1. Ilustración y modernidad En el proceso de constitución, desarrollo y consumación de lo que convencionalmente desde Cellario(1638-1705) llamamos Modernidad (1492-1789) intervienen complejos y variados factores que arropan y explican el advenimiento posterior de la Ilustración. En primer lugar el saber -patrimonio casi exclusivo en la Edad Media de clérigos, monjes y frailes- se va a extender a la aristocracia, a la burguesía y al pueblo; abriéndose camino el ideal de una difusión universal de la educación como derecho insoslayable del hombre. Idea que alcanzará su culminación teórica, tras la Revolución francesa de 1789, con la llamada constitucionalización política de la educación. En segundo lugar cabe apuntar que en los ámbitos socio-político y religioso se consuma en gran medida - ya en el siglo XVII - la ruptura de la unidad política, sociológica y religiosa medieval, con la consolidación de las monarquías absolutas, la reforma protestante y las guerras de religión. La fe cristiana, que había sido durante siglos fermento de unidad, se presenta en la Modernidad como fuente de separación, de enfrentamientos y de luchas, lo cual llevaba -de modo espontáneo- a buscar factores de concordia y unidad al margen de la fe. En el proceso de constitución, desarrollo y consumación de lo que convencionalmente desde Cellario(1638-1705) llamamos Modernidad (1492-1789) intervienen complejos y variados factores que arropan y explican el advenimiento posterior de la Ilustración. En primer lugar el saber -patrimonio casi exclusivo en la Edad Media de clérigos, monjes y frailes- se va a extender a la aristocracia, a la burguesía y al pueblo; abriéndose camino el ideal de una difusión universal de la educación como derecho insoslayable del hombre. Idea que alcanzará su culminación teórica, tras la Revolución francesa de 1789, con la llamada constitucionalización política de la educación. En segundo lugar cabe apuntar que en los ámbitos socio-político y religioso se consuma en gran medida - ya en el siglo XVII - la ruptura de la unidad política, sociológica y religiosa medieval, con la consolidación de las monarquías absolutas, la reforma protestante y las guerras de religión. La fe cristiana, que había sido durante siglos fermento de unidad, se presenta en la Modernidad como fuente de separación, de enfrentamientos y de luchas, lo cual llevaba -de modo espontáneo- a buscar factores de concordia y unidad al margen de la fe,
2. En el plano político, tres frentes alentaron sobremanera un clima de notable inestabilidad: en primer lugar, la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) en segundo lugar, la confrontación de los emergentes Estados independientes y soberanos se hizo más patente al enfrentar entre sí sus afanes imperialistas y religiosos; por último, las tensiones suscitadas por el fenómeno absolutismo monárquico versus contractualismo abrió un intenso debate que marcó considerablemente el devenir político de la Ilustración La primera terminó con la ejecución de Carlos r; la segunda, con el advenimiento de la dinastía de los Orange. El resultado fue la aparición de la primera monarquía constitucional europea, que supuso incorporar a su modelo político una mayor tolerancia ideológica y religiosa. Tolerancia que el siglo XVIII buscaría acrecentar con el Espíritu de las leyes de Montesquieu(1748) y el Contrato social de Rousseau (1762). En el plano político, tres frentes alentaron sobremanera un clima de notable inestabilidad: en primer lugar, la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) en segundo lugar, la confrontación de los emergentes Estados independientes y soberanos se hizo más patente al enfrentar entre sí sus afanes imperialistas y religiosos; por último, las tensiones suscitadas por el fenómeno absolutismo monárquico versus contractualismo abrió un intenso debate que marcó considerablemente el devenir político de la Ilustración La primera terminó con la ejecución de Carlos r; la segunda, con el advenimiento de la dinastía de los Orange. El resultado fue la aparición de la primera monarquía constitucional europea, que supuso incorporar a su modelo político una mayor tolerancia ideológica y religiosa. Tolerancia que el siglo XVIII buscaría acrecentar con el Espíritu de las leyes de Montesquieu(1748) y el Contrato social de Rousseau (1762). la ciencia -en el sentido "moderno" - adquirió su fisonomía definitiva, abandonando los cánones de la física aristotélica para constituirse como saber experimental y físico-matemático, con grandes repercusiones en el desarrollo de la técnica. Este nuevo desarrollo científico se inicia simbólicamente en el campo de la astronomía con los descubrimientos iniciales de Kepler (1571-1630) y Galileo (15641642). La ciencia -en el sentido "moderno" - adquirió su fisonomía definitiva, abandonando los cánones de la física aristotélica para constituirse como saber experimental y físico-matemático, con grandes repercusiones en el desarrollo de la técnica. Este nuevo desarrollo científico se inicia simbólicamente en el campo de la astronomía con los descubrimientos iniciales de Kepler (1571-1630) y Galileo (15641642).
