2. SISTEMA NERVIOSO
Se llama sistema nervioso al conjunto de
órganos y estructuras de control e
información del cuerpo humano,
constituido por células altamente
diferenciadas, conocidas como neuronas,
que son capaces de transmitir impulsos
eléctricos a lo largo de una gran red de
terminaciones nerviosas.
3.
4.
5.
6.
7. FUNCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO
1. Recibir Información Sensorial: Los nervios sensoriales recogen información de
todo el cuerpo y del entorno, como la temperatura, el dolor, la luz y el sonido, y luego
la transmiten al sistema nervioso central para su procesamiento.
2. Procesar Información: El sistema nervioso central, que incluye el cerebro y la
médula espinal, procesa la información recibida, la interpreta y decide cómo
responder. Esto se realiza a través de una compleja red de conexiones neuronales y
patrones de activación.
3. Generar Respuestas: Una vez procesada la información, el sistema nervioso
genera respuestas y las transmite a través del sistema nervioso periférico a diferentes
partes del cuerpo. Esto puede implicar la activación de músculos (como cuando
decides mover tu mano) o la liberación de hormonas.
8. FUNCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO
4. Coordinar Acciones y Funciones Corporales: El sistema nervioso coordina todas las
acciones y funciones del cuerpo. Esto incluye funciones involuntarias, como la frecuencia
cardíaca, la respiración, la digestión y el sueño, así como las funciones voluntarias, como
caminar o hablar.
5. Mantener la Homeostasis: La homeostasis es el equilibrio del cuerpo en términos de
temperatura, pH, concentración de iones, y muchas otras variables. El sistema nervioso
ayuda a mantener este equilibrio al ajustar las funciones del cuerpo según sea necesario.
6. Proporcionar la Base para la Cognición y la Conciencia: El sistema nervioso también
es la base de la cognición, el pensamiento, el aprendizaje, la memoria, las emociones y la
consciencia. El cerebro humano es particularmente complejo y proporciona la capacidad
para el lenguaje, el razonamiento abstracto, el arte, la música y mucho más.
9. EXPLORACIÓN NEUROLÓGICA
Es la herramienta diagnóstica más
importante en las neurociencias clínicas.
A pesar de los impresionantes avances
que existen en los métodos de
diagnóstico paraclínico en neurociencias,
no existe ningún método que supere la
cantidad de información que puede
obtenerse a través de un adecuado
examen clínico neurológico.
10. Importancia de la exploración neurológica
1.Establecer si existe o no, una lesión o una alteración
funcional en el sistema nervioso, tanto central como
periférico.
2.Señalar cuál es la topografía de esta lesión o alteración
funcional, es decir, en qué parte del sistema nervioso se
encuentra la alteración (tallo cerebral, corteza cerebral, nervio
periférico, etc.).
3.Apoyar para conocer cuál es la naturaleza o etiología de la
lesión (hemorragia, infarto, absceso, tumor, etc.).
11. Inspección general
1. La inspección va a empezar desde
que el paciente ingresa al consultorio,
o desde antes, cuando este se
encuentra en la sala de espera.
2. Se evalúa su estado de vigilia,
complexión, aspecto, posición y
forma de cabeza, tronco y
extremidades.
3. La presencia de alguna facie
característica, edad aparente y su
actitud (de pie, sentado o acostado).
4. Identificar si va acompañado o no, y
el grado de asistencia que necesita.
12. La exploración del sistema nervioso
Empieza con:
1. Una evaluación formal del estado mental para probar la
cognición y la memoria.
2. Se prosigue con la exploración de los nervios craneales.
3. El sistema motor (masa, tono y fuerza musculares;
coordinación, marcha y postura).
4. El sistema sensitivo (dolor, posición y vibración).
5. Los reflejos.
13. EXPLORACIÓN DEL ESTADO DE ALERTA Y LAS
“FUNCIONES CEREBRALES”
Toda EN debe iniciar por la evaluación del estado de alerta y
el estado mental, ya que para algunas de las maniobras
clínicas será necesario contar con la atención y colaboración
del paciente, por lo que conocer cómo se encuentra su
estado mental, nos permitirá, además de evaluar sus
funciones cognitivas, conocer cuál será su grado de
cooperación para entender y seguir las indicaciones.
1. Evaluación cuantitativa
2. Evaluación cualitativa
14. EXPLORACIÓN DEL ESTADO DE ALERTA
De conciencia (Cuantitativa)
1. Alerta o despierto: El paciente tiene los ojos abiertos, interactúa y responde
adecuadamente a los estímulos verbales.
2. Confusión (ocasionalmente se describe como obnubilación): El paciente tiene los ojos
abiertos e interactúa, pero tiene disminuida su capacidad de atención, por lo que es
posible que responda inadecuadamente a las preguntas.
3. Somnolencia o letargo: El paciente tiende a quedarse dormido si no es estimulado de
alguna manera, para alertarlo generalmente es suficiente el estímulo verbal o algún
estimulo táctil.
4. Estupor: El paciente tiene los ojos cerrados y solo tiene alguna respuesta cuando el
estímulo es muy intenso o doloroso.
5. Coma: No existe respuesta alguna a estímulos.
15. Escala de coma de Glasgow
Es una escala de aplicación neurológica que permite medir el nivel de
conciencia de una persona.
16. EXPLORACIÓN DE LAS FUNCIONES CEREBRALES
Funciones cerebrales (Cualitativa)
• Alucinaciones
• Ilusiones
• Delirios
Son alteraciones de la percepción en el que predomina un estado afectivo que genera reacciones
inadecuadas al contexto, una actividad psicomotora aumentada o deprimida, asociada a una
disminución variable de la vigilia.
17. EXPLORACIÓN DE LAS FUNCIONES CEREBRALES
1. Orientación:
• Persona
• Lugar
• Tiempo.
2. Lenguaje:
• Espontáneo (disartria, coherencia, adecuada estructura gramatical)
• Que repita algunas frases complicadas. (nombre algunos objetos cotidianos al
mostrárselos como: un reloj, una pluma, unos lentes, etc.)
• Realizar algún acto que implique varios pasos. (“tome este papel con la mano derecha,
dóblelo por la mitad con ambas manos y colóquelo sobre el suelo con su mano izquierda”.)
18. EXPLORACIÓN DE LAS FUNCIONES CEREBRALES
3. Memoria:
• De corto plazo (memorice una lista de tres objetos que no estén
relacionados ni fonológica ni semánticamente, (por ejemplo: bicicleta,
escritorio, cepillo, etc.), y unos minutos después se le pide que los
recuerde (idealmente después de haberle realizado otra pregunta
diferente que funcione como distractor).
