Este documento discute la desigualdad social en México. Señala que a pesar del valor de la igualdad, la sociedad mexicana se encuentra muy estratificada entre clases altas, medias y bajas. Existe una gran brecha entre los ingresos de las personas más ricas como Carlos Slim y los salarios mínimos. La falta de competencia económica y regulaciones adecuadas permiten que empresas monopólicas abusen de su poder. Como resultado, muchas familias pobres dependen de programas de asistencia y sus hijos a menudo dejan
1. DESIGUALDAD SOCIAL
Uno de los valores que nos han de enseñado desde pequeños, es sobre la igualdad,
sin embargo, este valor, no ha sido respetadado por la sociedad en su totalidad,
desde épocas pasadas hasta nuestra actualidad, volviéndose una problemática
común, que ha de importar y afectar a el resto de población; siendo más específicos,
a la de nuestro país México.
La desigual en México es un fenómeno complejo, relacionado con la discriminación
ética, de género y de recursos, esta última he de considerarla como la precursora
ante las demás citadas. Basta con observar a nuestro alrededor lo clasificado que
se encuentra nuestro entorno: clase alta, media y baja. La clase alta es la ocupada
comúnmente por jefes o empresarios o inclusive por figuras políticas, la clase media
por burócratas o los que ejercen alguna profesión y por último los de clase baja,
conformados por trabajadores de servicios domésticos, en actividades
agropecuarias (o de campo) y artesanales, o aquellos que subsisten de salarios
mínimos. En un estudio realizado por la Oxfam llamado “Desigualdad extrema en
México”, se analizaron los siguientes puntos: “El crecimiento económico de México
es magro, los salarios promedio no crecen y la pobreza persiste, pero la fortuna de
unos cuantos sigue expandiéndose. El país está dentro del 25% de los países con
mayores niveles de desigualdad en el mundo y es uno de los dos países más
desiguales de la OCDE (…)” ; tomando como referencia estos resultados hemos de
ver la drástica situación en la que nos encontramos, económica y socialmente,
donde solo ciertos privilegiados pueden gozar de los ingresos que el país genera,
así, el rico continua haciéndose más rico y el pobre aún más pobre; como ejemplo
a este argumento podríamos poner a Carlos Slim, uno de los cuatro mexicanos más
acaudalados que tiene alrededor de 77,000 millones de dólares en sus cuentas
bancarias, mientras “el sueldo mínimo por hora es de tan solo $ 9.26 pesos” ,
(cantidad acordada por el CONASAMI en el 2017); pero no solo aquí se encuentran
desigualdades, porque si alguien quiere crear su propia empresa la misma situación
2. del país obliga a que un fructífero negocio no de las suficientes gañanías para seguir
en pie, claro, a menos que seas un sector privilegiado, y como menciona la Oxfam
–La falta de competencia económica y un débil marco regulatorio constituyen el
escenario ideal para el abuso por parte de empresas con un cierto poder monopólico
u oligopólico-. Por razones como estas muchas familias han de ser dependientes
por ayudas de parte del gobierno e información sustentada por Enigh explica: “Más
de la tercera parte de los ingresos de los hogares más pobres dependende la ayuda
de familiares en el exterior, programas de gobierno y asistencia social privada”, de
esta manera los recursos no son los suficientes para que sus hijos puedan tener
una educación de calidad, desmotivándolos como estudiantes e incitándolos a
buscar un empleo de paga regular o baja para poder apoyar a los gastos de sus
padres, -esto resulta aún más claro en las zonas urbanas- (Forbes,2015). Pero
muchas personas no ven las cosas desde esta perspectiva, comúnmente las que
vienen de un hogar de clase alta o media, donde no es necesario dejar la
universidad por la falta de recursos, por lo tanto, creen que aquellos que no tienen
un título son inferiores o inclusive que lo importante de una persona es su clase
social y el género al que pertenece, en resumen, tienen pensamientos racistas y
machistas, pero esto depende de la educación inculcada desde el seno familiar.
A modo de conclusión, ya sabemos porque se ha formado esta abrupta diferencia
en la calidad de vida que cada mexicano posee, donde, de manera discreta, van
manejando quienes son los adinerados y los marginados, ¡provocar esto es
realmente inhumano!, dado que nosotros necesitamos que nos brinden sin
distinción las mismas oportunidades de trabajo, educativas, de salud u otros
servicios creados para sustentar un sano desarrollo en la comunidad. De esta
manera no se incitaría a que las personas se excluyeran por su género, etnia,
posición económica o social. Recordemos que todas las personas somos iguales.
3. FUENTES BIBLIOGRAFICAS:
-Esquivel, G. (2014). Desigualdad extrema en México.Oxfam. Recuperado de:
https://www.oxfammexico.org/sites/default/files/desigualdadextrema_informe.pdf
-IMCO (2015). Desigualdad Extrema en México vía Oxfam. IMCO. Recuperado de:
https://imco.org.mx/politica_buen_gobierno/desigualdad-extrema-en-mexico-via-
oxfam/
-Cortés, F. (2010). Desigualdad social. Colegio de México. Recuperado de:
http://2010.colmex.mx/16tomos/V.pdf