3. El otro movimiento importante fue el empirismo de Cherbury(t 1648), Hobbes (t 1679), Grocio(t 1645), Locke (t 1704), Boyle (tl691), etc. que, aliado con el racionalismo cartesiano, puso en discusión la fe cristiana Las nuevas ideas trascendieron con mucho lo concreto de la ciencia para abrir un nuevo orden o hermenéutica en el plano de la cultura y la religión. Dos movimientos intelectuales tuvieron especial importancia en este proceso. En primer lugar, el racionalismo de Descartes (t 1650) Y Spinoza(t 1677) para quienes sólo podía aceptarse como verdadero aquello que se presentase a la mente con absoluta nitidez y evidencia. En paralelo a la nueva hermenéutica científica, y en relación muy directa con ella, cabe señalar un cuarto bloque que marcará significativamente el horizonte histórico y cultural de la Modernidad: la trascendencia de los descubrimientos geográficos, con la consiguiente colonización y contacto con otras culturas. . Son particularmente expresivas las narraciones del jesuita MatteoRiccisobre China o de Escalante sobre Japón, que permitieron abrirse a nuevas culturas y tener puntos de referencia cultural y étnicos desconocidos hasta entonces. No menos importante fue el descubrimiento de América el contacto con Oriente y Asia El quinto y último de los factores condicionantes de la Modernidad, yespecialmente de la Ilustración, puede cifrarse en el nacimiento del capitalismo moderno y más concretamente de la burguesía. El otro movimiento importante fue el empirismo de Cherbury(t 1648), Hobbes (t 1679), Grocio(t 1645), Locke (t 1704), Boyle (tl691), etc. que, aliado con el racionalismo cartesiano, puso en discusión la fe cristiana Las nuevas ideas trascendieron con mucho lo concreto de la ciencia para abrir un nuevo orden o hermenéutica en el plano de la cultura y la religión. Dos movimientos intelectuales tuvieron especial importancia en este proceso. En primer lugar, el racionalismo de Descartes (t 1650) Y Spinoza(t 1677) para quienes sólo podía aceptarse como verdadero aquello que se presentase a la mente con absoluta nitidez y evidencia. En paralelo a la nueva hermenéutica científica, y en relación muy directa con ella, cabe señalar un cuarto bloque que marcará significativamente el horizonte histórico y cultural de la Modernidad: la trascendencia de los descubrimientos geográficos, con la consiguiente colonización y contacto con otras culturas. . Son particularmente expresivas las narraciones del jesuita MatteoRiccisobre China o de Escalante sobre Japón, que permitieron abrirse a nuevas culturas y tener puntos de referencia cultural y étnicos desconocidos hasta entonces. No menos importante fue el descubrimiento de América el contacto con Oriente y Asia El quinto y último de los factores condicionantes de la Modernidad, yespecialmente de la Ilustración, puede cifrarse en el nacimiento del capitalismo moderno y más concretamente de la burguesía.
4. Concepto de Ilustración Ilustración es bastante polisémico, aunque sus varias acepciones tienen un denominador común, derivado de la palabra latina que lo fundamenta: ilustrare, deriva a su vez de lustrare, que genéricamente viene a significar búsqueda de nitidez, limpieza, luz, etc. Este movimiento constituye el último eslabón o fase de una compleja modernidad iniciada con el Renacimiento humanista y en cierto modo culminada en 1789 con la Revolución francesa. Dentro de este espacio cronológico cabe distinguir tres fases de desarrollo: el Humanismo renacentista (ss. XV-XVI), el reformismo cultural y religioso del Barroco (s. XVII) y la Ilustración propiamente dicha, que sería heredera y consecuencia de las dos anteriores. Ilustración es bastante polisémico, aunque sus varias acepciones tienen un denominador común, derivado de la palabra latina que lo fundamenta: ilustrare, deriva a su vez de lustrare, que genéricamente viene a significar búsqueda de nitidez, limpieza, luz, etc. Este movimiento constituye el último eslabón o fase de una compleja modernidad iniciada con el Renacimiento humanista y en cierto modo culminada en 1789 con la Revolución francesa. Dentro de este espacio cronológico cabe distinguir tres fases de desarrollo: el Humanismo renacentista (ss. XV-XVI), el reformismo cultural y religioso del Barroco (s. XVII) y la Ilustración propiamente dicha, que sería heredera y consecuencia de las dos anteriores.
