Heinsohn Privacidad y Ciberseguridad para el sector educativo
Cuento segunda evaluacion
1. Yainer Merchán
09-11152
Cuéntame que te cuento
Un trabajo especial
Si cada vida fuera tan simple y trivial, como despertarse, comer 3 veces al
día, ir al trabajo, recoger a los niños y dormir sonando con el siguiente día que
será igual, la verdad me volvería loco y es que estoy acostumbrado a algo de
acción en mis días, pero más q mi personalidad, mi familia o mi casa lo que hace
distinta y emocionante a mi vida es mi trabajo.
Trabajo 8 horas al día en una corredora de seguros, en una pequeña
oficina en el centro de Manhattan. Yo supuestamente solo me encargo de sellar
las solitudes aceptadas de las personas de 3era edad, pero la realidad es otra.
Cuando entro en la mañana, paso por un detector de metales, que en realidad
escanea cerebros, para verificar que no entren espías, luego llego a mi
departamento de sellos, y al presionar contra la superficie el sello de aceptado,
mi oficina se transforma con maquinas especiales y mi trabajo cambia, ahora me
encargo de descubrir los secretos de las organizaciones mas peligrosas como la
AME asociación de mafiosos estatales, la ADT asociación de diversos
terroristas, entre otros.
En mi oficina, cada cosa que agarro se transforma. El piso aunque parece
de mármol ordinario, se convierte en una goma elástica que logra ampliar el
lugar, los papeles se convierten en pantallas, donde puedo acceder a cualquier
documento por mas confidencial que sea, los clips en realidad son chips que
tienen codificado los pensamientos de las personas mas trastornadas del
mundo, y los cuadros son planos de las historias y misiones de cada asociación.
Los porta-retratos del escritorio tienen en tinta invisible las claves para acceder
a mi mente y la de mis colegas.
La semana pasada se me quedo el almuerzo en mi casa, y mi esposa fue
a llevármelo a mi trabajo. Cuando me llamo con la noticia de su visita, entre en
pánico, y aunque estaba a punto de descubrir quién era la mente maestra detrás
de las bombas biológicas que planeaban lanzar en el norte del país, me puse en
marcha a llamar al vigilante para avisar de la llegada de mi esposa. Cuando
llego la torre de control desactivo cualquier trasformación, aviso o pista de que
mi trabajo fuera inusual, algo más que sellar papeles y dar seguros de vida, mi
esposa me saludo con gran cariño, vio mi oficina y afortunadamente todo le
pareció excelente, hablamos un rato de una cena sorpresa, hecha por ella para
celebrar las buenas notas de nuestros hijos, y se regreso a la casa para seguir
con su monótona vida.
2. Esa noche mis hijos en la cena hablaban de los trabajos de los padres de
sus amigos, policía, bombero, medico, sabía que en el fondo a ellos les daba
pena contarles a sus amigos un trabajo tan aburrido como el mío, de sellar
papeles todo el día. Pero no puedo hacer nada, me moriría de la emoción si
contara cada estupendo día, pero no, prefiero no poner en peligro al mundo
entero por un simple deseo de admiración familiar, algún día cuando ya no esté
en este mundo lo sabrán, aunque la verdad el especial no soy yo, si no ese lugar
que es más creativo que la imaginación, más poderoso que la magia en fin el
trabajo perfecto.
Todos los días al acabar mi horario de trabajo llego a lo normal de mi
vida, que hace que no sea un desquiciado anormal, pues vivir todo el tiempo con
secretos, y responsabilidades mundiales no lo aguanta nadie. Si mi esposa
supiera que cada evento que parece ser ocasionado por un súper héroe, en
realidad soy yo que con cada sello y cada firma salvo a mundo.
Yo reconozco que si yo hablara de mi trabajo nadie me creería, pero me
da lo mismo, como si tuviera que ver con la esquizofrenia que me diagnosticaron
hace 10 anos, pues sí, estoy seguro que estoy sano, es imposible vivir una
mentira, eso me lo decía mi sicólogo, y además si no fuera gracias a mi la
maldad se hubiera apoderado del planeta, de mi familia y de mi genial trabajo.