2. Concepto- Las fiestas del Señor o “el tiempo señalado del Señor” (Le 23:2) se refiere primordialmente a las siete convocaciones santas del calendario religioso anual del pueblo de Israel, instituidas por Dios (Le 23:1–44). Consistían de un día o estación de celebración gozosa y de fiesta por la provisión redentora y benéfica de Dios para su pueblo del pacto, la nación de Israel
3.
4. El concepto de fiesta. Las fiestas rompen el desarrollo del quehacer cotidiano con el propósito de celebrar la vida y reconocer la íntima relación entre la creación, el hombre y Dios. Por esta especial condición las fiestas son espacios de recreación de valores y tradiciones fundamentales para la supervivencia de los pueblos y las culturas
5. El Sabbath Recordatorio de que Dios había redimido del cautiverio egipcio y santificado como pueblo Santo. Ex 31:3 Deut 5:12-15
6. La Nueva y las Trompetas. El sonido de la trompetas proclamaban oficialmente el comienzo de un nuevo mes. (Núm 10:10) Se observaba también la luna nueva sacrificando ofrendas al pecado y al fuego, con provisiones apropiadas de carne y bebida (Núm 28:11-15) En el primer día de este mes de la luna nueva , era designado como el de las fiestas de las trompetas. Lev 13:23-25.)
7. Año Sabático Esta fiesta estaba íntimamente relacionado con el Sábado. Una vez que entraron a Cannan (Lev. 25:1-7) Era un año festivo para la tierra, dejaban los campos sin cultivar, el grano sin sembrar, las viñas sin cuidado cada 7 años. Cualquier cosa que recogieren en dicho año tenía que ser compartido por los propietarios, los sirvientes y los extraños, al igual que las bestias.
8. El año de Jubileo Lev 25:8-55 era un año de libertad en el cual la herencia de la familia era restaurada a aquellos que había tenido la desgracia de perderla, los esclavos hebreos eran puestos en libertad y la tierra era dejada sin cultivar. Era la forma de recordar que Dios era el verdadero propietario de la tierra.
9. Pascua y Ázimos. 4. Estas son las solemnidades de Jehová … a las cuales convocaréis en sus tiempos—Sus celebraciones caían en las partes del año que corresponden a nuestro marzo, mayo y septiembre. La sabiduría divina fué manifestada al fijarlas en aquellos períodos; en invierno, cuando eran cortos los días, y los caminos estaban deshechos, un largo viaje era impracticable; mientras que en verano la cosecha y vendimia daban activo empleo en los campos. Además, otro motivo para la elección de aquellas estaciones probablemente era el de contrarrestar la influencia de las asociaciones y los hábitos egipcios. Dios fijó más festividades para los israelitas en el mes de septiembre que las que tenían los egipcios en honor de sus dioses. Estas instituciones, sin embargo, eran en su mayor parte anticipadas, pues la observancia de ellas no era obligatoria durante sus peregrinaciones en el desierto, mientras que su celebración regular no había de empezar sino cuando se establecieran en Canaán.
10. 5-8. LA PASCUA. 5. pascua es de Jehová—(Exo_12:2, Exo_12:14, Exo_12:18). La institución de la Pascua fué establecida para recuerdo perpetuo de las circunstancias relacionadas con la redención de los israelitas, mientras que tenía una referencia típica a una redención mayor que había de ser efectuada para el pueblo espiritual de Dios. En los días primero y último de esta fiesta, se prohibía al pueblo trabajar; pero mientras que en el día sábado ellos no habían de hacer trabajo alguno, en los días festivos les era permitido aderezar la carne, y por lo tanto la prohibición estaba restringida a “ninguna obra servil”. Al mismo tiempo aquellos dos días eran dedicados a “santa convocación”, ocasiones especiales de devoción social. Además de los sacrificios ordinarios de cada día, había de haber “ofrenda encendida en holocausto” sobre el altar (Num_28:19), mientras que el pan sin levadura había de ser comido entre las familias todos los siete días (véase 1Co_5:8).
11. La pascua se celebra la noche antes del 14 de Nisan. Esa noche, cada familia sacrificaba un cordero. Era un memorial, de la noche cuando “Dios paso de largo” por las casas de los israelitas de Egipto, que habían rociado los dinteles y las jambas de sus puertas con la sangre del cordero.