5. Singularidad geográfica Geográficamente suele considerarse a Inglaterra pionera de la Ilustración al dominar tempranamente en ese país cuatro características que habrían de marcar sobremanera el devenir posterior de la cultura ilustrada europea. En primer lugar cabe hacer referencia a un reformismo religioso antropocéntrico y racionalista (Deísmo) caracterizado por sustituir la religión revelada por una religión natural En segundo lugar cabe significar la existencia de una tradición científica de sesgo empírico, que entiende la certeza en términos exclusivos de experimentación fáctica. Bacon, Locke, Berkeley, Newton, Hume, etc. La tercera de las características pone su énfasis en la sublimación de una moral sensistaque habría de marcar buena parte de la moral ilustrada europea. . La cuarta de las características sería la apuesta por un reformismo político que puso en tela de juicio la soberanía regia en favor de una mayor tolerancia y parlamentarismo político Geográficamente suele considerarse a Inglaterra pionera de la Ilustración al dominar tempranamente en ese país cuatro características que habrían de marcar sobremanera el devenir posterior de la cultura ilustrada europea. En primer lugar cabe hacer referencia a un reformismo religioso antropocéntrico y racionalista (Deísmo) caracterizado por sustituir la religión revelada por una religión natural En segundo lugar cabe significar la existencia de una tradición científica de sesgo empírico, que entiende la certeza en términos exclusivos de experimentación fáctica. Bacon, Locke, Berkeley, Newton, Hume, etc. La tercera de las características pone su énfasis en la sublimación de una moral sensistaque habría de marcar buena parte de la moral ilustrada europea. . La cuarta de las características sería la apuesta por un reformismo político que puso en tela de juicio la soberanía regia en favor de una mayor tolerancia y parlamentarismo político En principio, el siglo XVIII español tiene en común con el europeo, básicamente, el cambio de las estructuras sociales y la preparación de la transformación política. Difiere en el tiempo en que se realiza (1715-1833): después de Inglaterra, Francia y los Países Bajos. el rasgo diferencial más característico de la Ilustración española radica en que sigue siendo especialmente cristiana frente al carácter deísta de la Ilustración francesa e inglesa. Cronológicamente, en la Ilustración española, cabe distinguir dos etapas: una, hasta 1770, centrada en la discusión sobre temas relacionados con la filosofía de la naturaleza la otra etapa abarca hasta comienzos del siglo XIX, y se caracteriza por la recepción generalizada y dominante de las doctrinas francesas e inglesas c) la modernidad tradicional, b) la antimodernista, En esta segunda etapa cabe distinguir tres corrientes ideológicas, con sus correspondientes actitudes prácticas: a) la sensista
6. En principio, el siglo XVIII español tiene en común con el europeo, básicamente, el cambio de las estructuras sociales y la preparación de la transformación política. Difiere en el tiempo en que se realiza (1715-1833): después de Inglaterra, Francia y los Países Bajos. el rasgo diferencial más característico de la Ilustración española radica en que sigue siendo especialmente cristiana frente al carácter deísta de la Ilustración francesa e inglesa. Cronológicamente, en la Ilustración española, cabe distinguir dos etapas: una, hasta 1770, centrada en la discusión sobre temas relacionados con la filosofía de la naturaleza la otra etapa abarca hasta comienzos del siglo XIX, y se caracteriza por la recepción generalizada y dominante de las doctrinas francesas e inglesas En esta segunda etapa cabe distinguir tres corrientes ideológicas, con sus correspondientes actitudes prácticas: a) la sensista; b) la antimodernista; c) la modernidad tradicional,
7. Características del Racionalismo En primer lugar, merece especial atención citar el peso que los ilustrados concedieron a la razón biológica e individual del hombre. Una categoría que sublimaron hasta el extremo de considerarla fuente y principio único e insoslayable de verdad. Se acuñaba así el principal rasgo que habría de definir el espíritu de la Ilustración: el racionalismo. El hombre de la Ilustración es aquel que aspira a vivir fuera de las servidumbres de la tradición, que pone en tela de juicio el consentimiento universal, la autoridad, los dogmas, la verdad histórica; en definitiva, aquel que aspira y se atreve a pensar por sí mismo Por último cabe citar el influjo directo ejercido por el racionalismo empírico de Bacon(1551-1626), Hobbes (1558-1679), Locke (1632-1704), Newton (1642-1727), para quienes el único modo