1. A mis estimados compañeros, amigos, compadres y familiares: Probablemente éste será mi último correo en mucho tiempo. Esta noticia va a sorprender a muchos de ustedes, pero he tomado la difícil decisión de cambiar mi destino, por lo que a partir de la próxima semana, el lunes, ya no estaré cerca de ustedes. Son varios los motivos que me llevaron a tomar esta decisión, pero el más fuerte fue mi acercamiento a un nuevo proyecto de vida que se está gestando en las montañas de Falcón y Yaracuy, junto a quienes pelearemos por la libertad y justicia en contra de fuerzas opresoras de esta dictadura y las grandes desigualdades sociales. Debo aportar algo a la situación de mi país en estos tiempos. He estado en contacto con este grupo revolucionario desde hace poco más de un año y ahora por fin me uniré a ellos. Yo sé que todos pensarán que debo estar completamente loco, pero no he tomado esta decisión a la ligera, sino con toda la serenidad posible y conocimiento de sus consecuencias. Puede ser que este sea el momento menos indicado en mi vida y que mi familia sufrirá mucho, pero así es la vida. Espero verlos a todos muy pronto y en mejores condiciones. Los extrañaré. Si alguien desea unirse avíseme; adjunto está una foto de las personas con las que me voy y me han recibido muy bien... Saludos y siempre estarán dentro de mi corazón. ¡Que viva la lucha armada!