1. 1
XI
Congreso
de
la
Asociación
Española
de
Ciencia
Política
y
de
la
Administración
Sevilla,
18-‐20
de
septiembre
de
2013
Estudio
de
la
brecha
digital
y
la
demanda
de
administración
electrónica.
Análisis
empírico
del
caso
español
Dr.
J.
Ignacio
Criado
Departamento
de
Ciencia
Política
y
Relaciones
Internacionales
Universidad
Autónoma
de
Madrid
Edificio
de
Ciencias
Jurídicas,
Políticas
y
Económicas
1ª
planta,
C/
Marie
Curie,
1
Ciudad
Universitaria
de
Cantoblanco
28049,
Cantoblanco,
Madrid,
Spain
e-‐Mail:
ignacio.criado@uam.es
Dr.
David
F.
Barrero
Departamento
de
Automática
Universidad
de
Alcalá
Edificio
Politécnico
Crta.
Madrid-‐Barcelona
Km.
33.6
28871
Alcalá
de
Henares,
Spain
e-‐Mail:
david@aut.uah.es
RESUMEN
Esta
ponencia
analiza
la
demanda
de
administración
electrónica
(e-‐Administración)
en
España.
La
ponencia
identifica
las
características
de
los
usuarios
de
e-‐Administración
en
España
y
las
variables
que
explican
la
utilización
de
servicios
de
e-‐Administración.
En
particular,
esta
ponencia
trata
de
responder
a
las
siguientes
preguntas:
(1)
¿cuáles
son
los
factores
que
predicen
el
uso
de
Internet
entre
los
ciudadanos?;
(2)
¿cómo
se
pueden
describir
los
usos
y
percepciones
sobre
la
e-‐Administración?;
y
(3)
¿cuáles
son
los
factores
que
determinan
el
uso
de
la
e-‐Administración?
Este
grupo
de
cuestiones
se
atiende
a
partir
del
estudio
de
cuestionarios
nacionales
del
Centro
de
Investigaciones
Sociológicas,
usando
análisis
descriptivo
y
regresiones
logísticas.
Los
principales
resultados
de
la
investigación
son:
(a)
la
existencia
de
variables
socio-‐demográficas
para
explicar
las
limitaciones
de
uso
de
Internet;
(b)
la
complejidad
de
los
usos
y
percepciones
de
los
usuarios
de
e-‐Administración
en
España;
(c)
la
importancia
de
la
frecuencia
en
el
uso
de
Internet
para
entender
la
utilización
de
la
e-‐Administración.
Palabras
clave:
Internet,
administración
pública,
demanda,
brecha
digital,
España
J.
Ignacio
Criado
es
profesor-‐investigador
en
el
Departamento
de
Ciencia
Política
y
Relaciones
Internacionales
de
la
Universidad
Autónoma
de
Madrid.
Doctor
europeo
en
Gobierno
y
Administración
Pública
por
la
Universidad
Complutense
de
Madrid
y
el
Instituto
Ortega
y
Gasset.
Ha
sido
visiting
fellow
en
el
Oxford
Internet
Institute,
University
of
Oxford,
así
como
post-‐doctoral
visiting
scholar
en
el
Center
for
Technology
in
Government,
State
University
of
New
York
(SUNY
at
Albany).
Cuenta
con
numerosas
publicaciones
de
referencia
sobre
Administración
y
Gestión
Pública
aparecidas
en
revistas
como
Social
Science
Computer
Review,
Government
Information
Quarterly,
Information
Polity,
Internacional
Journal
of
Public
Sector
Management,
Gestión
y
Política
Pública,
Revista
de
Estudios
Políticos
o
Revista
Internacional
de
Sociología.
David
F.
Barrero
es
Ingeniero
en
Telecomunicaciones
y
Doctor
en
Inteligencia
Artificial
por
la
Universidad
de
Alcalá
de
Henares
(UAH).
Actualmente
es
profesor
Titular
en
la
UAH.
Experto
en
administración
de
sistemas,
programación
y
Computación
Evolutiva,
área
ésta
última
en
donde
desarrolla
el
grueso
de
su
actividad
investigadora.
Ha
realizado
estancias
de
investigación
en
el
grupo
de
Control
Robótico
Avanzado
de
la
NASA/JPL;
en
la
Agencia
Espacial
Francesa
(CNES)
y
la
Universidad
de
Portsmouth
(Reino
Unido).
Es
autor
de
varias
decenas
de
artículos
científicos
en
publicaciones
internacionales,
miembro
del
consejo
editorial
del
International
Journal
of
Computer
Science
and
Applications
y
participa
en
la
organización
de
varios
congresos
internacionales
en
el
área
de
la
computación
y
la
robótica.
1. INTRODUCTION
Esta
ponencia
analiza
datos
sobre
la
demanda
de
administración
electrónica
(e-‐
Administración)
en
España.
Mientras
que
la
investigación
académica
sobre
la
oferta
de
e-‐Administración
ha
crecido
durante
los
últimos
quince
años
de
una
manera
muy
acelerada,
el
estudio
de
la
demanda
de
servicios
de
e-‐Administración
no
ha
sido
tan
intensa
(Gil-‐Garcia,
2012).
Por
tanto,
esta
ponencia
se
propone
2. 2
identificar
las
características
de
los
usuarios
de
e-‐Administración
en
España
así
como
las
variables
que
explican
el
uso
de
los
servicios
de
e-‐Administración.
De
cara
a
lograrlo,
el
estudio
utiliza
los
datos
de
cuestionarios
nacionales
e
innovadores
técnicas
de
análisis
de
datos.
En
consecuencia,
este
estudio
colabora
en
la
comprensión
de
la
naturaleza
de
la
brecha
digital,
así
como
del
uso
de
la
e-‐
Administración
en
el
caso
español.
Esta
ponencia
se
fundamenta
en
el
estudio
de
la
demanda
de
e-‐Administración.
Esta
corriente
de
la
literatura
sobre
las
tecnologías
en
las
administraciones
públicas
ha
emergido
recientemente
con
algunos
estudios
de
interés,
si
bien
todavía
refleja
una
cierta
limitación
en
el
diálogo
académico,
tal
y
como
sucede
en
otras
sub-‐áreas
de
la
disciplina
(Rodríguez-‐Bolivar,
et
al.,
2010).
Este
trabajo
pretende
superar
este
problema
atendiendo
y
dialogando
con
la
literatura
más
reciente
sobre
la
demanda
de
e-‐Administración
que
procede
de
diferentes
contextos
nacionales,
incluyendo
Australia
y
Nueva
Zelanda
(Gauld
et
al.
2012);
Canadá
(Reddick
&
Turner,
2012);
Corea
del
Sur
(Choi
&
Park,
2013);
Jordania
(Al
Rababah
&
Abu-‐Shanab,
2010);
Malasia
(Mohamed
&
Hussein,
2009);
o
USA
(Nam,
2012).
Al
mismo
tiempo,
esta
ponencia
presta
atención
presta
atención
al
caso
español,
uno
de
los
líderes
europeos
en
el
ámbito
de
la
demanda,
al
mismo
tiempo
que
se
encuentra
por
detrás
en
términos
de
usuarios
y
demanda,
entre
otros
aspectos
(Anduiza
et
al.,
2010;
AEVAL,
2011;
Criado,
2009,
2010;
Mesa,
2010;
Muñoz-‐Cañavate
&
Hipola,
2011).
En
particular,
esta
ponencia
trata
de
responder
a
las
siguientes
preguntas:
(1)
¿cuáles
son
los
factores
que
predicen
el
uso
de
Internet
entre
los
ciudadanos?;
(2)
¿cómo
se
pueden
describir
los
usos
y
percepciones
sobre
la
e-‐Administración?;
y
(3)
¿cuáles
son
los
factores
que
determinan
el
uso
de
la
e-‐Administración?
Estas
preguntas
resumen
el
enfoque
de
investigación
sobre
la
demanda
de
e-‐
Administración,
un
ámbito
de
estudio
que
en
el
pasado
ha
merecido
una
escasa
atención.
El
análisis
de
esta
ponencia
se
basa
en
las
encuestas
del
Centro
de
Investigaciones
Sociológicas
(CIS).