posible de conocimiento sigue siendo la idea humana, aunque con una diferencia fundamental respecto al racionalismo cartesiano. Para los empiristas, el punto de partida no son las deducciones producidas por las ideas innatas, es la conciencia vacía o tabla rasa que reflexiona a partir de los efectos producidos en la mente por la sensación y experimentación individual sobre la realidad. Los ilustrados del XVIII optarán por una síntesis de las corrientes anteriores, engarzando el rigor deductivo del racionalismo cartesiano con el racionalismo empírico. En primer lugar, merece especial atención citar el peso que los ilustrados concedieron a la razón biológica e individual del hombre. Una categoría que sublimaron hasta el extremo de considerarla fuente y principio único e insoslayable de verdad. Se acuñaba así el principal rasgo que habría de definir el espíritu de la Ilustración: el racionalismo. El hombre de la Ilustración es aquel que aspira a vivir fuera de las servidumbres de la tradición, que pone en tela de juicio el consentimiento universal, la autoridad, los dogmas, la verdad histórica; en definitiva, aquel que aspira y se atreve a pensar por sí mismo Por último cabe citar el influjo directo ejercido por el racionalismo empírico de Bacon(1551-1626), Hobbes (1558-1679), Locke (1632-1704), Newton (1642-1727), para quienes el único modo posible de conocimiento sigue siendo la idea humana, aunque con una diferencia fundamental respecto al racionalismo cartesiano. Para los empiristas, el punto de partida no son las deducciones producidas por las ideas innatas, es la conciencia vacía o tabla rasa que reflexiona a partir de los efectos producidos en la mente por la sensación y experimentación individual sobre la realidad. Los ilustrados del XVIII optarán por una síntesis de las corrientes anteriores, engarzando el rigor deductivo del racionalismo cartesiano con el racionalismo empírico.
8. El Naturalismo El segundo de los rasgos que define el espíritu ilustrado es la adopción de un "nuevo" concepto de naturaleza, caracterizado por su perfil inmanentista- no trascendente-, denominado comúnmente naturalismo. Estamos ante un concepto viejo y recurrente; un concepto que se caracteriza fundamentalmente por una idea básica: considerar la naturaleza como principio único y absoluto de 10 real. Esta tesis tiene sus precedentes remotos en el epicureismo y estoicismo de la Grecia clásica y sus precedentes inmediatos en el humanismo naturalista de Leonardo (1452-1519) El segundo de los rasgos que define el espíritu ilustrado es la adopción de un "nuevo" concepto de naturaleza, caracterizado por su perfil inmanentista- no trascendente-, denominado comúnmente naturalismo. Estamos ante un concepto viejo y recurrente; un concepto que se caracteriza fundamentalmente por una idea básica: considerar la naturaleza como principio único y absoluto de 10 real. Esta tesis tiene sus precedentes remotos en el epicureismo y estoicismo de la Grecia clásica y sus precedentes inmediatos en el humanismo naturalista de Leonardo (1452-1519)
9. La Felicidad y el mito del progreso En relación muy directa con los nuevos modelos antropológicos aparece una tercera característica de la Modernidad ilustrada: el anhelo de felicidad inmanente y material. la cultura ilustrada se tiñe de un tinte eminentemente secular y aspira a concretar la felicidad en un estado de placer sensible, objetivo, práctico, funcional e inmediato Los ilustrados veían el pasado como una sucesión de etapas en las que indefectible y reiteradamente se daban los mismos hechos: guerras, violencia, ignorancia, enfermedades, catástrofes, etc., contingencias cuyas causas habría que buscar - no en el pecado original o en la limitación ontológica del hombre- sino en el dominio y persistencia contumaz de valores irracionales: superstición, irracionalidad religiosa, ignorancia, enfermedad, intolerancia En relación muy directa con los nuevos modelos antropológicos aparece una tercera característica de la Modernidad ilustrada: el anhelo de felicidad inmanente y material. la cultura ilustrada se tiñe de un tinte eminentemente secular y aspira a concretar la felicidad en un estado de placer sensible, objetivo, práctico, funcional e inmediato Los ilustrados veían el pasado como una sucesión de etapas en las que indefectible y reiteradamente se daban los mismos hechos: guerras, violencia, ignorancia, enfermedades, catástrofes, etc., contingencias cuyas causas habría que buscar - no en el pecado original o en la limitación ontológica del hombre- sino en el dominio y persistencia contumaz de valores irracionales: superstición, irracionalidad religiosa, ignorancia, enfermedad, intolerancia.
