Zibynca Boletín No. 6. Programa Formación de Formadores. VMMP.UNAD.

1. Volumen 1. No. 6
M A Y O 1 5 D E 2 0 0 9
El Programa Formador de Formadores
quiere saludar a todo el Cuerpo Académi-
co Unadista en el Día del Maestro y ren-
dir un sentido homenaje a todos y a to-
das, que han orientado su vocación y
sensibilidad al servicio de este ideal.
Ser maestro es ser una persona agradeci-
da con Dios por lo mucho que ha recibi-
do; es saber que se es una persona impor-
ZIBYNCA BOLETÍN
tante, inteligente, muy humana y capaz
de enfrentar grandes retos y obstáculos.
Es adquirir el compromiso de ser lo que
dice que es;
VMMP
es saber que enseñar significa provocar
actitudes, promover aptitudes, despertar
aspiraciones ,no sólo transmitir conoci-
mientos.
FORMACIÓN DE FORMADORES
Es orientar su vida hacia el esfuerzo, re-
conociendo que el éxito y la plena reali-
zación es una escalera de muchos pelda-
ños.
Es amar la libertad en todas sus formas,
la democracia, el bien común, la digni-
dad humana y en general toda clase de
valores a que aspira una sociedad.
Es saber que cada uno/a de nosotros/as es
un ser especial que tiene el privilegio y el
honor de servir y de ser útil a sus seme-
jantes…
15 de Mayo

2. UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A
DISTANCIA
UNAD
Dr. Jaime Alberto Leal Afanador.
Rector
Dr. Roberto Salazar Ramos
Vicerrector de Medios y Mediaciones Pe-
dagógicas
Ing. Alix Chinchilla Rueda
Coordinadora Programa Formación de
Formadores
John Alejandro Figueredo
Sofía J. Gutiérrez
María Catalina Duque
Gloria Avellaneda
María del Carmen Bernal
María del Socorro Gómez E.
Formadores
Decálogo del Maestro
Ama; si no puedes amar mucho no enseñes.
Simplifica; saber es simplificar sin restar esencia.
Insiste, repite, como la naturaleza repite
las especies, hasta alcanzar la perfección.
Enseña, con intención de hermosura, porque
la divinidad es madre.
Maestro ,sé fervoroso porque para encender
lámparas has de l levar fuego en tu corazón.
Vivifica tu clase, cada lección ha de ser viva
como un ser.
Cultívate; para dar hay que tener mucho.
Acuérdate que tu oficio no e s mercancía,
sino que es un servicio divino.
Antes de dictar tu lección c cotidiana, mira a
tu corazón y ve si esta puro.
Piensa en que Dios te ha puesto a crear
el mundo de mañana...
Gabriela Mistral