Estos
estudios
se
fundamentan
en
una
muestra
de
2,500
personas
(N=
2,500)
y
proporcionan
información
sobre
la
calidad
de
los
servicios
públicos,
en
general,
incluyendo
el
canal
digital
de
provisión.
En
concreto,
se
analizarán
variables
socio-‐demográficas
y
técnicas
para
comprender
mejor
la
demanda
de
Internet
y
el
uso
de
la
e-‐Administración.
Luego,
se
desarrollará
un
análisis
estadístico
en
dos
fases.
Por
un
lado,
un
análisis
descriptivo
con
la
distribución
de
variables
en
torno
a
los
usos
y
percepciones
sobre
la
e-‐
Administración.
Por
otro
lado,
se
utilizará
la
regresión
logística
para
entender
mejor
el
uso
de
Internet
y
los
factores
que
determinan
la
utilización
de
la
e-‐
Administración
en
España.
En
definitiva,
esta
ponencia
proporciona
ideas
sobre
la
demanda
de
servicios
públicos
electrónicos,
utilizando
datos
fiables
derivados
del
CIS,
teniendo
como
objetivo
final
ofrecer
conclusiones
de
interés
no
sólo
desde
el
plano
académico,
sino
también
para
los
tomadores
de
decisión
en
torno
a
estas
materias.
Esta
ponencia
comienza
con
la
presente
introducción.
A
continuación
se
desarrolla
una
sección
en
la
que
se
describe
brevemente
el
desarrollo
de
la
política
pública
de
3. 3
e-‐Administración
en
el
caso
español.
La
tercera
sección
se
centra
en
el
estudio
de
la
demanda
de
e-‐Administración
a
través
de
la
revisión
de
la
literatura
sobre
el
tema.
En
cuarto
lugar,
se
muestran
los
datos
y
los
métodos
de
análisis
empleados
en
este
trabajo.
Los
resultados
desarrollados
en
la
quinta
sección
incluyen
el
análisis
descriptivo
de
las
variables
dependientes
e
independientes,
el
análisis
del
uso
de
Internet,
el
estudio
de
los
usos
y
percepciones
sobre
la
e-‐Administración,
así
como
el
análisis
de
la
demanda
de
e-‐Administración.
La
sección
final,
a
través
de
una
discusión
y
el
planteamiento
de
conclusiones,
completa
esta
ponencia
subrayando
los
principales
hallazgos
y
las
líneas
de
investigación
derivadas
de
esta
ponencia.
2. ADMINISTRACIÓN
ELECTRÓNICA
EN
ESPAÑA.
DEL
ESTUDIO
DE
LA
OFERTA
A
LA
DEMANDA
SOCIAL
La
e-‐Administración
en
España
cuenta
con
una
historia
de
éxito
similar
a
la
de
otros
países.
Lo
anterior
es
especialmente
cierto
cuando
se
pone
el
acento
en
la
oferta
de
servicios
electrónicos,
aunque
lo
anterior
no
es
igual
de
cierto
teniendo
en
cuenta
la
demanda
social.
Esta
sección
de
la
ponencia
proporciona
una
aproximación
al
desarrollo
de
la
e-‐Administración
en
España
durante
la
última
década,
con
el
objetivo
de
indagar
en
las
prioridades
estratégicas
implementadas
y
la
posición
de
la
ciudadanía
en
este
proceso.
Primero,
merece
la
pena
situar
el
caso
español
dentro
del
United
Nations
eReadiness
Index.
El
eReadiness
index
sobre
la
e-‐Administración
incluye
el
estudio
de
los
portales
web,
las
infraestructuras
y
usos
de
las
telecomunicaciones
e
indicadores
de
capital
humano.
Aunque
la
correlación
entre
el
eReadiness
index
y
los
usos
de
Internet
no
es
completa,
existe
una
cierta
conexión
entre
ambas
variables
(sobre
todo,
en
los
casos
situados
en
las
posiciones
más
altas
del
índice).
Al
mismo
tiempo,
se
ha
de
indicar
el
limitado
desarrollo
del
uso
de
Internet
en
la
sociedad
española,
y
cómo
este
aspecto
es
la
principal
razón
por
la
que
su
posición
no
se
corresponde
con
los
otros
indicadores
recogidos
en
la
medición
(United
Nations,
2003,
2004,
2005,
2008,
2010,
2012).
Sin
embargo,
durante
los
últimos
años,
España
ha
experimentado
una
avance
notable
en
los
portales
web,
así
como
las
infraestructuras,
sobre
todo,
la
difusión
de
banda
ancha,
haciendo
este
caso
uno
de
los
más
desarrollados
desde
el
punto
de
vista
de
la
oferta.
En
1999,
el
gobierno
español
lanzó
el
Plan
de
Acción
INFO
XXI.
Una
Sociedad
de
la
Información
para
todos.
Este
documento
de
política
siguió
claramente
los
lineamientos
generales
de
las
instituciones
europeas
desde
el
principio
(Estrategia
de
Lisboa
2000)
(Criado,
2009;
Criado,
2010).
Primero,
se
definió
un
sistema
de
proyectos
emblemáticos
en
diferentes
sectores
de
política
pública
para
lanzar
la
e-‐
Administración
(por
ejemplo,
el
eDNI,
la
eSeguridad
Social,
la
Agencia
Tributaria
en
Internet…).
Segundo,
los
proyectos
de
e-‐Administración
se
definieron
como
digitalización
de
servicios
público,
haciéndolos
más
o
menos
equivalentes
a
los
avances
en
la
prestación
de
e-‐servicios.
Tercero,
la
estrategia
adoptó
una
perspectiva
positiva
sobre
el
futuro
de
las
TIC
en
las
administraciones
públicas,
compartiendo
el
enfoque
inicial
de
la
e-‐Administración
existente
en
el
ámbito
de
la
Unión
Europea.
Estas
tres
características
definieron
las
estrategias
de
e-‐
Administración
en
España
durante
los
años
siguientes.
Por
tanto,
el
fomento
de
la
4. 4
demanda
no
se
situó
entre
las
áreas
clave
de
interés,
si
bien
este
enfoque
fue
cambiando
con
el
tiempo.
A
modo
de
ejemplo,
en
2006,
el
gobierno
español
adoptó
el
Plan
Conecta
como
un
enfoque
estratégico
para
reforzar
la
e-‐Administración
en
España.
Esta
iniciativa
estuvo
en
línea
con
la
visión
de
la
e-‐Administración
como
un
mecanismo
para
la
prestación
de
servicios
público
(oferta),
pero
también
para
mejorar
la
democracia,
la
sostenibilidad
y
la
calidad
de
vida
de
la
ciudadanía
(demanda).
En
la
misma
línea,
las
instituciones
europeas
también
prepararon
el
terreno
para
otras
dos
áreas
vitales
en
los
proyectos
recientes
de
e-‐Administración:
e-‐inclusión
y
e-‐
participación.
Progresivamente,
estas
prioridades
de
política
pública
permearon
la
estrategia
española
de
e-‐Administración,
al
mismo
tiempo
que
las
promesas
para
diseñar
una
e-‐Administración
centrada
de
el
ciudadano
no
se
cumplían
todavía.
Más
recientemente,
diferentes
iniciativas
se
han
encaminado
a
promover
la
utilización
de
la
e-‐Administración
entre
la
ciudadanía.
Por
un
lado,
la
Ley
11/2007
de
acceso
electrónico
de
los
ciudadanos
a
los
servicios
públicos,
introdujo
por
primera
vez
una
serie
de
derechos
de
los
ciudadanos
en
el
proceso
de
interacción
digitales
con
las
administraciones
públicas.
Estos
derechos
incluyen
la
posibilidad
de
comunicar
digitalmente
todo
o
parte
de
los
procedimientos
administrativos,
no
requerir
la
presentación
de
documentos
personales
ya
en
poder
de
las
administraciones
públicas,
etc.
En
particular,
implica
la
opción
de
iniciar
todos
los
trámites
administrativos
a
través
de
medios
electrónicos
con
todas
las
unidades
y
agencias
administrativas.
