La clave para erradicar la violencia y la corrupción de nuestros jóvenes se encuentra dividida en dos vertientes: La primera en los padres y los valores, el ejemplo que se les inculque en casa, y la segunda, está en la escuela donde los maestros deben tomar en cuenta temas de relevación social y se incluya un apartado donde los jóvenes y niños conozcan un poco más de cerca la problemática actual que se vive día con día en nuestro país y en el mundo; así como las consecuencias de los actos delictivos, maneras y soluciones para evitarlo.
Criminología en la defensa de los menores infractores/Criminology in the defense of juvenile offenders
1. Año 3, vol. V agosto-diciembre 2010/Year 3, vol. V August-December 2010
www.somecrimnl.es.tl 1
Fecha de recepción: 27/04/2010
Fecha de aceptación: 01/07/2010
CRIMINOLOGÍA EN LA DEFENSA DE LOS MENORES INFRACTORES
CRIMINOLOGY IN THE DEFENSE OF JUVENILE OFFENDERS
Lic. Luis Eduardo Neville Galindo
Colegio Libre de Estudios Universitarios
eduardoneville.eg@gmail.com
México
RESUMEN
La clave para erradicar la violencia y la corrupción de nuestros jóvenes se encuentra
dividida en dos vertientes: La primera en los padres y los valores, el ejemplo que se les
inculque en casa, y la segunda, está en la escuela donde los maestros deben tomar en
cuenta temas de relevación social y se incluya un apartado donde los jóvenes y niños
conozcan un poco más de cerca la problemática actual que se vive día con día en
nuestro país y en el mundo; así como las consecuencias de los actos delictivos, maneras
y soluciones para evitarlo.
PALABRAS CLAVE: Menores, Juventud, Peligro, Riesgo.
ABSTRACT
The key to eradicating violence and corruption of our young people is divided into two
aspects: First parents and the values in the example that instill them at home and the
second is at the school where teachers must take into account issues of social relief
and include a section where children and youth know a little more about the current
problem that we live every day in our country and in the world; as well as the
consequences of criminal acts, ways and solutions to prevent it.
2. 2
KEY WORDS: Minors, Childhood, Danger, Risk.
REFLEXIONES
La actividad de los jóvenes en cuanto a el trato para con los mayores es un tanto
preocupante cada día, aunado a la experiencia de vivir en una época de cambio en
nuestro país en el cual vemos el aumento y la denigración entre los criminales, que
van generando entre los jóvenes un gusto por la violencia, la sangre, las armas, y la
obtención de dinero fácil por medio de los tan sonados y cada vez más notorios
secuestros, y las famosas extorsiones telefónicas.
Dejando a un lado el interés por la educación, la inculcación de valores y las
motivaciones por medios distractores como el deporte, trabajo, lectura, y convivencias
por mencionar algunas.
Dentro de este marco al referirnos a los adolescentes con problemas, nos hace
omitir y no entendemos que todos los adolescentes sean difíciles, o que se encuentran
dentro de una etapa en la que esos problemas de alguna manera no son “normales o
típicos” , si no, que los concebimos como señales o síntomas de que se encuentran en
dificultades y necesitan ayuda, esto es importante para la criminología puesto a que,
dentro del estudio de todos aquellos factores que convergen en los procesos
biopsicosociales experimentados en los seres humanos dan pauta para que se origine
una conducta criminal violenta.
Criminológicamente y psicológicamente sabemos que los adolescentes son más
susceptibles a dichos cambios durante el proceso de conformación de su personalidad y
dentro de estos contextos que influyen en éstos uno elemental, la familia, el medio
social del que emergió el adolescente, el espacio vital en el que se configura su
subjetividad. Dentro de este enfoque criminológicamente sabemos que existen factores
de causa-efecto, y que no podemos dejar sin analizar, por ejemplo, ante un adolescente
violento y agresivo, no bastaría solo tratarlo a él, si no, también y de ninguna manera
excluir a la familia en la que muy probablemte se constate los códigos comunicativos
agresivos y rituales criminales que rijan a esta y de manera directa surja la repetición
de conductas adquiridas.
La delincuencia juvenil o criminalidad juvenil se estudia desde diferentes puntos
de vista como jurídico, psicosocial, psicológica, sociológica, política, criminológica y
criminalística, por ende vemos que no es un tema que se pueda analizar de manera
poco extensa, tomando en cuenta las incrementos en las tasas a nivel nacional de este
tipo de delincuencia y sobre esa vertiente, en cuanto al estudio que nos interesa
analizar desde el punto de vista criminológico es que al decir delincuente juvenil nos
remite netamente al estudio jurídico y que va de la mano con delito, en donde denota
un juicio de valor vinculado a criterios morales y a los intereses de la clase
predominante y aquí es importante enfocarnos al trato de los adolescentes dentro y
fuera de alguna institución encargada de la rehabilitación o tratamientos efectivos
para el termino del desarrollo y conformación de la personalidad, toda vez de que es de
gran importancia hacer notar que el trato y conceptualización de adulto y adolescente
son términos totalmente distintos y no se deben de confundir.
En la historia como sabemos la criminología estudia tres esferas sumamente
importantes para el entendimiento de las conductas antisociales, desde el punto de
vista biológico, psicológico y sociológico, en los jóvenes o adolescentes lo preocupante es
3. 3
la personalidad del protagonista, la repercusión social que pueda tener y la
estigmatización que sufren ante las sociedades.