• De mediano plazo
• De largo plazo (se le puede preguntar, por ejemplo, ¿a dónde fue o que
comió el día de ayer?, ¿en donde nació?, ¿cuál es su fecha de
nacimiento?)
4. Cálculo
Se le pide al paciente que a 100 le reste 7 de manera consecutiva en 5
ocasiones, de la siguiente manera: ¿Cuánto es 100 menos 7? Respuesta
93… ¿Cuánto es 93 menos 7? Respuesta 86… y así sucesivamente
19. ANAMNESIS
1. Cefalea: Intensidad , localización, duración y cualquier síntoma asociado, como visión doble,
cambios en la vista y debilidad o pérdida de la sensibilidad.
¿La cefalea se agudiza con la tos, los estornudos o los movimientos repentinos de la cabeza,
que pueden elevar la presión intracraneal?
2. Debilidad: Fatiga, somnolencia o perdida real de la fuerza.
¿Qué áreas del cuerpo se hallan afectadas?, ¿Se trata de una debilidad generalizada o delimitada a
la cara o un miembro?, ¿Intervienen ambos lados del cuerpo o sólo uno?, ¿Qué movimientos se ven
afectados?
3. Mareos o vértigo: Motivan una anamnesis más específica y exploración neurológica centrada en
la presencia de nistagmo (movimiento involuntario del ojo) y signos de foco neurológico. Sobre todo,
en los pacientes ancianos, asegúrate de preguntar por la medicación.
• ¿El paciente tiene la sensación de que va a desmayarse o de que está a punto de caer o perder el
conocimiento (presíncope)?, o ¿Se siente inestable y sin equilibrio (desequilibrio o ataxia)?,
¿Constata vértigo real, con sensación de estar girando o de que lo haga el entorno?
20. 4. Entumecimiento, sensibilidad, anómala o ausente: ¿Sufre hormigueo como “pinchazos y piquetes”,
una alteración de la sensibilidad llamada parestesia, sensaciones distorsionadas (disestesia) o su
sensibilidad está reducida o completamente ausente?
5. Pérdida transitoria del conocimiento: Empieza descubriendo si el paciente realmente pierde el
conocimiento. síncope o presíncope.
¿Oyó algún ruido externo o voces durante el episodio, se sintió mareado o débil, pero en realidad no llegó a
desmayarse, lo que es indicativo de casi síncope o presíncope?
¿experimentó una pérdida total del conocimiento, un síntoma más grave que representa un síncope real,
que se define como la pérdida repentina pero temporal del conocimiento y el tono postural debido a
hipoperfusión global transitoria del cerebro?
6. Crisis convulsivas: Los pacientes pueden referir lipotimias o desmayos que hacen pensar en una
convulsión, una descarga eléctrica excesiva y repentina desde las neuronas corticales. Las convulsiones
pueden ser sintomáticas, con una causa identificable, o idiopáticas.
7. Temblores y movimientos involuntarios: El temblor o «movimiento oscilatorio rítmico de una parte del
cuerpo debido a la contracción de grupos musculares opuestos» es el trastorno del movimiento más
frecuente. Puede ser un síntoma aislado o formar parte de un trastorno neurológico. Pregunte por la
existencia de temblor, agitación o movimientos corporales que el paciente aparentemente no pueda
controlar. ¿El temblor tiene lugar en reposo? ¿Empeora con los movimientos intencionados voluntarios o al
mantener una postura?
21. EXPLORACIÓN
DE LOS
NERVIOS CRANEALES
• Agudeza visual.
• Reflejo luminoso fotomotor
pupilar.
• Movimientos oculares.
• Audición.
• Fuerza facial: sonrisa, cierre
ocular.
22. NERVIOS CRANEALES
Doce pares de nervios que salen de la
bóveda craneal a través de agujeros y
canales craneales hacia estructuras de la
cabeza y el cuello.
Se numeran secuencialmente con números
romanos siguiendo un orden de rostral a
caudal según salen del cerebro.
• Los pares craneales III a XIII salen del
diencéfalo y del tronco del encéfalo.
• Los pares craneales I y II son, en
verdad, tractos fibrosos que emergen
del encéfalo.
• Algunos pares craneales poseen
únicamente una función motora o
sensitiva general, mientras que otros
están especializados para el olfato, la
visión o la audición (I, II, VIII)
24. NERVIO OLFATORIO (I)
Explore el sentido de la olfacción presentando al paciente
olores familiares no irritantes.
1. Asegúrate de que cada fosa nasal esté abierta, luego
comprime un lado de la nariz y pide al paciente que inhale
por el otro.
2. El paciente debe cerrar entonces ambos ojos.
3. Obstruya una fosa nasal y verifique la olfacción en la
otra, presentando sustancias como café. Evite los
estímulos nocivos, como el amoníaco, que pueden
estimular el V par craneal.
4.- Pregunta al paciente si huele algo y, en tal caso, de qué
se trata. Explora el otro lado.
25. NERVIO OLFATORIO (I)
Inesperado:
1. Primeramente, excluiremos las afecciones nasales, causa común de disminución o pérdida del
olfato. Puede ser bilateral (más frecuente) o unilateral.
2. Anosmia: Pérdida parcial o completa del sentido del olfato.
• Tumores del lóbulo frontal (cara inferior) como meningiomas; fracturas de la base del cráneo.
3. Parosmia: Confusión de los olores; indica lesión de la corteza cerebral.
• Histeria, psicosis, lesiones del lóbulo temporal.
4. Alucinaciones olfatorias: Percepción de los olores sin que exista estímulo externo oloroso;
indica lesión de la corteza cerebral.
• Lesiones del lóbulo temporal (hipocampo); crisis parciales o focales de origen epiléptico (crisis
uncinadas).
26. NERVIO ÓPTICO (II)
Se deben explorar los siguientes
puntos:
1. La agudeza visual.
2. Inspección del fondo del ojo.
3. Los campos visuales de
confrontación.
27. NERVIO ÓPTICO (II)
1. La agudeza visual.
• Utilice las cartas de Snellen.
• El paciente debe estar a 6 m de los optotipos. Pida al paciente
que se tape un ojo con una tarjeta (para evitar que mire a
través de los dedos) y que lea la línea más pequeña posible.
• La agudeza visual se expresa como dos números (p. ej.,
20/30): el primero indica la distancia del paciente respecto a la
carta y el segundo la distancia a la que un ojo normal puede
leer esa línea de optotipos.
Esperado: Visión 20/20
Inesperados: Miopía (deterioro de la visión lejana).
Presbicia (deterioro de la visión cercana que se observa en
las personas de mediana edad y ancianas).