Por
otro
lado,
el
gobierno
español
lanzó
el
documento
nacional
de
identidad
electrónico
(eDNI),
añadiendo
otro
paso
crucial
en
el
proceso
de
la
política
de
certificación
y
de
identidad
en
España.
Hoy,
el
eDNI
ofrece
la
capacidad
de
interactuar
de
manera
segura
en
Internet
con
los
servicios
público,
incluso
con
empresas
privadas,
ya
que
se
trata
de
un
documento
certificado
y
oficial
(y
físico)
para
la
identificación
de
los
individuos
por
parte
de
las
autoridades
públicas,
con
la
garantía
para
los
ciudadanos
de
su
absoluta
confidencialidad.
Otras
iniciativas
más
recientes
se
centran
en
la
dimensión
ciudadana
de
la
e-‐
Administración.
El
movimiento
en
torno
al
gobierno
abierto
y
la
adopción
de
las
tecnologías
sociales
en
las
administraciones
públicas
españolas
ha
estimulado
una
aproximación
ciudadano-‐céntrica
a
la
e-‐Administración.
Con
la
filosofía
de
la
transparencia,
participación
y
colaboración
en
el
centro,
el
gobierno
español
ha
adoptado
las
ideas
del
gobierno
abierto
y
de
las
redes
sociales
para
promover
la
demanda
de
e-‐Administración
a
través
de
nuevos
medios.
Entre
otras
medidas,
aquí
hay
que
subrayar
el
Decreto
1495/2011
de
reutilización
de
datos
públicos,
el
portal
www.data.gob.es,
la
pertenencia
al
Open
Government
Partnership,
la
presencia
exitosa
de
la
Policía
Nacional
y
otras
instituciones
públicas
en
las
redes
sociales,
etc.
En
todo
caso,
no
está
claro
el
impacto
de
esta
estrategia
y
proyectos,
sin
embargo
en
el
futuro
la
e-‐Administración
y
las
TIC
en
las
administraciones
públicas
se
apoyarán
más
en
las
necesidades
de
los
ciudadanos
que
en
cualquier
etapa
anterior.
3. EL
ESTUDIO
DE
LA
DEMANDA
DE
ADMINISTRACIÓN
ELECTRÓNICA
5. 5
Esta
sección
revisa
la
literatura
sobre
la
brecha
digital
y
la
demanda
de
e-‐
Administración,
presenta
las
preguntas
de
investigación
y
desarrolla
las
hipótesis
del
estudio.
Uno
de
los
marcos
para
el
análisis
de
la
demanda
de
e-‐Administración
es
la
literatura
sobre
la
brecha
digital.
La
brecha
digital
es
comúnmente
conocida
como
la
diferencia
entre
las
personas
que
tienen
acceso
a
Internet
y
las
personas
que
no
lo
tienen
o
lo
tienen
con
algunas
limitaciones
(Cruz-‐Jesus
et
al.,
2012;
Ferro
et
al.,
2008;
Hargittai,
2009;
Helbig
et
al.,
2009;
Warschauer,
2003).
Resumidamente,
la
brecha
digital
se
ha
tendido
a
asociar
a
características
socio-‐
demográficas
de
los
individuos.
Sin
embargo,
el
concepto
brecha
digital
no
es
sencillo
y
ha
evolucionado
significativamente
durante
los
últimos
años.
Ferro
et
al.
(2011)
identifican
tres
enfoques
principales
para
entender
la
brecha
digital:
brecha
digital
de
acceso,
brecha
digital
multi-‐dimensional
y
brecha
digital
multi-‐perspectiva.
El
primer
tipo
(brecha
digital
de
acceso)
observa
la
brecha
digital
como
una
simple
separación
entre
“los
que
tienen”
respecto
de
“los
que
no
tienen”
con
la
atención
en
el
acceso
a
los
equipos
informáticos
(ordenadores/computadoras)
o
Internet.
El
segundo
tipo
(brecha
digital
multi-‐dimensional)
percibe
este
fenómeno
a
través
de
un
complejo
grupo
de
factores
endógenos
y
exógenos
implicando
grupos
específicos
de
la
población.
El
tercer
tipo
(brecha
digital
multi-‐perspectiva)
revela
que
ningún
grupo
social
utiliza
las
tecnologías
de
manera
inherentemente
diferente
a
otros,
pero
reconoce
que
se
usan
las
TIC
y
Internet
para
satisfacer
objetivos
muy
específicos,
ligados
a
menudo
con
sus
historias
y
ubicaciones
sociales.
La
aplicación
de
la
literatura
sobre
brecha
digital
al
estudio
de
la
e-‐Administración
refleja
el
interés
por
mostrar
el
papel
de
la
demanda
de
servicios
públicos
electrónicos.
Diferentes
estudios
han
sugerido
que
los
jóvenes,
en
comparación
con
personas
de
más
edad,
tienden
a
tener
más
acceso
a
Internet
y
a
los
servicios
de
e-‐
Administración.
Este
tipo
de
brecha
digital
se
aplica
también
a
otras
características
socio-‐demográficas
tales
como
el
género,
la
educación
formal,
la
clase
social,
el
tamaño
de
la
comunidad
o
la
auto-‐identificación
ideológica/política
(Gauld
et
al.,
2010;
Reddick,
2011;
Reddick
&
Turner,
2012).
De
hecho,
los
individuos
con
educación
universitaria
experimentarán
más
acceso
a
Internet
y
un
mayor
uso
de
la
e-‐Administración
que
otros
sin
un
grado
universitario.
La
brecha
digital
existe
también
cuando
se
distingue
el
acceso
entre
hombres
y
mujeres,
especialmente,
en
determinados
contextos
(Al
Rababah
&
Abu-‐Shanab,
2010;
Choi
&
Park,
2013),
así
como
entre
grupos
viviendo
en
comunidades
más
grandes
(ciudades)
respecto
de
las
áreas
rurales,
o
personas
con
más
ingresos
respecto
a
aquéllos
de
las
clases
más
populares.
Adicionalmente,
los
estudios
previos
han
apuntado
otros
aspectos
que
afectan
la
demanda
de
e-‐Administración.
Existe
otro
tipo
de
variables
de
interés,
incluyendo
la
intensidad
del
uso
de
Internet
o
las
perscepciones
sobre
la
e-‐Administración
en
términos
de
confianza,
satisfacción
y
valores,
“that
underlines
the
of
actual
government
performance
since
the
objective
–
that
is,
the
idea
or
notion
–
of
performance
only
raises
citizens’
expectations,
and
if
this
objective
is
not
achieved,
the
previously
mentioned
gap
widens.
The
public
expectation-‐perception
gap
can
lead
to
a
decline
in
the
public’s
trust
of
government,
a
causality
that
also
applies
to
e-‐
6. 6
government”
Nam
(2012,
pp.
350).
En
otras
palabras,
es
también
importante
entender
los
usos
de
Internet
y
las
percepciones
sobre
la
e-‐Administración
de
cara
a
tener
una
visión
completa
de
la
demanda.
Complementariamente,
algunos
estudios
recientes
han
subrayado
la
importancia
de
la
elección
de
canal
como
otra
fuente
de
entender
la
demanda
ciudadana
de
servicios
electrónicos
y
el
uso
de
la
e-‐Administración.
Reddick
&
Turner
(2012:
5)
sugieren
que
‘research
shows
that
individuals
that
only
need
information
are
more
likely
go
online
to
a
website
to
get
information,
and
individuals
that
need
to
solve
a
problem
would
most
likely
turn
to
the
phone
or
visit
an
office’.
En
otras
palabras,
las
diferencias
en
la
elección
de
canal
y
uso
de
e-‐Administración,
en
cierta
medida,
dependen
de
las
tareas
a
desarrollar
(Reddick,
2010).
Por
ello,
los
ciudadanos
pueden
elegir
diferentes
canales
de
contacto
o
una
combinación
de
canales,
dependiendo
del
tipo
de
contacto
que
tienen
y
desean
con
sus
administraciones
públicas.
Los
aspectos
anteriores
proporcionan
las
bases
para
las
tres
preguntas
de
investigación
que
guían
esta
ponencia.
¿Cuáles
son
los
factores
que
predicen
el
uso
de
Internet
entre
los
ciudadanos?
