(1) El documento discute los desafíos actuales de la investigación educativa en el contexto de la globalización y el cambio acelerado del conocimiento. (2) Argumenta que se necesita un nuevo enfoque que valore la diversidad, la creatividad y la capacidad de enfrentar la incertidumbre, en lugar de ceñirse estrictamente al método empírico tradicional. (3) Finalmente, aboga por crear espacios que permitan la discusión y reflexión sobre estos temas, donde predomine la cooperación en lugar de la compet
1. MÁS ALLÁ DEL MÉTODO EN LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
En la actualidad estamos sumergidos en una crisis paradigmática propiciada por el fenómeno de la
globalización, donde el acceso al conocimiento y su obsolescencia se dan en forma acelerada, por ende
surge la necesidad del respeto a la diversidad en la búsqueda del saber.
Este nuevo tiempo exige crear un nuevo tipo de ser humano, que se sienta a gusto con el cambio y
lo disfrute, capaz de improvisar y que pueda afrontar con confianza la incertidumbre. Sin embargo, nos
enfrentamos con una fuerte tradición científica positivista, que con su método empírico-analítico tiende a
limitar el pensamiento creativo del investigador. Esta insiste en seguir liderando y hegemonizando el
cómo se debe conocer la realidad científicamente; lo que ha impulsado a una nueva revisión de los
paradigmas de investigación y la racionalidad: lo objetivo, lo subjetivo, lo complejo, lo crítico-dialéctico,
lo autónomo y lo creativo.
Reflexionar sobre estos elementos que atañen a dicha racionalidad científica y la disonancia que
muchas veces se plantean en la producción del conocimiento con el dogmatismo metodológico y el
fundamentalismo de los medios académicos, es una obligación imperante en este momento histórico.
La creatividad, muchas veces en los centros de formación se orienta hacia la sobrevivencia en el
proceso educativo más que a la producción legítima del conocimiento con profundidad; en vez de
producir conocimientos se obliga a la confección de un traje a la medida para cumplir un requisito en
función de un titulo o a la adquisición de un status académico y/o social.
Pienso que cuando se obliga al investigador a ceñirse a determinadas reglas, lo están impulsando a
mentir, a desviarse de la búsqueda de la verdad, a acomodar la situación para cumplir con las
exigencias de una comunidad científica élite que utiliza a la ciencia como una forma de poder. Al
respecto, Feyerabend (1994) afirma que “ninguna metodología puede ser impuesta fructuosamente en
la investigación científica”.
Las universidades en vez de desarrollar científicos están desarrollando una especie de visionarios o
pitonisas cuyos trabajos de investigación siempre han concordado con las hipótesis planteadas, pocos
informes, por no decir ninguno, indican la falsedad de esas hipótesis; ni pensarlo aunque así ocurriera
se ha transmitido la creencia de que es mal visto, de que se ha fracasado; se transmite la incapacidad
del investigador de ser certero y eso lo lleva muchas veces a forjar los resultados ¿Estas concepciones
forman investigadores? ¿Eso es hacer ciencia? Cabe señalar las palabras de Fals Borda, (1981):
“...no hagamos de la ciencia un fetiche, como si esta tuviera entidad y vida propia
capaces de gobernar el universo y determinar la forma y contexto de nuestra sociedad
presente y futura. Recordemos que la ciencia luego de ser aquel monstruoso agente
de ciencia-ficción, no es sino un producto cultural del intelecto humano; producto que
responde a necesidades colectivas, incluyendo las consideraciones artísticas,
sobrenaturales y extracientíficas y también a objetivos determinados por las clases
dominantes que aparecen en ciertos periodos históricos” (p. 25)
Todas estas inquietudes nos ocupan en este momento y ameritan la creación de espacios de
discusión y reflexión. En este proceso no tengamos miedo de desarrollar nuestra creatividad, de hacer
ciencia respetando la manera de pensar del otro. No caigamos en la trampa de la competencia ni de la
maledicencia. Que predomine en nosotros la cooperación, el respeto a la diversidad, la escucha y la
sinergia.
Dr. Jesús Leal Gutiérrez
www.jleal.tk
E-mail: jesusleal1@gmail.com