28. NERVIO ÓPTICO (II)
2. Inspección del fondo del ojo
Inspeccione los fondos de ojo con el oftalmoscopio, prestando especial atención a las papilas.
Explore cada papila con cuidado en busca de protrusión y márgenes borrosos (papiledema);
palidez (atrofia óptica) y aumento de tamaño de la excavación de la papila (glaucoma).
• Se hace incidir el rayo de luz en el ojo a explorar a una
distancia de 30-35 cm en dirección nasal.
• Se observará la retina y se siguen los vasos hacia la retina
nasal hasta encontrar el disco óptico. En los vasos retinianos
se observará el calibre, regularidad, muescas en los cruces
arteriovenosos, presencia de exudados, hemorragias u otras
alteraciones.
29. NERVIO ÓPTICO (II)
3. Exploración de los campos visuales por confrontación.
La prueba de confrontación de los campos visuales es una
valiosa técnica para la detección precoz de lesiones en las
vías visuales anterior y posterior.
El médico va a comparar sus campos visuales con los del
paciente. Ambos cubrirán un ojo de manera contralateral y
deberán mirarse fijamente el ojo descubierto del otro. El
paciente deberá indicar cuando vea o deje de ver el dedo u
objeto.
• Los defectos de los campos visuales
temporales completos o parciales son:
Hemianopsia homónima
Hemianopsia bitemporal
Defectos cuadrantanópsico
• Las causas de las alteraciones en la vía
anterior son:
el glaucoma, la neuropatía óptica, la
neuritis óptica y el glioma.
• Las alteraciones de la vía posterior se
producen en:
el ictus y en los tumores quiasmáticos.
30. NERVIOS OCULOMOTOR (III), NERVIO TROCLEAR (IV) Y NERVIO ABDUCENS (VI)
Estos nervios se evalúan en conjunto, ya que todos inervan a los músculos relacionados con los
movimientos oculares.
Motilidad extraocular
Mirar continuamente los movimientos
oculares del paciente para evaluar si son
conjugados y simétricos.
1. Inspeccionar la amplitud y simetría de
la hendidura palpebral.
2. Inspeccionar que la mirada conjugada
sea normal; es decir, que ambos
globos oculares se encuentran
simétricos, en posición central cuando
se encuentran en reposo y no
presenten ninguna desviación.
31. Motilidad intraocular
1. Reflejo fotomotor directo: Perpendicularmente al ojo, se dirige un haz
luminoso a la oreja del paciente y se desplaza medialmente hasta que
incide sobre la pupila. Deberá observarse contracción de la pupila (miosis)
en el ojo estimulado.
2. Reflejo consensual o fotomotor indirecto: El estímulo y la respuesta
son los mismos, sólo que esta vez deberá ponerse atención en el ojo
contralateral, en el cual deberá observarse la contracción de la pupila
contralateral.
La realización de ambos reflejos permitirá, en el caso de una midriasis
pupilar unilateral, diferenciar si se trata de una alteración del nervio óptico
(II) vs. nervio oculomotor (III).
Evaluar
• Morfología y diámetro de las pupilas: Forma (circular), contorno (regular), situación (central), tamaño (2-5 mm)
y simetría (isocoria), asimetría (anisocoria).
• Reflejos pupilares: Se trata de reflejos mixtos en los que participa tanto el II nervio (componente aferente),
como el III nervio (componente eferente).
32. Esperado:
Ambas pupilas de igual tamaño, respuesta consensual y
equivalente de acomodación y a la luz, movimientos oculares
simétricos en los seis puntos cardinales de la mirada.
Alteraciones de la pupila:
• Discoria. Alteración de la forma circular normal de la pupila.
Pupila excéntrica o ectópica.
• Anisocoria. Consiste en la desigualdad de tamaño entre las dos
pupilas.
• Miosis. Es la disminución del tamaño de la pupila por debajo de
2 mm.
• Midriasis. Es el aumento del tamaño de la pupila por encima de
5 mm.
33. NERVIO TRIGÉMINO (V)
Motora
Por inspección se valora el trofismo de los
músculos masetero y temporal.
Sensitiva
Se explora la sensibilidad facial táctil de
las tres ramas del nervio:
• Oftálmica, maxilar y mandibular.
34. NERVIO TRIGÉMINO (V)
Motora
• Al palpar los músculos temporal y
masetero, pida al paciente que apriete
los dientes.
• Observe la fuerza de contracción
muscular.
• Pida al paciente que mueva la
mandíbula de un lado a otro.
Palpación de los
músculos temporales
Palpación de los
músculos maseteros
35. Explora la sensibilidad dolorosa en ambos lados de la frente, los pómulos y la mandíbula.
Primero explicar al paciente lo que se hará:
1. El paciente debe cerrar los ojos.
2. Utiliza un objeto punzante adecuado, como un alfiler o un
hisopo de algodón.
3. Mientras realizas la prueba, cambia de forma ocasional el
extremo romo por el agudo para contrastar los estímulos.
4. Pregunta al paciente si nota un objeto “punzante” o “romo” y si
la sensación es la misma en uno y otro lado.
Prueba de la pérdida de sensibilidad
facial
Si descubre alguna anomalía, confírmela verificando la
sensibilidad térmica y tacto superficial.
Sensitivo
36. Reflejo corneal
Prueba de la pérdida de sensibilidad
facial
El parpadeo está ausente en las lesiones del NC V o
VII.
1. Diga al paciente que mire hacia arriba y hacia el lado
opuesto.
2. Aproximándote por el otro lado, fuera de la línea de visión
del paciente y sin rozar las pestañas, toca con suavidad la
córnea (no sólo la conjuntiva) con un trozo fino de algodón.
Si el paciente es aprehensivo, puedes disipar su miedo
tocando primero la conjuntiva.
3. Valora el parpadeo ocular, una reacción normal a este
estímulo.
• El ramo sensitivo de este arco reflejo lo transporta el
V par craneal y el motor el VII par craneal.
37. NERVIO FACIAL (VII)
El aplanamiento del pliegue nasolabial y la caída del
párpado inferior indican debilidad facial.
La lesión periférica del PC VII, por ejemplo, en la parálisis
de Bell, afecta tanto a la parte superior como inferior de la
cara; la lesión central afecta principalmente a la mitad
inferior.
En la parálisis de Bell también se observan pérdida del
gusto, hiperacusia y aumento o disminución del lagrimeo
Inspeccione la cara en reposo y mientras habla con el
paciente. Observe cualquier asimetría (p. ej., de los
pliegues nasolabiales) y tics u otros movimientos
anormales.
