POWER POINT YUCRAElabore una PRESENTACIÓN CORTA sobre el video película: La C...
Gausa Repensando Movilidad
1. cuatro
tap
anteproyecto
r e p e n s a n d o l a m ov i l i d a d
manuel gausa
Se pretende plantear aquí el potencial propositivo de la movilidad relacionándolo con un nuevo utillaje proyectual y conceptual hoy
emergente, así como con una cierta épica optimista -ambiciosa- de lo global implicada en los profundos cambios de escala y
estructuras propios de las nuevas formas metropolitanas; favoreciendo una mirada positiva y al mismo tiempo crítica. No se trata
de seguir describiendo el paisaje "mítico" de la periferia como escenario paradigmático de un posible modelo de ciudad. Tampoco
cabe confundir el interés por analizar la lógica interna de los procesos de autoorganización que caracterizan la mayoría de las
actuales nebulosas urbanas con una aparente celebración del caos y el desorden propiciados desde el escepticismo o la renuncia
disciplinar. Por el contrario, la preocupación por intentar comprender los procesos internos que se dan en esas nuevas realidades
heterogéneas nace de una voluntad activista: la de concebir nuevos mecanismos de orden capaces de articular eficazmente los
desarrollos de unos organismos evolutivos, constantemente reajustados y recuperados. Sistemas tácticos capaces de transformar
aquellas situaciones más conflictivas respondiendo, al mismo tiempo, a los principales retos a los que éstos se enfrentan: la
reordenación estratégica del territorio, la redefinición formal de sus nuevas áreas de desarrollo, la propia reestructuración de los
trazados infraestructurales, la eficaz instrumentalización del paisaje, la definición de una adecuada relación con el entorno, etcétera.
Repensar la movilidad implica, pues, ahora:
I . Repensar la propia noción de tropismo más como un factor objetivoque como un tópico deslumbrador. Un requisito relacionado
con la progresiva libertad de relación y opción implícita en todo desarrollo social y traducida en una mayor capacidad de
comunicación, de intercambio y de acceso y, por tanto, de ocupación y apropiación de un espacio territorializado, infraestructural.
Un territorio definitivamente inacabado, en continua mutación, reciclaje y cambio; lejos ya de la aparentemente inalterable
continuidad "armónica" de la ciudad clásica.
I I . Repensar la propia estructura de ese nuevo espacio (urbano y territorial a la vez) en progresiva disolución y fractalidad, y que
se evidenciaría no ya como forma -una figura literal, reconocible, enmarcada-, sino como un sistema progresivamente abstracto
definido desde la relación, combinatoria y abierta, de flujos y capas. Acontecimientos entramado materiales e inmateriales: redes
infraestructurales y lugares de relación, en su dimensión más física. Un sistema complejo, multiescalar y destipificado, tan sólo
orientable, de modo eficazmente cualitativo, mediante órdenes tácticos flexibles, "infiltrados" y no "impuestos"; con capacidad de
evolución y distorsión; dispositivos abiertos, concebidos desde la superposición, más que composiciones cerradas hechas desde
la agregación.
I I I . Se precisa repensar la propia dimensión articuladora de unas infraestructuras entendidas como dispositivo estratégico,
independiente de toda prefiguración: mallas donde las cosas se cruzan y se entrecruzan: canales para el intercambio y la sorpresa.
Directrices neutras a plantear, en cualquier caso, más desde la eficacia de las relaciones que desde la proliferación de unos
trazados convertidos, a menudo, en marañas absurdas nacidas de múltiples decisiones coyunturales y que deberán dejar paso a
futuras operaciones de reestructuración.
I V . Se quiere repensar también la propia noción de escala y el cambio producido tanto en la propia estructura urbana como en
la forma del objeto; una escala desplazada, en efecto, de lo edilicio a lo infraestructural en una doble dimensión dicotómica similar a
la que se produce en la propia percepción metropolitana, en la que continuamente lo cotidiano se funde con lo extraordinario, lo
doméstico con lo global, lo general con lo particular, lo edificado con lo ausente...
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2. V . Repensar, entonces, la fuerza del vacío intersticial no tanto como residuo o reserva bucólica sino como instrumento
operativo, "junta" articuladora de posibles secuencias capaces de ritmar los acontecimientos en alternancias sucesivas, equilibrando
la fuerza de las volumetrías con el valor de las superficies: desarrollos "urbanos" -nuevos y viejos, "tectónicos" y densos- y
"horizontes" en los que recuperar experiencias relacionadas con la dimensión del cielo, la conciencia del suelo, los colores y la
vegetación, etcétera.
