Este chiste introductorio presenta un diálogo entre un político que está haciendo campaña para la presidencia municipal y varios asistentes. El político usa sinónimos para expresar sus ideas a diferentes niveles educativos. Un asistente borracho le corrige y le dice que su estado de ebriedad no significa que tenga bajo nivel cultural, y le pide que se vaya a molestar a su madre.

1. CHISTE INTRODUCTORIO PARA EMPEZAR O CONCLUIR UNA CLASE SOBRE
SINÓNIMOS.
Se encontraba en un pueblo, un político candidato a presidente municipal, en
plena campaña y su discurso era el siguiente:
¡Compatriotas, compañeros, amigos!, nos encontramos aquí convocados, reunidos,
arrejuntados, para debatir, tratar o discutir, un tópico, tema o asunto,
trascendente, importante o de vida o muerte. El tópico, tema o asunto que hoy
nos convoca reúne o arrejunta, es mi postulado, aspirantado o candidatura a la
presidencia de este municipio.
Y en esas andaba cuando de repente uno de los presentes lo interrumpe, y le dice;
Candidato, candidato, disculpe la interrupción, pero quiero saber porque para
decir algo, siempre lo hace de tres diferentes maneras. A lo que el político
responde:
Lo que pasa es que mi discurso va dirigido para toda clase de público. La primer
palabra es para personas con un alto nivel cultural, como científicos, profesores,
investigadores, etcétera.
La segunda va dirigida a personas con un cultural medio, así como usted o como
yo.
Y la tercera va dirigida a personas con un nivel cultural bajo, por los suelos, así
como, así como......
Cómo aquel borrachito que está sentado afuera de la cantina.
A lo que el borrachito, que había estado escuchando todo, ni tardo ni perezoso se
levanta e interrumpe al candidato y le contesta:
Candidato, postulante o aspirante, el hecho, razón o circunstancia, que yo me
encuentre en un estado etílico, borracho o pedo, no indica, significa o justifica,
que mi nivel cultural sea ínfimo, bajo o paupérrimo, y con todo el respeto, estima
o cariño que usted me merece, puede ir recopilando, recogiendo o arrejuntando
sus menesteres, cosas o chunches, y encaminarse, dirigirse o largarse, a
perjudicar, fregar o chingar, a su progenitora, mentora, o puta madre.