39. NERVIO FACIAL (VII)
Evaluar la función motora, se pide al paciente que realice
diferentes movimientos o gestos faciales comenzando
por la frente y terminando con la boca.
Por ejemplo:
1. Levante las dos cejas.
2. Las frunza.
3. Cierre ambos ojos con fuerza de manera que no
puedas abrirlos.
Evalúa la fuerza muscular tratando de abrirlos.
4. Enseñe los dientes superiores e inferiores.
5. Sonría.
6. Infle las mejillas.
40. NERVIO VESTIBULOCOCLEAR (VIII)
Está formado por dos nervios: el nervio vestibular
y el nervio coclear.
Valora la audición con la prueba del susurro.
• Para empezar las pruebas de detección
sistemática, pregunte al paciente «¿tiene la
sensación de haber perdido oído o de tener
dificultades para oír?». Si la respuesta es
afirmativa, realice la prueba del susurro.
• La prueba del susurro es una prueba de
detección fiable de hipoacusia si el
explorador usa un método estandarizado y
expulsa todo el aire antes de susurrar.
41. NERVIO VESTIBULOCOCLEAR (VIII)
1. Póngase de pie detrás del paciente sentado, a una distancia de
unos 60 cm, de manera que el paciente no pueda leerle los labios.
2.Tape el oído que no se explora con un dedo y frote suavemente el
trago con un movimiento circular para evitar la transferencia de sonido
al oído que no explora.
3. Expulse todo el aire antes de susurrar para garantizar una voz muy
baja.
4. Susurre una combinación de tres números y letras, por ejemplo 3-U-
1.
5. Utilice una combinación de números y letras distinta para el otro
oído.
Interpretación:
• Normal: el paciente repite la secuencia correctamente.
• Normal: el paciente responde incorrectamente, por lo que hay que
repetir la prueba con una combinación distinta de letras y números;
el paciente repite correctamente por lo menos tres de los seis
números o letras posibles.
• Anormal: cuatro de los seis posibles números y letras son
incorrectos. Realice otra prueba mediante audiometría. (Las
pruebas de Weber y Rinne son menos precisas y exactas)
42. NERVIO GLOSOFARÍNGEO (IX) Y NERVIO VAGO (X)
Se exploran juntos, pues inervan estructuras relacionadas funcionalmente.
Pida al paciente que diga «aaaa…» o que bostece mientras
usted observa los movimientos del paladar blando y de la
faringe.
El paladar blando asciende normalmente de manera simétrica, la
úvula permanece en la línea media y cada lado de la parte
posterior de la faringe se desplaza hacia dentro, como una
cortina.
La úvula ligeramente curva de algunas personas normales no
debe confundirse con una desviación de la úvula por una lesión
del X par craneal.
• Escuche la voz del paciente. ¿Está ronco o tiene una calidad
nasal?
La ronquera se observa en la parálisis de las cuerdas vocales; la voz
nasal en la parálisis del paladar.
• ¿Tiene dificultades para deglutir? Las dificultades para deglutir
indican debilidad faríngea o palatina.
43. NERVIO GLOSOFARÍNGEO (IX) Y NERVIO VAGO (X)
Avise al paciente de su deseo de explorar el reflejo faríngeo, que consiste en elevar la
lengua y el paladar blando y constreñir los músculos faríngeos. Estimule ligeramente la
parte posterior de la garganta en cada lado y observe el reflejo faríngeo. Muchos sujetos
sanos presentan un reflejo faríngeo disminuido.
La ausencia unilateral de este
reflejo denota una lesión del
PC IX y a veces del X.
44. NERVIO ACCESORIO (XI)
Se encarga de la inervación motora de los músculos trapecio y esternocleidomastoideo.
Se evaluará el:
• Trofismo (por inspección)
• Tono, fuerza y simetría de ambos músculos.
Explore desde atrás en busca de atrofia o fasciculaciones del
músculo trapecio, y compare un lado con el otro.
Las fasciculaciones son movimientos parpadeantes,
irregulares y finos de pequeños grupos de fibras musculares.
Pida al paciente que encoja ambos hombros, levantándolos
haciendo fuerza contra sus manos. Observe la fuerza y la
contracción de los trapecios.
45. NERVIO ACCESORIO (XI)
La debilidad del trapecio con atrofia y fasciculaciones
indica un trastorno de los nervios periféricos. En la
parálisis del músculo trapecio, el hombro cae y la
escápula se desplaza hacia abajo y hacia fuera.
• Pida al paciente que gire la cabeza hacia
cada lado, oponiendo usted resistencia con su
mano.
• Observe la contracción del
esternocleidomastoideo del lado contrario y
fíjese en la fuerza del movimiento contra su
mano
46. NERVIO HIPOGLOSO (XII)
1. Esté atento a la articulación de las palabras del paciente, que
depende de los pares craneales V, VII, X y XII.
2. Inspeccione la lengua del paciente en el suelo de la boca.
3. Busque atrofia o fasciculaciones.
4. A menudo se observan movimientos más bastos en lenguas
normales.
5. Luego pida al paciente que saque la lengua.
6. Haga que el paciente mueva la lengua de un lado a otro y
observe la simetría del movimiento.
7. Pida al paciente que con la lengua empuje cada mejilla por
dentro mientras usted palpa por fuera la fuerza.
8. Explore su asimetría, atrofia o desviación de la línea media.
47. NERVIO HIPOGLOSO (XII)
Alteraciones:
1. Trofismo y fasciculaciones: Cuando hay atrofia de
un lado, el lado paralizado parece más deprimido en
sentido vertical, más aplanado que el normal. Cuando
hay atrofia de la mitad de la lengua, el lado atrofiado
que corresponde al mismo lado de la lesión del nervio
presenta los caracteres descritos. Pueden haber
fasciculaciones.
2. Posición central o desviada de la lengua. El lado
hacia el que se desvía la punta es el lado en que
asienta la lesión. Recuerde descartar las falsas
desviaciones, cuando hay parálisis facial o cuando
faltan piezas dentarias.
3. Fuerza muscular segmentaria de la lengua,
buscando su disminución.
48. EXPLORACIÓN DEL SISTEMA MOTOR
La exploración de la motilidad voluntaria se explora
evaluando aspectos del músculo:
Postura
Masa
Tono
Fuerzas musculares
Coordinación
Músculos que se evalúan:
Bíceps y tríceps en las extremidades
superiores mediante la flexión y extensión del
codo.
Cuádriceps e isquiotibiales, bíceps,
semitendinoso y semimembranoso en las
extremidades inferiores mediante la extensión
y flexión de la rodilla.
49. Postura corporal.
Observar la postura corporal del paciente durante el movimiento y el reposo.
Movimientos involuntarios.