¿Cómo
se
pueden
describir
los
usos
y
percepciones
sobre
la
e-‐Administración?
¿Cuáles
son
los
factores
que
determinan
el
uso
de
la
e-‐Administración?
Estas
tres
preguntas
se
orientan
a
diferentes
aspectos
de
la
demanda
de
e-‐Administración
en
el
caso
español.
La
primera
se
centra
en
identificar
las
variables
que
predicen
la
brecha
digital
en
España.
La
segunda
busca
presentar
algunos
aspectos
descriptivos
de
la
demanda
de
e-‐
Administración
en
España,
considerando
la
escasez
de
estudios
sobre
esta
cuestión.
La
tercera
enfrenta
la
parte
más
importante
de
esta
investigación,
dado
que
se
concentra
en
los
predictores
del
uso
de
la
e-‐Administración
y
cómo
podemos
categorizar
esa
realidad.
4. DATOS
Y
MÉTODOS
Esta
investigación
usa
datos
de
encuestas
nacionales
procedentes
del
CIS.
Estos
estudios
se
basan
en
una
muestra
de
2,500
respuestas
(N=2,500)
y
proporcionan
información
sobre
la
calidad
de
los
servicios
públicos,
incluyendo
la
e-‐
Administración.
La
población
de
la
muestra
nacional
de
los
cuestionarios
incluye
personas
de
18
años
o
más,
y
la
metodología
incluye
entrevistas
personales
realizadas
en
el
domicilio
de
los
encuestados.
En
los
barómetros
del
CIS
utilizados
se
preguntan
cuestiones
relacionadas
sobre
la
situación
política
general
del
país,
la
percepción
sobre
las
administraciones
públicas,
confianza
en
el
sector
público,
usos
de
Internet,
diferentes
canales
para
interaccionar
con
las
agencias
públicas
(personal,
telefónico
e
Internet)
y
las
percepciones
y
usos
sobre
la
e-‐
Administración.
Esta
ponencia
presenta
diferentes
herramientas
analíticas
para
el
análisis
e
interpretación
de
los
datos.
Combinamos
diferentes
tipos
de
análisis,
incluyendo
desde
el
análisis
estadístico
descriptivo
hasta
el
más
sofisticado
análisis
de
regresión
logística.
En
definitiva,
esta
ponencia
proporciona
una
interesante
aproximación
a
la
demanda
de
e-‐Administración,
usando
datos
fiable
derivados
de
7. 7
un
cuestionario
de
carácter
nacional,
de
manera
que
el
objetivo
final
consiste
en
ofrecer
conclusiones
de
interés
tanto
para
académicos
como
tomadores
de
decisión.
Además,
esta
ponencia
analiza
los
datos
sobre
el
uso
de
la
e-‐
Administración
de
una
manera
innovadora
en
España,
un
caso
directamente
comparable
con
otros
de
su
misma
naturaleza
en
el
contexto
internacional.
5. RESULTADOS
En
esta
sección
se
presentan
los
datos
derivados
del
análisis
de
los
cuestionarios
y
el
tratamiento
estadístico
en
cuatro
partes.
En
la
primera
se
muestra
el
análisis
exploratorio
de
las
variables
utilizadas
en
el
análisis.
En
la
segunda
se
desarrolla
el
análisis
del
uso
de
Internet.
En
la
tercera,
se
lleva
a
cabo
el
análisis
de
los
usos
y
percepciones
sobre
la
e-‐Administración.
Finalmente,
la
cuarta
parte
tiene
en
cuenta
el
análisis
del
uso
de
los
predictores
del
uso
de
la
e-‐Administración.
En
consecuencia,
esta
parte
de
la
ponencia
se
orienta
a
desarrollar
los
resultados
derivados
del
análisis
de
los
datos
de
manera
que
se
pueda
abrir
la
discusión
ofrecida
en
la
sección
final.
Análisis
exploratorio
de
las
variables
De
entrada,
se
presentan
las
variables
socio-‐demográficas
y
técnicas
para
entender
la
demanda
de
Internet
y
el
uso
de
la
e-‐Administración.
La
Tabla
1
ofrece
distribución
de
la
muestra
de
variables
predictivas
del
uso
de
Internet
y
de
la
e-‐Administración.
En
general,
el
grupo
de
variables
independientes
del
análisis
está
relacionado
con
características
socio-‐demográficas
de
los
usuarios
de
Internet
y
la
e-‐Administración:
edad,
género,
educación
formal,
clase
social
y
tamaño
de
la
comunidad.
La
Tabla
1
también
ofrece
información
sobre
cada
factor
y
su
presencia
en
la
muestra.
Esta
grupo
de
variables
se
completa
con
el
factor
de
auto-‐identificación
que
se
centra
en
la
importancia
de
la
orientación
política
de
los
usuarios.
Finalmente,
la
intensidad
de
uso
de
Internet
se
introduce
para
entender
la
existencia
de
correlación
entre
esta
factor
y
el
uso
de
la
e-‐
Administración.
Tabla
1.
Distribución
de
la
muestra
y
las
variables
independientes
Predictor
Categorías/dominio
(N)
Proporción/
porcentajes
[P1]
Edad
Edad
desde
18
años
2,849
Media=47,
DE=17.8
min.=18,
max.=97
[P2]
Género
Hombre
1,230
49%
Mujer
1,259
51%
Total
predictor
2,489
[P3]
Educación
formal
Sin
educación
formal
124
5%
Educación
primaria
615
25%
Educación
secundaria
1,290
52%
Universitaria
básica
423
17%
Post-‐grado
30
1%
Total
predictor
2,482
[P4]
Clase
social
Obreros
no
cualificados
358
15%
Obreros
cualificados
771
32%
Nuevas
clases
medias
504
21%
Viejas
clases
medias
393
16%
Clase
alta/media-‐alta
393
16%
Total
predictor
2,419
8. 8
[P5]
Tamaño
de
la
comunidad
2,000
o
menos
habitantes
157
6%
2,001
a
10,000
habitantes
394
16%
10,001
a
50,000
habitantes
637
25%
50,001
a
100,000
habitantes
293
12%
100,001
a
400,000
habitantes
568
23%
400,001
a
1,000,000
habitantes
173
7%
1,000,001
ó
más
habitantes
267
11%
Total
predictor
2,489
[P6]
Auto-‐identificación
política
De
1
(extrema
izquierda)
a
10
(extrema
derecha)
1,699
Mean=4.8,
SD=1.8
min.=1,
max.=10
[P7]
Intensidad
del
uso
de
Internet
Todos
o
casi
todos
los
días
922
66%
De
3
a
5
días
por
semana
186
13%
1
ó
2
veces
por
semana
170
12%
Algunas
veces
a
la
semana
77
6%
Menor
frecuencia
35
3%
Total
predictor
1390
Fuente:
elaboración
propia
a
partir
de
CIS
estudio
2840
(2010)
Complementariamente,
la
Tabla
2
ofrece
la
distribución
de
la
muestra
de
variables
dependientes.
Aquí
asumimos
que
el
uso
de
Internet
y
el
uso
de
la
e-‐
Administración
son
las
variables
dependientes
del
estudio.
En
el
primer
caso,
la
cuestión
sobre
el
uso
de
Internet
categoriza
a
los
individuos
como
usuarios
si
la
han
utilizado
durante
el
pasado
año
(“¿Podría
decirme
si
ha
utilizado
Internet
en
los
últimos
doce
meses?”).
Por
otro
lado,
dentro
del
grupo
de
los
usuarios
de
Internet,
los
usuarios
de
la
e-‐Administración
se
identifican
también
con
la
utilización
durante
el
último
año
(“¿Ha
utilizado
Internet
en
alguna
ocasión
para
buscar
información
o
realizar
alguna
consulta,
trámite
o
gestión
relacionado
con
la
Administración
Pública
o
algún
centro
público?”).
De
entrada,
observamos
que
los
usuarios
de
e-‐Administración
son
casi
el
70%
de
quienes
acceden
a
Internet,
mostrando
un
dato
de
interés:
muchos
de
los
usuarios
de
Internet
son
también
usuarios
de
información
y
servicios
de
e-‐Administración,
aunque
todavía
existe
más
de
un
30%
de
usuarios
de
Internet
que
no
interaccionan
con
el
sector
público
a
través
de
medios
electrónicos.