Para Thomas Hobbes “El tratado del ciudadano” (1647)...“El hombre se hace
apto para la sociedad no por naturaleza, si no a base de entrenamiento” y tomando en
cuenta esta aportación si bien es cierto que lo que existe en todos de los jóvenes desde
la perspectiva psicológica es una actuación impulsiva, carece de autocontrol, o de otra
manera dicho de un filtro reflexivo que medie entre el impulso y la conducta y así
replantearse la situación.
Con la comisión de conductas antisociales entre los menores y las cada día más
numerosas detenciones y procesamientos legales así como las reformas, como la del
artículo 18 constitucional en cuanto a la justicia para adolescentes (que siento ya no es
tiempo de discutirlo pues ya es aplicable), en donde para diferentes juristas,
criminólogos, penólogos, etcétera, la discusión se centra en que se tiene que buscar o
luchar por un derecho de menores, pero por un derecho de menores diferente al
derecho penal, el derecho de menores por su misma naturaleza tiene que ser protector
puesto a que tiene que ser tutelar, ya que no puede ser represivo y al contrario debe
de ser garantizador de derechos.
Y aquí surge una preocupación más si hablamos de que si sabes que si haces
cierta conducta o acto tienes que responder por este, pero ahora si tiene que estudiar
¿quién lo hizo? Y lo mas ¿Qué es? (menor, adùlto) por ende si tú hiciste algo respondes
por eso y si eres menor respondes de una manera distinta, por lo tanto este punto es
interesante porque tendríamos que buscar una dogmática desde el punto de vista
teórico, jurídico, pero sin dejar a un lado los tan influyentes aspectos psicológicos,
sociológicos y biológicos, para poder analizar cuál es o fue el mayor interés de ese
menor para haber cometido dicha conducta, y de nuevo entra la criminología pues lo
más lógico y coherente es realizar un estudio clinico-crimninológico.
Puesto a que el criminólogo está entrenado para comprender no para juzgar, por
lo tanto una vez que el juez especializado en justicia para adolescentes haya juzgado
entonces vendría la labor ordinaria del criminólogo para poder sugerir y dar
seguimiento a un tratamiento adecuado para actuar en los intereses mayores de los
adolescentes que han cometido una conducta antisocial y procurando una adaptación.
Aquí es importante hacer notar que los jóvenes que se encuentran en conflicto
con la ley es el resultado de lo antes mencionado, síntomas de necesidades y al no
darles la importancia el joven presenta por ejemplificar algunos factores disociados
como una baja tolerancia a la frustración, facilidad del paso al acto, manipulación,
escaso posicionamiento crítico con respecto a las trasgresiones, autoestima alicaida,
inestabilidad emocional, vulnerabilidad, falta de límites, mecanismos de defensa
estereotipados, los roles de madre y padre son adquiridos por los hermanos u
hermanas, por mencionar algunos.
Aquí es donde la ley penal tendría que tomar en cuenta como factores
importantes en el momento de juzgar las conductas de los jóvenes o adolescentes, y
brindar una mayor participación del criminólogo, puesto a que como ya lo habíamos
mencionado estamos encargados de comprender, para terminar, existen padres que
son portadores de los indicadores que tanto hemos mencionado que los analizamos
también como desajustes sociales como el alcoholismo, drogadicción, conducta sexual
desorganizada, antecedentes delictivos, escándalos, agresión física y desvinculación
laboral.
4. 4
Estas conductas son concebidas con doble influencia sobre los jóvenes pues es
tomada como conducta a emitir para la solución de problemas (ocio y delincuencia) y
como estilo de relación que se extrapola a diferentes contextos y grupos (agresiones y
conducta sexual desorganizada), distanciamiento familiar por ser víctimas de esos
comportamientos y su acercamiento a personas y grupos con historiales similares que
terminan en conformación de grupos criminógenos.
Entonces la ley penal tendría que tomar en cuenta los peritajes criminológicos
para que el criminólogo amplié el criterio del juez para poder entonces juzgar no
solamente al adolescente si no, y de una manera mayor a los padres, como prioridades
y a la vez realizarles peritajes de la misma manera que al joven y coadyuvados por los
psicólogos mejorar el modo de vida como familia o dependiendo la pena hacia los
padres aunar en el desarrollo positivo y efectivo de la conducta social del adolescente,
y este tratamiento primeramente será individual, posteriormente familiar y para
culminar grupal, aunado a aquellos jóvenes que se encuentran recluidos y que son
padres de familia a quienes el tratamiento será de integración ante su pareja y
dependientes, pero en ambos casos lo que se buscara es el trato digno y protector de las
leyes para la sana convivencia de los jóvenes dentro de la sociedad y en instituciones
encargadas de la readaptación o reinserción social, en los casos de estudiantes se
prevendrán desde los hogares coadyuvados por las escuelas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Ríos, J. (1984). Orientación y terapia familiar. España: Instituto de Ciencias del
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Imaz, E. (1999). Jóvenes en crisis, aspectos violentos y drogas. España: CGPJ.
Vasconcelos Méndez, R. (2009). La justicia para adolescentes en México. México:
Instituto de Investigaciones Jurídicas.