Buscar movimientos involuntarios, como temblores, tics o fasciculaciones.
Observar su localización, calidad, frecuencia, ritmo y amplitud, y su relación con
la postura, la actividad, la fatiga, la emoción y otros factores.
Masa muscular. Inspecciona el tamaño y el contorno de los músculos. ¿Son
planos o cóncavos? Esto indicaría una atrofia. En tal caso, ¿se trata de un
proceso unilateral o bilateral?, ¿proximal o distal?
50. MASA MUSCULAR
• Atrofia muscular: Pérdida de la masa
muscular, o consunción. Se debe a
enfermedades del SNP, como la
neuropatía diabética, y también a
enfermedades de los propios
músculos.
• Hipertrofia: Aumento de la masa con
una fuerza proporcional, mientras
que el aumento de la masa con
disminución de la fuerza se conoce
como seudohipertrofia, que se
observa en la distrofia muscular de
Duchenne.
• Cuando explore la atrofia preste especial atención a las manos, los hombros y los muslos.
• Los espacios entre los metacarpianos, donde se encuentran los músculos interóseos, han de
estar ocupados o sólo ligeramente deprimidos.
Mano de una mujer
de 44 años.
Mano de una mujer
de 84 años.
51. • Las eminencias tenar e hipotenar suelen estar llenas y convexas.
• El aplanamiento de las eminencias tenar e hipotenar, y la aparición de surcos entre
los metacarpianos, indica atrofia.
Mano de una mujer de
44 años.
Mano de una mujer
de 84 años.
52. TONO MUSCULAR
1. Pida al paciente que se relaje.
2. Tome una de sus manos con la suya y, apoyando el codo,
flexione y extienda los dedos, la muñeca y el codo del
paciente, y haga que el hombro se mueva en una amplitud
moderada.
3. Observe el tono muscular de cada lado, la resistencia que
ofrece a sus movimientos.
Éste puede evaluarse observando la resistencia del músculo al estiramiento pasivo.
Si sospecha que la resistencia está disminuida:
Sujete el antebrazo y desplace la mano hacia delante y hacia
atrás de manera suave. En condiciones normales la mano se
desplaza libremente, pero no de forma laxa.
La flacidez marcada revela hipotonía muscular,
generalmente por un trastorno del SMP.
53. TONO MUSCULAR
Para explorar el tono muscular en los miembros inferiores:
1. Aguante el muslo del paciente con una mano, sujete el pie con la otra, y flexione y extienda la
rodilla y el tobillo de cada lado.
2. Observe la resistencia a sus movimientos..
Inesperado:
• Espasticidad: Aumento del tono que empeora en los extremos de la
amplitud de movimiento. Propia de las enfermedades de la vía
corticoespinal central, depende de la frecuencia y aumenta con los
movimientos rápidos.
• Rigidez: Incremento de la resistencia en toda la amplitud de
movimiento que se da en ambas direcciones y no depende de la
frecuencia.
54. FUERZA MUSCULAR
• Las personas sanas tienen una fuerza muy cambiante, pero la edad, el sexo y el entrenamiento
muscular podrían influir en algún cambio.
• El lado dominante es por lo general ligeramente más fuerte que el lado no dominante (Tomar en
cuenta esta diferencia cuando compare los dos lados).
55. FUERZA MUSCULAR
Métodos para explorar los principales grupos musculares:
Verifique la flexión (C5, C6: bíceps)
del codo haciendo que el paciente
empuje su mano.
Verifique la extensión (C6, C7, C8: tríceps) del
codo haciendo que el paciente tire de su mano.
56. .
Compruebe la extensión de la muñeca (C6, C7,
C8: nervio radial, extensores radiales largo y
corto del carpo)
1. Pidiendo al paciente que cierre la mano y
resista a su empuje hacia abajo.
Verifique la prensión (C7, C8, T1).
1. Pida al paciente que apriete dos de sus dedos con
la máxima fuerza y no los suelte. Normalmente
usted debe notar una dificultad para extraer los
dedos.
La prensión débil se observa en la
radiculopatía cervical, la tenosinovitis de
De Quervain, el síndrome del túnel
carpiano, la artritis y la epicondilitis.
La debilidad para la extensión se observa en
enfermedades de los nervios periféricos, (lesión
del nervio radial, y del SNC, produciendo
hemiplejía)
57. .
Compruebe la abducción de los dedos (C8, T1:
nervio cubital).
1. Coloque la mano del paciente con la palma hacia
abajo y los dedos separados. Pídale que no deje
que le junte los dedos.
La abducción débil se observa en los trastornos
del nervio cubital.
Verifique la oposición del pulgar (C8, T1: nervio
mediano).
1. El paciente debe intentar tocar la yema del
meñique con el pulgar y usted deberá oponer
resistencia.
La oposición débil del pulgar se ve en los
trastornos del nervio mediano, como el
síndrome del túnel carpiano
58. .
Compruebe la flexión de la cadera (L2, L3, L4:
músculo iliopsoas)
1. Colocando la mano en el muslo del paciente y
pidiéndole que lo levante contra su resistencia.
Verifique la aducción de la cadera (L2, L3, L4:
aductores).
1. Apoye con fuerza sus manos en la cama entre las
rodillas del paciente y pídale que intente juntar las
piernas.
Explore la abducción de la cadera (L4, L5, S1: glúteos
medio y menor).
1. Coloque las dos manos con fuerza sobre la cama,
por fuera de las rodillas del paciente, y pídale que
separe las piernas haciendo fuerza contra sus
manos.
Verifique la extensión de la cadera (S1: glúteo mayor).
1. Pida al paciente que empuje la parte posterior del
muslo contra la resistencia de su mano.
La debilidad simétrica de los músculos
proximales indica una miopatía; la debilidad
simétrica de los músculos distales indica
una polineuropatía o trastorno de los
nervios periféricos.
59. Compruebe la extensión de la rodilla (L2, L3, L4:
cuádriceps).
1. Apoye la rodilla en flexión y pida al paciente que la
enderece contra la fuerza de su mano. El
cuádriceps es el músculo más fuerte del cuerpo,
así que espere una respuesta efectiva.
Verifique la flexión de la rodilla (femorales
posteriores).
1. Coloque la pierna del paciente con la rodilla
flexionada y el pie apoyado en la cama.
2. Pídale que mantenga el pie hacia abajo
mientras usted trata de enderezar la pierna.