Tabla
2.
Distribución
de
la
muestra
y
las
variables
dependientes
Predictor
Categorías/dominios
(N)
Proporción
/
porcentajes
[D1]
Uso
de
Internet
Usuarios
de
Internet
1,394
56%
No
usuarios
1,095
44%
Total
predictor
2,489
[D2]
Uso
de
e-‐Administración
Usuarios
de
e-‐Administración
944
68%
No
usuarios
435
31%
Total
predictor
1394
Fuente:
elaboración
propia
a
partir
de
CIS
estudio
2840
(2010)
Análisis
del
uso
de
Internet
Esta
parte
del
análisis
se
basa
en
la
Pregunta
de
Investigación
1:
¿cuáles
son
los
factores
que
predicen
el
uso
de
Internet
entre
los
ciudadanos?
De
cara
a
plantear
una
respuesta
a
esta
pregunta
hemos
desarrollado
una
regresión
logística
para
el
uso
de
Internet.
La
regresión
incluye
las
variables
predictivas
mostradas
en
la
Tabla
1,
con
la
excepción
de
la
intensidad
de
uso
de
Internet
(por
razones
obvias).
Por
tanto,
la
regresión
usa
la
edad,
género,
educación
formal,
clase
social,
tamaño
de
la
comunidad
y
la
auto-‐identificación
ideológica
en
el
modelo.
9. 9
En
lugar
de
una
mera
regresión
logística,
y
de
manera
que
se
puedan
evitar
efectos
no
deseados
de
la
no
correlación
entre
variables,
se
computó
una
secuencia
de
regresiones
logísticas,
eliminando
las
variables
que
no
mostraban
significación
estadística.
En
este
sentido,
primero
computamos
la
regresión
logística
con
todas
las
variables,
y
luego
eliminamos
las
variables
no
significativas
y
repetimos
la
regresión,
llegando
al
resultado
que
se
ofrece
en
la
Tabla
3.
Tabla
3.
Regresión
logística
relacionando
las
variables
independientes
con
el
uso
de
Internet
Predictor
Categorías/dominio
Estimate
Std.
Error
z-‐value
p-‐value
[P1]
Edad
Edad
desde
18
años
-‐0.076384
0.005534
-‐13.803
<
2e-‐16
***
[P2]
Género
Hombre
0.619658
0.151136
4.100
4.13e-‐05
***
Mujer
[P3]
Educación
formal
Sin
educación
formal
-‐17.798829
480.014560
-‐0.037
0.9704
Educación
primaria
-‐2.963797
0.325665
-‐9.101
<
2e-‐16
***
Educación
secundaria
-‐1.401331
0.282410
-‐4.962
6.98e-‐07
***
Universitaria
básica
Post-‐grado
-‐0.074394
0.298245
-‐0.249
0.8030
[P4]
Clase
social
Obreros
no
cualificados
-‐1.349118
0.313832
-‐4.299
1.72e-‐05
***
Obreros
cualificados
-‐1.287856
0.290579
-‐4.432
9.34e-‐06
***
Nuevas
clases
medias
-‐0.074394
0.298245
-‐0.249
0.8030
Viejas
clases
medias
-‐0.737579
0.316336
-‐2.332
0.0197
*
Clase
alta/media-‐alta
[P6]
Auto-‐
identificación
política
-‐0.096633
0.038905
-‐2.484
0.0130
*
Fuente:
elaboración
propia
a
partir
de
CIS
estudio
2840
(2010).
Signif.
p-‐value
codes:
0
‘***’
0.001
‘**’
0.01
‘*’
0.05
‘.’
0.1
‘
’
1
Los
resultados
de
la
regresión
logística
mostrados
en
la
Tabla
3
muestran
una
clara
significación
estadísticas
con
p-‐values
por
debajo
de
0.001
para
edad,
género,
educación
formal
y
clase
social.
La
auto-‐identificación
política
muestra
también
una
alta
significación
(p-‐value
<
0.05),
sin
embargo,
el
efecto
es
mejor
con
un
coeficiente
igual
a
-‐0.09,
sugiriendo
que
las
personas
conservadoras
es
un
poco
menos
probable
que
usen
Internet.
Sin
sorpresa,
la
educación
formal
juega
un
papel
esencial
en
la
predicción
del
uso
de
Internet,
sobre
todo,
las
personas
sin
un
nivel
educativo
alto
tienen
una
probabilidad
mejor
de
usar
Internet.
En
particular,
el
modelo
establece
que
la
inexistencia
de
educación
formal
tiene
un
efecto
dramático
con
un
coeficiente
que
llega
al
-‐17.8,
sin
embargo
la
evidencia
es
muy
pequeña
(con
un
p-‐value
próximo
a
1).
En
todo
caso,
en
relación
con
la
educación,
la
clase
social
desempeña
un
papel
mayor.
Existe
una
evidencia
fuerte
(p-‐value
<
0.001)
que
sugiere
que
los
obreros
no
cualificados
y
cualificados
es
menos
probable
que
usen
Internet
en
comparación
con
las
clases
medias
y
la
clase
alta.
En
esa
línea,
la
vieja
clase
media
también
tiende
a
usar
menor
Internet,
pero
la
magnitud
del
estimador
sugiere
que
la
influencia
es
menor.
Finalmente,
apreciamos
significación
estadística
(p-‐value
<
0.001)
en
referencia
a
que
los
hombres
tienden
a
usar
Internet
más
que
las
mujeres.
Usos
y
percepciones
sobre
la
e-‐Administración
Esta
parte
del
análisis
se
fundamenta
en
la
Pregunta
de
Investigación
2:
¿cómo
se
pueden
describir
los
usos
y
percepciones
sobre
la
e-‐Administración?
Considerando
las
percepciones
sobre
la
e-‐Administración,
la
Tabla
4
muestra
los
principales
beneficios
que
los
ciudadanos
observan
en
la
interacción
con
las
administraciones
públicas
a
través
de
medios
telemáticos.
Dos
categorías
(se
10. 10
evitan
los
desplazamientos/se
ahorra
tiempo)
comparten
la
mayoría
de
las
primeras
preferencias
(más
del
73%).
El
hecho
de
que
las
las
gestiones
pueden
hacerse
a
cualquier
hora
del
día
parecen
menos
importantes
(sólo
11%
de
las
primeras
preferencias).
Otras
respuestas
obtuvieron
una
mucho
menor
presencia
entre
las
opciones
de
los
ciudadanos,
sobre
todo,
la
administración
resuelve
antes
si
se
tramita
por
Internet.
Tabla
4.
Beneficios
potenciales
del
uso
de
Internet
para
interacciones
con
la
Administración
Principal
%
(2010)
Principal
%
(2009)
Diferencia
principal
(2010-‐
2009)
Segundo
lugar
%
(2010)
Segundo
lugar
%
(2009)
Diferencia
segundo
lugar
(2010-‐
2009)
Se
evitan
los
desplazamientos
45.4
49.3
-‐3.9
23.1
20.7
2.4
Se
ahorra
tiempo
27.7
24.4
3.3
32.7
36.6
-‐3.9
La
Administración
resuelve
antes
si
se
tramita
por
Internet
2.8
2.6
0.2
4.4
4.9
-‐0.5
Las
transacciones
pueden
hacerse
a
cualquier
hora
del
día
11
11
0
20.2
21.5
-‐1.3
Otra
respuesta
0.8
0.4
0.4
0.8
0.6
0.2
Ninguna
ventaja
en
absoluto
-‐
0.2
-‐
-‐
0.1
-‐
N.S.
11
11.1
-‐0.1
14.0
13.6
0.4
N.C.
1.4
0.9
0.5
4.8
2.0
2.8
(N)
(2489)
(2475)
(2489)
(2475)
Fuente:
elaboración
propia
a
partir
de
CIS
estudio
2840
(2010).
Aquí,
también
se
usó
el
estudio
2794
(2009)
para
contrastar
la
evolución
y
fiabilidad
de
los
datos.