V I . Repensar, en este marco, la idea de lugar no como fragmento evocador de un "todo" coherente, sino como acontecimiento
específico y autónomo dentro de un abanico -un patchwork-estratégico y heterogéneo de estratos, situaciones y bellezas
potenciales encadenadas a partir de esa progresiva capacidad de desplazamiento que permite, en un mismo lapso de tiempo no
sólo llegar cada vez más lejos sino llegar cada vez a más lugares: lugares tradicionales -naturales y artificiales- y "nuevos
lugares" relacionados, en último término, con los propios escenarios de la movilidad: circuitos y atractores (cintas conectoras más
que trazados; referentes más que hitos); secuencias y signos (ritmos y contrarritmos marcados por un compás atonal de señales,
mensajes y trazas...); nodos e intersticios (cruces, transferencias, solapes pero también pliegues, márgenes, infields residuales
que hay que revitalizar); o vacíos y suelos ("campos", espacios vacantes, "topos" más que "tectos").
Una ciudad como "lugar de lugares", calidoscopio de oportunidades a valorar y preservar, unas, a reestructurar y transformar,
otras, desde el uso y desde la forma.
V I I . Repensar, por último, la propia estructura y la forma del objeto desde una asunción de lo topológico más que de lo
tipológico. Una forma nacida de procesos directos con lógicas internas. De datos operativos más que de mecanismos de elección
relacionados con el gusto o la prefiguración. Formas y estructuras . más ajustadas, a decisiones de estrategia más que de estética;
a procesos dinámicos más que a la suma de "detalles" coyunturales. A una manipulación directa de programas, y técnicas,
planteados no sólo como meros enunciados o simples "transmisores", sino como agentes comprometidos con el propio diseño de
una nueva espacialidad, sensible, al mismo tiempo, a la fuerza de la percepción y a la conciencia de entorno. Una espacialidad de
membranas, circuitos y espacios fluctuantes, de maclas, cruces y disoluciones;
abierta a la transgresión de los límites semánticos, funcionales, superficiales, tipológicos..., remitible a estructuras de soporte cada
vez más heterodoxas y solapadas entre sí; en las que lo reticular y euclidiano deja paso a lo heterogéneo y fractal; nuevas formas
convertidas, a su vez, en "multi-scores" insólitos relacionados con el propio universo de la movilidad. Nuevas formas concebidas,
pues, como nuevos paisajes operativos.
La historia de la época contemporánea es también la de la movilidad urbana. Es una movilidad que no se reduce solamente al
desplazamiento en el espacio. Es un proceso continuo, empezando por __ las estructuras de la economía y acabando por las
relaciones sociales. Contrariamente a lo que pudieron anunciar en su día los que anticipaban el futuro, el desarrollo de las
tecnologías de la información, de la comunicación y de los transportes, lejos de frenar la dinámica de concentración urbana, ha
participado activamente en ella. De hecho, desde los orígenes de la humanidad, el crecimiento urbano y las técnicas de
comunicación e intercambio siempre han ido a la par.
Francois Asher, "La metápolis o el final de las periferias", en Construir io ciudad sobre la ciudad, catálogo Europan, París: Europan, 1995.
infraestructura
La característica más distintiva del sistema infraestructural es su potencial estructurador del territorio. La distribución de viviendas,
industrias o comercios, la protección de bosques y zonas agrícolas, la ubicación de equipamientos y servicios, exigen una serie de
conexiones-separaciones, garantizables esencialmente por las redes y la adecuada canalización de los intercambios que éstas
articulaban.
Es decir, una doble función: estructuradora de espacios y canalizadora de flujos. Es una manifestación de globalidad que demanda
esquemas completos y anticipadores del sistema viario más allá de las coyunturas económicas.
Albert Serratosa, "El sistema viario y la política territorial", en O.P,, núm. 35, 1996
disolución
La forma de la ciudad tradicional se ha disuelto en el paisaje urbano abierto. Es éste un proceso a escala mundial, en el que la
ciudad ha dejado de ser una "isla" para pasar a componerse de muchas "ciudades dentro de la ciudad". Sybile Becker et alt.:
"Selbstorganisation urbaner SIrukturen", Arch4', núm. 121, 1994.
Está naciendo así una nueva forma de la ciudad. No es ni urbana, ni rural, ni arrabalera, pero tiene algo de los tres aspectos a la
vez. A gran escala, parece un conglomerado incoherente de funciones, desprovisto de estructuras, el resultado fortuito de millones
de decisiones aisladas. Sin embargo, esta nueva ciudad posee un elemento esencial, una lógica interna: la dimensión temporal
donde cada individuo y cada familia crean su propia ciudad a partir de la multiplicidad de lugares que frecuentan asiduamente.
