La concavidad de una función depende de si su derivada primera es creciente o decreciente en un intervalo. Una función es cóncava hacia arriba si su derivada primera es creciente, y es cóncava hacia abajo si su derivada primera es decreciente. Para determinar los intervalos de concavidad, se encuentran los valores donde la segunda derivada es cero o no es continua, y se evalúa el signo de la segunda derivada en números de prueba de cada intervalo.