Pregunta
37
(estudio
2840):
Independientemente
de
que
Ud.
haya
utilizado
esa
posibilidad
o
no,
¿cuál
cree
que
es
la
principal
ventaja
que
tiene
Internet
a
la
hora
de
realizar
gestiones
o
trámites
administrativos?
¿Y
en
segundo
lugar?
Por
otro
lado,
los
ciudadanos
identificaron
algunos
aspectos
como
claras
barreras
para
interaccionar
con
las
agencias
públicas
a
la
hora
de
hablar
de
los
potenciales
inconvenientes
de
la
utilización
de
Internet
para
hacer
transacciones
telemáticas.
La
Tabla
5
proporciona
aportes
significativos
sobre
la
cultura
administrativa
en
España
dado
que
la
mayoría
todavía
prefiere
la
interacción
personal
con
las
administraciones
públicas.
Por
tanto,
no
tener
contacto
directo
con
una
persona
que
te
informe
y
ayude
a
hacer
la
gestión
es
el
principal
inconveniente
que
se
destaca
a
la
hora
de
usar
los
servicios
de
e-‐Administración
(46,8%).
Adicionalmente,
también
conviene
destacar
cómo
la
inseguridad
es
también
importante
(como
principal,
21,5%,
y
como
segunda
opción,
23,3%),
incluso
mucho
más
intensamente
que
los
problemas
derivados
de
que
es
necesario
identificación
electrónica
y
realizar
transacciones
por
Internet
es
muy
complicado
(4,5%
y
7,2%,
respectivamente).
Otras
respuestas
recibieron
porcentajes
de
respuesta
insignificantes.
Tabla
5.
Inconvenientes
del
uso
de
Internet
para
interaccionar
con
la
Administración
Principal
%(2010)
Principal
%(2009)
Diferencia
principal
%(2010-‐2009)
En
segundo
lugar
%(2010)
En
segundo
lugar
%(2009)
Diferencia
en
segundo
lugar
%(2010-‐
2009)
No
tener
contacto
directo
con
una
persona
que
te
informe
y
ayude
a
hacer
la
gestión
46.8
45.8
1
15.7
18.9
-‐3.2
La
inseguridad
que
puede
tener
Internet
21.5
23.8
-‐2.3
23.3
28.8
-‐5.5
Realizar
las
gestiones
7.2
9.9
-‐2.7
12.1
14.5
-‐2.4
11. 11
por
Internet
es
demasiado
complicado
Es
necesio
tener
identificación
electrónica
4.5
5.9
-‐1.4
8.7
10.3
-‐1.6
Otras
respuestas
1.6
2.0
-‐0.4
1.9
1.9
0
Ninguna
respuesta
1.1
0.5
Ninguno
2.4
1.0
N.S.
14.1
10.4
3.7
24.8
19.0
5.8
N.C.
2.1
1.1
1
12.5
6.0
6.5
(N)
(2489)
(2475)
(2489)
(2475)
Fuente:
elaboración
propia
a
partir
de
CIS
estudio
2840
(2010)
y
estudio
2794
(2009).
Pregunta
38
(estudio
2840):
¿Y
cuál
cree
Ud.
que
es
el
principal
inconveniente?
¿Y
en
segundo
lugar?
Más
allá
del
tipo
de
administraciones
contactadas,
los
datos
sobre
el
tipo
de
interacciones
desarrolladas
(o
nivel
de
interacción)
es
un
indicador
importante
de
la
utilización
de
la
e-‐Administración.
Aquí
(ver
Tabla
6)
destacan
los
intercambios
informativos,
no
transaccionales
entre
las
administraciones
públicas
y
los
ciudadanos
vía
Internet.
Los
usos
relacionados
con
la
búsqueda
de
información
muestran
más
presencia,
sobre
todo,
para
buscar
información
de
cualquier
tipo
o
consultar
boletines
oficiales
(38%),
descargar
formularios
o
impresos
(30,4%)
y
solicitar
información
o
realizar
una
consulta
por
correo
electrónico
(21,7%).
Otras
categorías
que
implican
interacciones
de
doble
sentido
con
las
administraciones
públicas
son
mucho
menos
planteadas
por
los
ciudadanos,
aunque
es
subrayable
que
más
de
un
30%
descarguen
formularios
o
impresos
y
algunas
transacciones
se
estén
desarrollando
cada
vez
más
por
Internet
(soliciatr
una
cita
médica
o
de
renovación
de
documentos,
realizar
pagos,
etc.
Table
6.
Tipos
y
nivel
de
las
interacciones
con
las
administraciones
públicas
en
Internet
%
2010*
Buscar
información
de
cualquier
tipo
o
consultar
boletines
oficiales
38
Solicitar
información
o
realizar
una
consulta
por
correo
electrónico
21.7
Descargar
formularios
30.4
Realizar
una
inscripción
o
registro
9.4
Solicitar
una
cita
(médica,
renovar
documentos,
realizar
una
matrícula)
19.8
Solicitar
o
realizar
un
trámite
relativo
a
alguna
prestación
13.5
Realizar/tramitar
un
pago
12.9
Presentar
una
queja
o
recurso
1.2
Hacer
una
sugerencia
0.9
Participar
en
procesos
de
participación
ciudadana
0.6
Otras
respuestas
1.6
No
recuerda
0.5
N.C.
1
(N)
(807)
Fuente:
elaboración
propia
a
partir
de
CIS
estudio
2840
(2010).
Pregunta
32
(2010):
…Y
en
esa
ocasión,
¿utilizó
la
página
web
de
ese
organismo
para…?
*
Pregunta
sólo
para
quienes
han
utilizado
Internet
en
los
últimos
doce
meses
y
lo
ha
utilizado
para
realizar
gestiones
con
la
Administración
Pública
en
los
últimos
doce
meses.
Finalmente,
la
Tabla
7
ofrece
datos
sobre
la
frecuencia
de
uso
de
la
e-‐
Administración.
Aquí
se
muestra
la
existencia
de
un
grupo
atípico
de
usuarios
de
la
e-‐Administración,
dado
que
interaccionan
con
las
administraciones
públicas
menos
de
10
veces
al
año
(más
del
60%).
Esto
apoya
la
idea
de
la
existencia
de
un
escaso
nivel
de
interacción
con
las
agencias
públicas
a
través
de
medios
digitales.
Al
mismo
tiempo,
existe
un
grupo
de
usuarios
experimentados
o
regulares
que
12. 12
supera
las
100
interacciones
anuales
(9%).
En
futuros
estudios,
una
de
las
posibilidades
de
trabajo
consistiría
en
conocer
quienes
forman
parte
de
esas
dos
categorías
extremas
y,
sobre
todo,
si
comparten
algún
tipo
de
característica
común
que
correlaciona
con
esos
tipos
de
uso
(no
frecuente
y
altamente
frecuente).
Tabla
7.
Frecuencia
de
uso
de
la
e-‐Administración
%
2010*
De
1
a
10
ocasiones
62.1
De
11
a
20
ocasiones
9.4
De
21
a
40
ocasiones
3.6
De
41
a
96
ocasiones
3.6
100
o
más
9.0
No
recuerda
11.3
N.C.
0.9
(N)
(807)
Fuente:
elaboración
propia
a
partir
de
CIS
estudio
2840
(2010).
Pregunta
30
(2010):
Contando
esta
última
ocasión,
aproximadamente
en
estos
últimos
doce
meses,
¿recuerda
el
número
de
ocasiones
en
las
que
ha
utilizado
Internet
para
solicitar
información,
realizar
alguna
consulta,
trámite
o
gestión
con
la
Administración?
*
Pregunta
sólo
para
quienes
han
utilizado
Internet
en
los
últimos
doce
meses
y
lo
ha
utilizado
para
realizar
gestiones
con
la
Administración
Pública
en
los
últimos
doce
meses.
El
análisis
descriptivo
de
las
variables
de
uso
de
la
e-‐Administración
ofrece
una
idea
de
la
dimensión
social
del
fenómeno.
La
demanda
española
de
e-‐
Administración
no
es
tan
abundante
como
se
podría
esperar
de
un
país
que
cuenta
con
una
oferta
notable.