10. La Religión natural En consonancia con las variables anteriores, y alentada por los muchos problemas religiosos e ideológicos de la Modernidad, va a nacer una cuarta característica de la cultura ilustrada: la defensa y opción por una religión natural. En ese marco, los ilustrados aceptaron la naturaleza como emanación, creación o producto infinito y potencial de Dios. La religión natural, al igual que el resto de características de la Ilustración, no tuvo una manifestación delimitada y cerrada, adoptó múltiples variantes o formas, según países o influjos culturales, a veces rayanos en el antagonismo o contradicción. En cualquier caso, al ser la razón el instrumento conformador de la naturaleza, la libertad de pensamiento o libertad de espíritu se convirtió en la exigencia insoslayable de la religión natural. En consonancia con las variables anteriores, y alentada por los muchos problemas religiosos e ideológicos de la Modernidad, va a nacer una cuarta característica de la cultura ilustrada: la defensa y opción por una religión natural. En ese marco, los ilustrados aceptaron la naturaleza como emanación, creación o producto infinito y potencial de Dios. La religión natural, al igual que el resto de características de la Ilustración, no tuvo una manifestación delimitada y cerrada, adoptó múltiples variantes o formas, según países o influjos culturales, a veces rayanos en el antagonismo o contradicción. En cualquier caso, al ser la razón el instrumento conformador de la naturaleza, la libertad de pensamiento o libertad de espíritu se convirtió en la exigencia insoslayable de la religión natural. Al revisionismo antropológico y religioso de la Ilustración cabe añadir otra característica que habría de marcar sobremanera la modernidad ilustrada: la secularización de la cultura. En la modernidad se mantuvieron estas acepciones, pero la secularización adquirió una connotación eminentemente socio-política. Su punto de partida puede datarse en 1648 con el Tratado de Westfalia (1648) que puso fin a la Guerra de los Treinta años. La secularización de la cultura Al revisionismo antropológico y religioso de la Ilustración cabe añadir otra característica que habría de marcar sobremanera la modernidad ilustrada: la secularización de la cultura. En la modernidad se mantuvieron estas acepciones, pero la secularización adquirió una connotación eminentemente socio-política. Su punto de partida puede datarse en 1648 con el Tratado de Westfalia (1648) que puso fin a la Guerra de los Treinta años.
11. La educación Una tercera característica debe ponerse en su perfil utilitario. Al ser la educación la fuente de la felicidad y sustanciarse ésta en el progreso, bienestar y dominio material de la naturaleza se deduce que la instrucción o educación se habría de caracterizar sobremanera por su dimensión funcional. Una segunda idea que define la pedagogía ilustrada fue la consideración de la educación como vía insoslayable de progreso individual y social. Uno de los aciertos fundamentales de la Ilustración fue haber considerado la educación uno de los derechos fundamentales e inalienables de la condición humana. Kant, en su Tratado de pedagogía (1784), ya recalcó el viejo principio clásico de que sólo se llega a ser hombre por la educación, afirmando que en ella radica el "gran secreto de la perfección de la naturaleza humana. La última de las características que presidió la educación ilustrada fue su carácter nacional, universal, obligatorio, uniforme, cívico. Una tercera característica debe ponerse en su perfil utilitario. Al ser la educación la fuente de la felicidad y sustanciarse ésta en el progreso, bienestar y dominio material de la naturaleza se deduce que la instrucción o educación se habría de caracterizar sobremanera por su dimensión funcional. Una segunda idea que define la pedagogía ilustrada fue la consideración de la educación como vía insoslayable de progreso individual y social. Uno de los aciertos fundamentales de la Ilustración fue haber considerado la educaCión uno de los derechos fundamentales e inalienables de la condición humana. Kant, en su Tratado de pedagogía (1784), ya recalcó el viejo principio clásico de que sólo se llega a ser hombre por la educación, afirmando que en ella radica el "gran secreto de la perfección de la naturaleza humana