sea consistente, no juzgue, tranquilice, y sobre todo de un
espacio donde el otro desahogue y exprese su dolor que es parte del primer
paso de la aceptación.
ACERCA DEL AUTOR
Lina Arboleda Vásquez
Psicóloga / comercial@rhpositivo.net