Por
otro
lado,
existen
algunas
barreras
culturales
que
no
son
fáciles
de
cambiar
en
este
momento,
y
hacen
difícil
mejorar
el
uso
de
los
servicios
y
aplicaciones
de
e-‐Administración.
Incluyen
algunos
de
los
aspectos
mencionados
y
relacionados
con
las
bajas
tasas
de
uso
de
Internet,
la
limitada
utilización
del
documento
de
identidad
electrónico
o
la
preferencia
por
tener
contacto
directo
con
alguien
que
pueda
proporcionar
información
y
ayuda
personal
para
completar
las
trasnsacciones
con
las
administraciones
públicas.
Al
mismo
tiempo,
resulta
necesario
conocer
más
sobre
el
uso
de
la
e-‐Administración
para
identificar
la
existencia
de
variables
predictivas,
tal
y
como
se
plantea
en
el
siguiente
apartado.
Análisis
del
uso
de
la
e-‐Administración
Esta
parte
del
análisis
de
datos
se
une
a
la
Pregunta
de
Investigación
3:
¿cuáles
son
los
factores
que
determinan
el
uso
de
la
e-‐Administración?
En
esta
parte
usamos
un
análisis
cuantitativo
más
sofisticado:
una
regresión
logísitica.
Las
variables
utilizadas
se
desarrollaron
en
la
Tabla
1,
adicionando
a
ello
la
intensidad
de
uso
de
Internet.
Sin
embargo,
resulta
claro
que
el
uso
de
Internet
media
el
uso
de
la
e-‐
Administración
en
la
medida
que
lo
primero
es
una
pre-‐condición
de
lo
segundo.
Por
tanto,
se
excluyen
del
análisis
todos
los
sujetos
que
no
han
utilizado
Internet
en
los
últimos
12
meses.
Como
consecuencia
de
ello,
el
valor
de
N
decrece
a
1,394
casos,
tal
y
como
mostró
la
Tabla
2.
Aquí
se
sigue
el
mismo
procedimiento
que
con
el
análisis
de
regresión
sobre
el
uso
de
Internet:
en
un
primer
paso,
se
llevó
a
cabo
la
regresión
con
todas
las
variables
predictivas,
eliminando
las
variables
sin
significación
estadística
y,
posteriormente,
repitiendo
la
regresión
hasta
que
todas
las
variables
fueran
significativas.
De
esta
manera
eliminamos
efectos
aleatorios
negativos
derivados
13. 13
de
las
variables
irrelevantes,
al
mismo
tiempo
que
se
reduce
la
complejidad
del
modelo.
La
Tabla
8
muestra
los
resultados
de
la
regresión
logística
para
el
uso
de
la
e-‐
Administración.
La
regresión
muestra
claramente
que
la
variable
predictiva
más
relevante
es
el
uso
de
Internet,
que
alcanza
la
mayor
significación
estadística
(p-‐
value
<
0.001)
y
coeficientes.
La
intensidad
de
uso
de
Internet
se
correlaciona
negativamente
con
el
uso
de
la
e-‐Administración,
de
manera
que
el
coeficiente
es
alto
cuando
la
frecuencia
de
uso
de
Internet
es
baja,
de
manera
que
cuando
se
dan
los
valores
de
menor
frecuencia,
el
coeficiente
es
-‐1.67;
cuando
es
una
o
dos
veces
por
semana,
el
coeficiente
es
menor
-‐0.91.
Las
variables
P4
(clase
social)
y
P3
(educación
formal)
también
muestran
significación
estadística,
menor
que
la
variable
D1,
si
bien
ciertamente
elevada.
El
hecho
de
pertenecer
al
grupo
de
obreros
cualificados
y
viejas
clases
medias
tiene
coeficientes
negativos
y
significación
estadística.
Así,
la
educación
formal
desempeña
un
papel
clave
como
predictor
del
uso
de
la
e-‐Administración.
También
hay
que
señalar
que
el
nivel
de
educación
de
post-‐grado
tiene
un
alto
coeficiente,
14.7,
sin
embargo,
no
cuenta
con
significación
estadística,
quizá
porque
el
tamaño
de
la
muestra
no
es
suficiente.
Table
8.
Regresión
logística
sobre
el
uso
de
la
e-‐Administración
Predictor
Categorías/dominio
Estimador
Std.
Error
z-‐value
p-‐value
[P3]
Educación
formal
Sin
educación
formal
Educación
primaria
-‐0.90719
0.38941
-‐2.330
0.019827
*
Educación
secundaria
-‐0.64104
0.22991
-‐2.788
0.005300
**
Universitaria
básica
Post-‐grado
14.70774
506.83074
0.029
0.976849
[P4]
Clase
social
Obreros
no
cualificados
-‐0.29872
0.32351
-‐0.923
0.355802
Obreros
cualificados
-‐0.67184
0.26905
-‐2.497
0.012522
*
Nuevas
clases
medias
-‐0.10176
0.25966
-‐0.392
0.695140
Viejas
clases
medias
-‐0.89854
0.29834
-‐3.012
0.002597
**
Clase
alta/media-‐alta
[D1]
Intensidad
de
uso
de
Internet
Todos
o
casi
todos
los
días
De
3
a
5
días
por
semana
-‐0.41979
0.22882
-‐1.835
0.066565
.
1
ó
2
veces
por
semana
-‐1.58312
0.43037
-‐3.679
0.000235
***
Algunas
veces
por
semana
-‐0.91866
0.21537
-‐4.265
2.00e-‐05
***
Menor
frecuencia
-‐1.67063
0.34761
-‐4.806
1.54e-‐06
***
Fuente:
elaboración
propia
a
partir
de
CIS
estudio
2840
(2010).
Signif.
p-‐value
codes:
0
‘***’
0.001
‘**’
0.01
‘*’
0.05
‘.’
0.1
‘
’
1
El
análisis
de
datos
ofrece
algunas
conclusiones
con
interés
desde
una
doble
perspectiva
teórica
y
práctica.
Una
de
ellas
es
la
existencia
de
factores
que
predicen
el
uso
de
la
e-‐Administración,
incluyendo
el
nivel
educativo
(la
educación
primaria
y
la
universitaria
básica
correlacionan
negativamente
con
el
uso
de
la
e-‐Administración),
la
clase
social
(vieja
clase
media
y
obreros
cualificados
correlacionan
negativamente
con
el
uso
de
la
e-‐Administración)
y
sobre
todo,
el
uso
de
Internet
(menos
de
cinco
ves
a
la
semana
de
uso
de
Internet
correlacion
negativamente
con
la
utilización
de
la
e-‐Administración).
En
otras
palabras,
el
uso
de
la
e-‐Administración
parece
estar
mediado
por
la
intensidad
de
uso
de
Internet,
variable
que
parece
influir
de
manera
más
probable
el
uso
de
la
e-‐Administración
que
otros
factores
de
carácter
socio-‐demográfico.
6. DISCUSIÓN
Y
CONCLUSIÓN
14. 14
En
esta
ponencia
se
ha
evidenciado
la
importancia
de
la
brecha
digital
y
de
la
demanda
de
e-‐Administración.
Por
esta
razón,
la
discusión
inicial
ha
explorado
la
relación
entre
los
usos
de
Internet
y
de
la
e-‐Administración,
presentando
las
variables
para
explicar
la
mediación
entre
ambos
fenómenos
en
el
caso
español.
Después,
usando
diferentes
técnicas
de
análisis
estadísitico
se
han
confirmado
algunas
de
las
asunciones
de
la
literatura,
incluyendo
la
existencia
de
predictores
socio-‐demográficos
del
uso
de
Internet.
Al
mismo
tiempo,
la
comprensión
de
la
demanda
de
e-‐Administración
se
ha
desarrollado
teniendo
en
cuenta
que
la
variable
predictora
más
relevante
es
la
intensidad
de
uso
de
Internet.
Consecuentemente,
en
el
caso
español
los
datos
validan
el
papel
del
uso
social
de
Internet
para
entender
el
éxito
de
la
oferta
de
servicios
de
e-‐Administración.
Por
otro
lado,
lado,
este
estudio
ha
validado
la
existencia
de
algunos
factores
demográficos
como
predictores
del
uso
de
Internet
en
España.
