La planificación de una auditoría es fundamental para asegurar su calidad y debe basarse en el conocimiento de la entidad a examinar y las leyes que la rigen. La planificación implica desarrollar una estrategia general, evaluar los resultados de gestión, y determinar la naturaleza y alcance de los procedimientos. El auditor debe documentar su planificación en un memorándum que incluya objetivos, alcance, normativa aplicable, áreas críticas, y presupuesto de tiempo.