Sabine Kraft, "La periferia: movilidad y proyecto urbano", en Construir la ciudad sobre la ciudad, op. cit.
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3. fractalidad
La creciente expansión de las conurbanizaciones mundiales conduce a la formación de subcentros periféricos, que crecen de
acuerdo con leyes similares a las del núcleo de la ciudad en un crecimiento policéntrico que favorece procesos acelerados de borde
por la ventaja de la cercanía tanto a las infraestructuras perimetrales como a las zonas verdes intersticiales. Sybile Becker et alt., op. Cit.
Esta "fractalidad" no caracteriza solamente el límite del paisaje, sino también el de las superficies construidas.
Estas últimas como alfombras de Sierpinsky presentan superficies vacías, pero sus bordes crecen progresivamente
más rápidamente que la propia superficie. Sabine Kraft, op. Cit.
sistema
Los asentamientos, las ciudades y las regiones son formas autoorganizadas con una estructura interior muy compleja,
compuesta de diferentes subsistemas interdependientes.
Se trata de sistemas abiertos en constante intercambio de energía, masa e información con su entorno. Sistemas formados por
múltiples unidades de rango inferior (subsistemas) en interacción constante a través de diferentes
mecanismos combinatorios. Dirk Helbing, "Strukturbuldung dynamisher Systeme", Arch"*", núm. 121, 1994-
redes
Al principio, unas pocas líneas unen siempre los núcleos importantes a un foco principal. Más adelante poblaciones
de tamaño intermedio se unen a los pequeños núcleos de su entorno particular. Sucesivamente radiocéntricas, diversas
mallas aparecen en escena de forma independiente, yuxtaponiendo unas a otras su aparente interés por integrarse.
El resultado es una maraña absurda, antifuncional y cara por la acumulación de ahorros a corto plazo.
La reconversión de estas telarañas es un objetivo de futuro. Albert Serratosa, op. cit.
lugares
La mejora en la velocidad de los transportes no se traduce en un descenso del tiempo empleado en los desplazamientos, sino en la
facilidad de acceso a espacios situados a mayores distancias. Francois Asher, op- cit.
Movilidad es tener la posibilidad de llegar a sitios diferentes de los que hemos abandonado. La ciudad nueva debe disponer de una
red de lugares particulares. Se nos ofrecen dos estrategias para alcanzar este objetivo: en primer lugar, la valoración y no la
nivelación de los paisajes y de las características topográficas; en segundo lugar, la ordenación de los puntos de confluencia de las
redes con diferentes velocidades de movimiento y de uso. Sabine Kraft, op. Cit.
La ciudad es una selva vibrante y expansiva sin límites; el espacio está dictado por el movimiento y por el tiempo, así como por los
medios de comunicación. Un paisaje moderno cultivado con todo tipo de enclaves que se desarrolla aleatoriamente en diferentes
lugares. La topografía de este trazado urbano se asemeja a una gigantesca pintura suprematista donde los nuevos programas
contrastan con los fragmentos arqueológicos. Adriaan Geuze, "A yearning for authentic city", en West 8, Rotterdam: 010 Publishers, 1995.
Inventar nuevos espacios y nuevos usos. O, más que inventarlos, aceptarlos..., responder a las demandas concretas del lugar y
resaltar su condición especifica, su escala, sus dimensiones, convírtiéndolas en algo insólito y divertido que puede ser aliado del
usuario... Yorgos Simeoforidis, "El proyecto urbano entre el lugar y el no lugar" en Construir la ciudad sobre la ciudad, op. cit.
superposición
Suelos antiguamente separados funcionalmente empiezan hoy a sustentar programas más complejos, definidos a partir de una
compleja superposición en sección de usos. Espacios antes monofuncionales dejan paso a nuevas ocupaciones mixtas: "vivienda-
terciario-equipamiento-transporte-ocio", adaptadas a las nuevas demandas metropolitanas. Manuel Gausa, "Territorio vibrátil: reconocimientos
en clave de acción", en BAU, núm. 014, 1996.
Si en la ciudad tradicional el teatro, la fábrica o la vivienda tenían una entidad propia con referencia a un consenso social estable y a
un organismo urbano, en la ciudad contemporánea los programas sólo existen en función de las conexiones recíprocas, es decir,
tienen esencias relaciónales, no tipológicas.Alejandro Zaera, "Hacia una estética de la reaparición", Quaderns, núm. 198, 1993,
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