Como
otros
trabajos
previos
han
sugerido,
edad,
género,
educación
formal
y
clase
social
desempeñan
un
papel
importante
para
entender
los
patrones
de
uso
de
Internet
(Ferro
et
al.,
2008;
Ferro
et
al.,
2011;
Helbig
et
al.,
2009;
Manoharan
&
Carrizales,
2011).
Al
mismo
tiempo,
la
regresión
logística
realizada
sobre
ello
ha
identificado
algunas
diferencias
entre
ellos,
siendo
la
educación
formal
y
la
clase
social
las
variables
más
significativas.
En
todo
caso,
la
atención
a
este
grupo
de
variables
es
importante
para
entender
el
proceso
de
utilización
de
Internet
en
una
sociedad,
tal
y
como
determinados
estudios
recientes
han
planteado
(Cruz-‐Jesus
et
al.,
2012;
Polat,
2012).
Al
mismo
tiempo,
la
complejidad
del
fenómeno
de
la
brecha
implica
la
necesidad
de
llevar
a
cabo
futura
investigación
para
llevar
a
término
una
correcta
contextualización.
Los
usos
y
percepciones
sobre
la
e-‐Administración
en
España
reflejan
algunas
características
de
este
caso
que
merece
la
pena
subrayar.
En
este
momento,
muchos
españoles
observan
la
e-‐Administración
como
un
medio
para
eliminar
desplazamientos
y
reducir
los
tiempos
de
espera
más
y
no
como
un
medio
para
realizar
transacciones
complejas
a
través
de
Internet
o
incrementar
la
eficiencia
en
el
sector
público,
lo
cual
es
coherente
con
estudios
previos
sobre
la
materia
en
el
caso
de
España
(Criado,
2010)
e
internacionalmente
(Harfouche
&
Robbin,
2012;
Reddick,
2011).
En
otros
términos,
la
ciudadanía
todavía
no
percibe
el
potencial
de
la
e-‐Administración
para
producir
innovaciones
en
el
proceso
de
prestación
de
servicios
públicos
o
mejorar
la
transparencia,
la
participación
y
la
colaboración.
Este
punto
se
concreta
en
el
estudio
de
los
inconvenientes
del
uso
de
Internet
para
llevar
a
cabo
interacciones
administrativas
o
las
tipos
de
interacciones
con
las
agencias
públicas
usando
Internet.
Además,
esto
es
consistente
con
el
análisis
de
la
frecuencia
de
uso
de
la
e-‐Administración
en
España.
Aquí,
las
páginas
previas
han
mostrado
la
existencia
de
un
grupo
significativo
(62,1%
del
total)
de
usuarios
no
habituales
de
la
e-‐Administración
(menos
de
10
veces
por
año),
también
sugiriendo
la
debilidad
de
la
demanda
de
servicios
electrónicos
en
el
sector
público
español.
En
tercer
lugar,
el
análisis
de
los
factores
relacionados
con
el
uso
de
la
e-‐
Administración
ha
tenido
un
espacio
importante
en
esta
ponencia.
La
aplicación
de
la
técnica
de
regresión
logística
en
este
caso
ha
permitido
concluir
que
la
variable
predictora
más
importante
del
uso
de
la
e-‐Administración
es
el
uso
de
15. 15
Internet.
En
cierta
medida,
esto
es
consistente
con
los
estudios
previos
(Gauld
et
al.,
2010;
Reddick,
2011;
Reddick
&
Turner,
2012;
Verdegem
&
Verleye,
2009).
En
este
caso,
la
conclusión
es
más
refinada,
en
la
medida
que
se
sostiene
que
la
intensidad
de
uso
de
Internet,
menos
de
cinco
veces
por
semana,
se
correlaciona
negativamente
con
el
uso
de
la
e-‐Administración.
Metodológicamente,
esta
ponencia
ha
aplicado
una
propuesta
de
análisis
estadístico
antes
no
existente
en
el
caso
español.
Por
un
lado,
la
utilización
de
data
procedente
de
un
cuestionario
del
CIS
nos
ha
permitido
disponer
de
una
muestra
de
carácter
nacional.
Por
otro
lado,
la
utilización
de
regresión
logística
ha
introducido
parsimonia
dentro
del
análisis,
al
mismo
tiempo
que
se
han
utilizado
modelos
tradicionales
para
entender
la
brecha
digital
y
la
demanda
de
servicios
de
e-‐Administración.
Otro
aspecto
importante
se
refiere
al
reconocimiento
de
la
complejidad
de
la
brecha
digital
y
de
los
inhibidores
tecnológicos
de
carácter
cultura
en
España
relacionados
con
la
implantación
de
la
e-‐Administración.
En
general,
la
demanda
española
de
e-‐Administración
no
es
tan
importante
como
en
otros
países
de
su
entorno,
incluso
aunque
la
oferta
sí
sea
comparable
(Criado,
2010;
Muñoz-‐
Cañavate
&
Hípola,
2011).
En
cierta
medida,
lo
anterior
es
una
consecuencia
directa
de
la
falta
de
penetración
de
Internet
en
algunos
sectores
sociales,
todavía
renuentes
a
su
acceso
y
uso.
Y
eso
parece
ser
equivalente
a
los
servicios
de
e-‐
Administración.
Por
consiguiente,
las
políticas
públicas
deben
tener
en
cuenta
estas
facetas
problemáticas
de
la
e-‐Administración,
sobre
todo,
si
los
decisores
públicos
y
promotores
de
políticas
públicas
desean
superar
las
potenciales
desigualdades
que
es
previsible
se
vayan
generando
en
el
futuro
dentro
del
ámbito
digital.
Considerando
el
desarrollo
actual
de
la
e-‐Administración,
resulta
posible
hacer
algunas
sugerencias
de
política
pública,
particularmente
en
el
ámbito
de
los
inhibores
tecnológicos
de
tipo
cultural.
En
este
sentido,
los
temas
relacionados
con
la
demanda
deben
formar
parte
con
más
interés
de
los
intereses
de
los
responsables
de
las
políticas
públicas.
La
alfabetización
digital,
la
extensión
de
la
banda
ancha
y
los
usos
complejos
de
Internet
deben
caminar
de
la
mano
de
las
tradicionales
preocupaciones
en
el
desarrollo
de
la
e-‐Administración.
Por
un
lado,
la
prestación
de
servicios
públicos
puede
ser
simplificada,
especialmente,
en
esos
casos
en
que
la
interacción
entre
diferentes
niveles
de
gobierno
es
necesaria
en
el
proceso
de
implementación.
Adicionalmente,
la
e-‐Administración
se
ha
de
desarrollar
por
la
propia
ciudadanía
a
través
de
los
datos
abiertos,
el
open
government,
las
redes
sociales
y
las
nuevas
tendencias
tecnológicas
en
las
administraciones
públicas.
Así,
la
transparencias,
participación
y
colaboración
se
han
convertido
en
los
principios
de
la
próxima
revolución
dentro
de
las
administraciones
públicas.
Esta
ponencia
estimula
algunas
rutas
de
investigación
en
el
futuro.
Por
un
lado,
la
complejidad
de
la
demanda
de
e-‐Administración,
la
variedad
de
necesidades
de
la
ciudadanía
y
lo
inadecuado
de
soluciones
uniformes
para
ellos
será
parte
del
futuro
estudio
de
las
tecnologías
de
información
en
el
sector
público.
Además,
los
contenidos
de
este
trabajo
necesitan
ser
contrastados
con
investigación
futura
sobre
cómo
las
organizaciones
públicas
están
adoptando
acciones
para
superar
la
brecha
entre
oferta
y
demanda
de
e-‐administració.
Finalmente,
la
aplicación
de
16. 16
técnicas
complejas
de
análisis
de
datos
en
el
estudio
de
la
e-‐Administración
también
merece
más
atención.
Lo
anterior
es
especialmente
importante
ante
la
existencia
de
bases
de
datos
en
otros
países
y
contextos
con
variables
e
indicadores
comparables
sobre
la
brecha
digital
y
la
demanda
de
e-‐
Administración
de
cara
a
desarrollar
estudios
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