60. Compruebe la dorsiflexión (fundamentalmente tibial anterior) y la flexión plantar (fundamentalmente
gastrocnemio, sóleo) del tobillo:
1. Pidiendo al paciente que tire del pie hacia arriba o hacia abajo contra su mano.
DORSIFLEXIÓN DEL TOBILLO FLEXIÓN PLANTAR DEL TOBILLO
61. La coordinación de los movimientos musculares exige el funcionamiento integrado de cuatro áreas del
sistema nervioso:
1. El sistema motor, con la fuerza muscular.
2. El sistema cerebeloso (también parte del sistema motor), con sus movimientos rítmicos y el
mantenimiento de la postura.
3. El sistema vestibular, con el equilibrio y la coordinación de los movimientos de los ojos, la cabeza y
el cuerpo.
4. El sistema sensitivo, con la sensibilidad postural.
Para evaluar la coordinación, observe cómo el paciente ejecuta:
• Los movimientos alternantes rápidos.
• Los movimientos de una punta a otra.
• La marcha y otros movimientos corporales relacionados.
• La posición en condiciones específicas.
COORDINACIÓN
62. Miembros superiores.
1. Muestre al paciente cómo golpear el muslo con la
mano, levantar la mano, darle la vuelta y golpear con la
otra parte en el mismo sitio. Pídale que repita estos
movimientos alternantes con la máxima velocidad.
Disdiadococinesia: En la enfermedad cerebelosa, un movimiento no puede seguirse rápidamente del contrario y
el conjunto es lento, irregular y torpe.
La paresia de la motoneurona superior y la enfermedad de los ganglios basales también pueden alterar los
movimientos alternantes rápidos, pero no de la misma manera.
2. Muestre al paciente cómo percutir la articulación distal
del pulgar con la yema del dedo índice, con la máxima
velocidad. Observe de nuevo la velocidad, el ritmo y la
suavidad de los movimientos. La mano no dominante suele
moverse peor.
MOVIMIENTOS ALTERNANTES RÁPIDOS
63. Miembros superiores: prueba dedo-nariz.
1. Pida al paciente que le toque el dedo índice y luego se toque la nariz de forma alternativa varias
veces. Mueva su dedo para que el paciente tenga que cambiar de dirección y extender
completamente el miembro para alcanzarlo.
En la enfermedad cerebelosa, los movimientos son torpes, inestables y varían
con una velocidad, fuerza y dirección inadecuadas. El dedo puede sobrepasar
inicialmente el objetivo, pero acaba llegando a él bastante bien. Estos
movimientos se denominan dismetría. El temblor de intención puede aparecer
al final del movimiento.
2. Ahora, sostenga el dedo índice en un lugar que el paciente
pueda alcanzar con el miembro superior y el dedo extendido.
Pídale que eleve el brazo por encima de la cabeza y luego lo baje
hasta tocarle el dedo. Después de varias repeticiones, dígale que
cierre los ojos y lo intente varias veces más. Repítalo
en el lado contrario. Normalmente una persona puede alcanzar el
dedo del explorador de manera satisfactoria con los ojos abiertos
y cerrados. Estas maniobras verifican el sentido postural y las
funciones del laberinto y del cerebelo.
64. Miembros inferiores: prueba talón-rodilla.
1. Pida al paciente que coloque el talón sobre la rodilla contraria y lo baje por la tibia hasta alcanzar
el dedo gordo. Observe la suavidad y precisión de los movimientos. La repetición del movimiento
con los ojos cerrados mide el sentido postural. Repítalo en el lado contrario.
En la enfermedad cerebelosa, el talón puede salirse de la rodilla y bajar oscilando por la tibia.
Cuando desaparece el sentido postural, el talón se eleva en exceso y el paciente trata de mirar. La
ejecución con los ojos cerrados es mala.
Marcha.
1. Pida al paciente que camine por la habitación o por el vestíbulo, se gire y
regrese. Observe la postura, el equilibrio, el balanceo de los brazos y los
movimientos de las piernas. Normalmente, el equilibrio es fluido, los
miembros superiores oscilan a los lados y los giros se ejecutan con
suavidad.
La marcha sin coordinación, con tambaleo e inestabilidad, se denomina atáxica. La
ataxia puede obedecer a enfermedad cerebelosa, pérdida del sentido postural o
intoxicación.
65. Marcha en tándem, en línea recta, colocando un pie inmediatamente delante del otro.
La marcha en tándem puede revelar una ataxia no reconocida con anterioridad.
Marcha de puntillas y luego de talones. Pruebas sensitivas que miden, respectivamente, la flexión
plantar y la dorsiflexión de los tobillos, así como el equilibrio.
La marcha de puntillas y sobre los talones puede revelar una paresia distal de los miembros
inferiores. La incapacidad para caminar sobre los talones es una prueba sensible para la paresia del
tracto corticoespinal.
Salto alternante sobre cada pie (si el paciente no está demasiado
enfermo). El salto requiere los músculos proximales de los miembros
inferiores y también los distales, y exige un buen sentido postural y una
función cerebelosa normal.
La dificultad para el salto puede obedecer a debilidad, falta del
sentido postural o disfunción cerebelosa.
Ejecutar una ligera flexión con la rodilla, primero de un miembro y
luego del otro. Sujete el codo del paciente si cree que corre peligro
de caer.
En este caso, la dificultad denota una debilidad proximal (extensores
de la cadera), del cuádriceps (extensor de la rodilla) o ambas.
66. Levantarse de una silla sin apoyar los miembros superiores y subirse a un taburete, que sea
resistente, constituyen pruebas más idóneas que el salto o la flexión de la rodilla si un paciente tiene
una edad avanzada o es menos robusto.
La debilidad de los músculos proximales, que afecta a la cintura pélvica y a los miembros inferiores,
causa dificultades para ambas actividades.
Postura erguida. Las dos pruebas siguientes pueden realizarse a la vez. Sólo se diferencian en la
postura de los miembros superiores y en lo que exploran. En cada caso, colóquese lo bastante cerca
del paciente para que no se caiga.
Prueba de Romberg. Se trata fundamentalmente de una prueba del sentido postural. El paciente
permanece de pie con los pies juntos y los ojos abiertos, y luego cierra los ojos durante 30 s a 60 s
sin ningún tipo de apoyo. Advierta la capacidad del paciente para mantener la postura erguida.
Normalmente, sólo ocurre un mínimo balanceo.
En la ataxia por enfermedad de los cordones posteriores con pérdida del sentido postural, la
visión compensa la pérdida sensitiva. El paciente mantiene bien la postura erguida con los ojos
abiertos, pero pierde el equilibrio cuando los cierra, lo que se conoce como signo de Romberg
positivo. En la ataxia cerebelosa el paciente tiene dificultades para mantenerse de pie con los pies
juntos, tanto con los ojos abiertos como cerrados.
67. Prueba de la desviación pronadora. El paciente debe mantener la postura erguida durante 20 s a
30 s con los dos miembros superiores extendidos hacia delante, con las palmas hacia arriba, y los
ojos cerrados. Si una persona es incapaz de mantener la posición de pie, puede explorarse la
desviación pronadora en sedestación. En cualquier caso, una persona sana podrá mantener bien la
posición de los miembros superiores.
La desviación pronadora es la pronación de un antebrazo. Resulta sensible y específica para una
lesión de la vía piramidal originada en el hemisferio contralateral. Puede también producirse una
desviación hacia abajo del miembro superior con la flexión de los dedos y del codo
Ahora pida al paciente que mantenga los miembros superiores hacia arriba, con los ojos cerrados,
tal como se muestra en la imagen siguiente, y luego, con un movimiento rápido, desplácelos usted
hacia abajo. Normalmente los miembros superiores retornan de manera suave hasta la posición
horizontal.
Para esta respuesta se necesita fuerza muscular, coordinación y un buen sentido postural.
68. La desviación a un lado o hacia arriba, a veces con
movimientos de búsqueda o con torsión de las manos,
denota una pérdida del sentido postural. El paciente
no siempre reconoce el
desplazamiento y, si se le pide que lo corrija, lo hace
mal. En caso de falta de coordinación cerebelosa, el
miembro retorna a la posición original, pero la
sobrepasa y rebota.
70. Dolor
1. Utilice la punta de un alfiler o seguro, la punta de un hisopo de algodón roto o
cualquier otro utensilio adecuado. De manera ocasional puedes sustituir la punta
por el extremo romo.
Pregunta al paciente:
¿Nota un objeto punzante o romo?” o, si está comparando ,“¿Nota lo mismo que
ahora?”.
Aplica la presión más ligera que se necesite para lograr el estímulo punzante y
procura que no salga sangre.
Para evitar contagiar una infección transmitida por vía sanguínea, desecha de
forma segura el alfiler o cualquier otro objeto que hayas utilizado. No lo reutilices
con ninguna otra persona.
• La analgesia se refiere a la ausencia de la sensibilidad dolorosa.
• La hipoalgesia a una disminución de la sensibilidad dolorosa.
• La hiperalgesia a un aumento de esta sensibilidad.
71. Temperatura
Esta prueba suele omitirse si la sensibilidad
al dolor es normal, pero se incluye en caso
de deficiencias sensitivas. Utiliza dos tubos
de ensayo, uno lleno de agua caliente y otro
de agua fría, o un diapasón calentado o
enfriado con agua.
• Toca la piel del paciente y pregúntale si
nota “frío” o “calor”.
Tacto superficial
• Con un poco de algodón fino, toca ligeramente
la piel evitando presionar.
• Pide al paciente que te avise cada vez que
perciba que lo tocas y que compare lo que
siente en un lado con lo que siente en el otro.
• La piel con callosidades por lo general es
insensible y debe evitarse.
La anestesia es la ausencia de sensación táctil.
La hipoestesia es la disminución de la sensibilidad táctil.
La hiperestesia es el aumento de esta sensibilidad.
72. Vibración.
1. Utiliza un diapasón de un tono bajo, de 128 Hz.
2. Percútelo sobre el talón de la mano y apóyalo con
fuerza en la articulación interfalángica distal de un dedo
de la mano y luego en la del dedo gordo.
3. Pregunta al paciente qué nota. Si no estás seguro de si
es presión o vibración, pide al paciente que te avise
cuando la vibración desaparezca y luego toque el
diapasón para pararlo.
4. Si se observa alteración del sentido vibratorio, continúa
explorando prominencias óseas más proximales (p. ej.,
muñeca, codo, maléolo interno, rótula, espina ilíaca
anterosuperior, apófisis espinosas y clavículas).
• El sentido vibratorio suele ser el primero que desaparece en una neuropatía periférica y aumenta
en 16 veces la probabilidad de ésta.
• La exploración del sentido vibratorio en el tronco ayuda a establecer el nivel de una lesión
medular.
73. Propiocepción (postura)
1. Sujeta por ambos lados el primer dedo del pie entre el pulgar y el dedo índice, y sepáralo
de los demás dedos .
2. Con estas precauciones se evita que otros estímulos táctiles influyan en esta prueba.
3. Muestra al paciente cómo el dedo gordo “sube” y “baja”, efectuando movimientos claros
de ascenso y descenso.
4. Luego pídele que cierre los ojos y te indique si el dedo “sube” o “baja” al desplazarlo en un
arco pequeño.
La pérdida del sentido postural, como la
pérdida del sentido vibratorio, es
característica de la tabes dorsal, la
esclerosis múltiple y la carencia de
vitamina B12 debidas a enfermedad de
los cordones posteriores, y de la
neuropatía periférica causada por
diabetes.
74. Sensibilidad discriminatoria
Varias otras técnicas sirven para explorar la capacidad de la corteza sensitiva a la hora de relacionar, analizar e
interpretar la sensibilidad.
Como la sensibilidad discriminatoria depende del sentido del tacto y del postural, estas pruebas sólo son útiles
cuando dicha sensibilidad se mantiene intacta o sólo se halla mínimamente alterada.
Estereognosia: Es la capacidad para identificar un objeto por el tacto.
El paciente deberá mantener los ojos cerrados.
1. Coloque en la mano del paciente un objeto conocido, por ejemplo
una moneda, un clip, una llave, un lápiz o una bola de algodón, y
pregúntele qué es.
2. Normalmente el paciente lo manipulará con pericia y lo identificará
de manera correcta en 5 s. Pedir al paciente que diferencie entre
«cara» y «cruz» de una moneda constituye una prueba sensible de
estereognosia
Asterognosia: La incapacidad para reconocer objetos con el tacto.
75. Identificación de números (grafestesia).
Si la alteración motora, la artritis u otros trastornos
impiden al paciente manipular lo suficientemente
bien un objeto como para reconocerlo, explore la
capacidad para identificar números.
1. Con el extremo romo de un bolígrafo o de un
lápiz trace un número grande en la palma de la
mano del paciente. Una persona normal puede
identificar la mayoría de los números.
Discriminación entre dos puntos.
1. Con los dos extremos de un clip abierto, o
con dos agujas, toque al mismo tiempo en
dos lugares de la yema del dedo.
2. Alterne el doble estímulo de manera
irregular con uno solo. Procure no causar
dolor.
3. Determine la distancia mínima a la cual el
paciente puede discriminar uno de dos
puntos (normalmente menos de 5 mm en las
yemas de los dedos).
La incapacidad de
reconocer números, o
grafestesia, indica lesión
de la corteza sensitiva.
76. Localización del estímulo.
1. Toque brevemente un punto de la piel del
paciente.
2. Pídale que abra los ojos y le indique en qué
lugar le ha tocado. Normalmente, una persona
puede localizar este punto con precisión.
Esta prueba, junto con la prueba de extinción, es
especialmente útil en el tronco y en los miembros
inferiores.
Las lesiones en la corteza sensitiva alteran la
capacidad para localizar puntos con precisión.
Extinción.
1. Estimule de manera simultánea áreas
situadas en ambos lados del cuerpo y
pregunte al paciente si nota algo. En
condiciones normales, se perciben ambos
estímulos.
En las lesiones de la corteza sensitiva a veces
sólo se reconoce un estímulo. El estímulo del
lado opuesto a la corteza dañada desaparece.
77. Dermatomas.
El conocimiento de los dermatomas ayuda a localizar las lesiones neurológicas en un nivel
concreto de la médula, en particular en lesiones medulares.
Un dermatoma es una franja de piel inervada por la raíz sensitiva de un solo nervio raquídeo.
DERMATOMAS INERVADOS POR LAS
RAÍCES POSTERIORES
ÁREAS INERVADAS POR LOS NERVIOS
PERIFÉRICOS
78. LOS REFLEJOS
TENDINOSOS PROFUNDOS
Para provocar los reflejos tendinosos profundos es necesario que el examinador sea habilidoso.
Cerciórese de elegir un martillo de reflejos del peso adecuado. Sepa cuándo utilizar la punta o el
otro extremo aplanado del martillo. Por ejemplo, la punta es útil para golpear sobre regiones
pequeñas, como su dedo si lo coloca sobre el tendón bicipital.
79. Explore los reflejos de la siguiente manera:
• Procure que el paciente se relaje y colóquele los miembros de una manera correcta y simétrica.
• Sostenga con suavidad el martillo de reflejos entre el pulgar y el índice para que oscile
libremente en un arco, cuyos límites quedan establecidos por su palma y el resto de los dedos.
• Con la muñeca relajada, golpee con rapidez el tendón, aplicando un movimiento ligero de la
muñeca. El golpe debe ser rápido y directo, no inclinado.
• Observe la velocidad, la fuerza y la amplitud de la respuesta refleja, y gradúe la respuesta
según la escala siguiente. Compare siempre la respuesta de un lado con la del otro.
• Los reflejos suelen graduarse sobre una escala de 0 a 4+.
Los reflejos hiperactivos (hiperreflexia).
Los reflejos hipoactivos o ausentes (hiporreflexia).
80. El reflejo bicipital (C5, C6).
1. Hay que flexionar parcialmente el codo, con la
palma de la mano hacia abajo.
2. Apoye su dedo pulgar o índice sobre el tendón
bicipital.
3. Golpee con el martillo de reflejos para que
incida directamente en su dedo sobre el tendón
bicipital.
PACIENTE SENTADO PACIENTE ACOSTADO
Observe la flexión del codo, y vigile y palpe
la contracción del músculo bicipital.
El reflejo tricipital (C6, C7).
1. El paciente puede estar sentado o en decúbito supino.
2. Flexione el codo, con la palma dirigida hacia el cuerpo,
y atráigalo ligeramente hacia el tórax.
3. Golpee el tendón tricipital por encima del codo.
4. Aplique un golpe certero directamente por detrás.
5. Explore la contracción del músculo tricipital y la
extensión del codo.
Si tiene dificultad para que el paciente se
relaje, trate de sostenerle el brazo tal
como se ilustra en la imagen de la
derecha. Pida al paciente que deje el
brazo muerto, como «si estuviera colgado
para secarse». Golpee después el tendón
tricipital.
81. El reflejo tricipital (C6, C7).
1. El paciente puede estar sentado o en decúbito supino.
2. Flexione el codo, con la palma dirigida hacia el cuerpo, y atráigalo ligeramente hacia el tórax.
3. Golpee el tendón tricipital por encima del codo.
4. Aplique un golpe certero directamente por detrás.
5. Explore la contracción del músculo tricipital y la extensión del codo.
• Si tiene dificultad para que el paciente se relaje, trate de
sostenerle el brazo tal como se ilustra en la imagen de la
derecha.
• Pida al paciente que deje el brazo muerto, como «si estuviera
colgado para secarse». Golpee después el tendón tricipital.
82. El reflejo supinador o braquiorradial (C5, C6).
1. El paciente debe tener la mano apoyada sobre el abdomen o el regazo con el
antebrazo parcialmente pronado.
2. Golpee el radio con el extremo plano del martillo de reflejos, a unos 2,5 cm a
5 cm de la muñeca. Vigile la flexión y la supinación del antebrazo.
El reflejo rotuliano (L2, L3, L4).
1. El paciente puede estar sentado o recostado, siempre que flexione la
rodilla.
2. Percuta rápidamente el tendón rotuliano, justo por debajo de la rótula.
3. Observe la contracción del cuádriceps con extensión de la rodilla.
4. Para palpar el reflejo puede colocar su mano sobre la cara anterior del
muslo del paciente.
Hay dos métodos útiles para explorar al paciente en
decúbito supino. Sujete las dos rodillas a la vez para
evaluar las pequeñas diferencias entre los reflejos
rotulianos al explorar repetidamente uno y otro.
83. El reflejo aquíleo (principalmente S1).
Si el paciente está sentado.
1. Dorsiflexione el pie por el tobillo y trate de que el
paciente se relaje.
2. Golpee el tendón de Aquiles. Vigile y palpe la flexión
plantar del tobillo.
3. Observe también la velocidad de relajación después de
la contracción muscular.
Si el paciente está recostado.
1. Flexione el miembro por la cadera y por la rodilla y
rótelo externamente para que la parte inferior de la
pierna se apoye sobre la tibia contraria.
2. Luego dorsiflexione el pie y percuta el tendón de
Aquiles.
84. Reflejos cutáneos o de estimulación superficial
Abdominal
Percuta cada cuadrante del abdomen con el
extremo del mango del martillo de reflejos o
con el depresor lingual.
• Observa la contracción de los músculos
abdominales y la desviación del ombligo hacia el
estímulo.
• Ligero movimiento del ombligo hacia cada una
de las áreas de estimulación.
Respuesta plantar (L5, S1).
• Con un objeto, como una llave o el extremo
de un hisopo de algodón, recorre la cara
lateral de la planta desde el talón hasta el
arco anterior del pie.
• Aplica el estímulo más suave que produzca
respuesta, pero utiliza cada vez más fuerza si
es necesario. Observa el movimiento de los
dedos del pie, de manera habitual, la flexión
plan