La objetividad se refiere a ver el mundo tal como es en realidad, sin dejarse influir por las emociones o juicios subjetivos. Ser objetivo requiere equilibrar la emoción y la razón al analizar problemas y situaciones desde múltiples perspectivas. La subjetividad se refiere a las interpretaciones únicas que cada persona hace de su experiencia. La intersubjetividad implica el proceso de compartir conocimientos y significados con otros a través del lenguaje y la interacción social.
1. la objetividad, la subjetividad y la intersubjetividad (relaciones humanas)
la objetividad
La objetividad es el objeto en el que se resalta la subjetividad, hablando filosófica
mente es el objeto con el que se puede identificar si la verdad es empírica o
necesaria.
La Objetividad es el valor de ver el mundo como es, y no como queremos que sea.
Los seres humanos somos una compleja mezcla de sentimientos, raciocinio,
experiencia y aprendizaje. Todos estos elementos pueden brindar a una persona
una percepción de la realidad que puede estar equivocada.
Cuando una persona no es objetiva, se centra en las circunstancias y no en los
problemas. Observa las cosas superficiales, pero no el fondo.
Probablemente todos conocemos a alguien que comete un error al no juzgar
correctamente la realidad: la persona desilusionada porque había idealizado a su
pareja, el muchacho que reprobó el examen porque pensó que sería más fácil de
lo que esperaba, el trabajador que no juzga correctamente las circunstancias y
pone en peligro a los demás, las personas que discuten porque uno de ellos se
aferra a su propia visión.
Ser objetivo es un reto importante, porque exige de nosotros ver los problemas y
las situaciones con un enfoque que equilibre adecuadamente emoción y
razonamiento. Esto por supuesto es complicado cuando las conclusiones se
basan más en los sentimientos. Por ello el valor de la objetividad es tan
importante, porque nos permite dar su justo peso a los acontecimientos y obrar de
una forma coherente.
Una de las formas más eficientes de vivir el valor de la objetividad es viendo los
problemas y las situaciones desde todos los puntos de vista.
En este proceso el escuchar la opinión de gente madura y desinteresada nos
permite observar las cosas con menos apasionamiento y con mayor objetividad.
En ocasiones estamos tan inmersos en los problemas que no logramos ver la
solución, por obvia que parezca. En otras ocasiones nos aferramos a nuestro
orgullo o a un juicio equivocado por no contar con toda la información necesaria.
La objetividad nos permite tomar decisiones más eficientes, mejora nuestras
relaciones humanas, tiene un impacto positivo en la familia. La objetividad nos
permite ser más justos con quienes nos rodean y siempre nos abre las puertas.
la subjetividad
La subjetividad es un concepto que para poder comprenderlo es necesaria la
fusión de dos ciencias: la Filosofía y la Psicología.
El aporte de la Filosofía es que la subjetividad "se refiere a las específicas
interpretaciones que disciernen cualquier aspecto de la experiencia".
Así mismo, el aporte de la Psicología es que esas interpretaciones "son únicas
para la persona que las experimenta, son cualidades subjetivas de las
experiencias mentales y sólo son accesibles a la conciencia de esa persona, aun
cuando ciertas partes de la experiencia son objetivas y accesibles a cualquiera,
otras son únicamente producto de la persona misma".
En una reunión de colegas que viajaron a un congreso que tuvo su sede en Cuba,
se tocó el tema de un taller sobre la subjetividad, dictado por el Dr Sotolongo, cuyo
punto de vista me ha parecido bastante interesante destacar.
2. Según el doctor Sotolongo, la subjetividad es tanto individual como social, se
construyen y desconstruyen los elementos que la integran desde la cotidianidad
de cada persona.
la intersubjetividad
Una de las claves de la realidad social se encuentra en el problema filosófico de la
intersubjetividad. Para entender el concepto de “intersubjetividad” hay que tener
primero clara la noción de “subjetividad”, comprendida como la conciencia que se
tiene de todas las cosas desde el punto de vista propio, que se comparte
colectivamente en la vida cotidiana. La intersubjetividad sería, por tanto, el
proceso en el que compartimos nuestros conocimientos con otros en el mundo de
la vida.
El concepto se usa de tres formas:
En primer lugar, en su sentido más débil, se usa para referirse al acuerdo. Se dice
que existe intersubjetividad entre los que acuerdan un determinado significado o
definición de la situación.
En segundo lugar, de un modo más sutil, se ha usado para referirse al sentido
común, los significados compartidos construidos por la gente en sus interacciones,
y usado como recurso cotidiano para interpretar el significado de los elementos de
la vida cultural y social. Si la gente comparte el sentido común, entonces comparte
una definición de la situación.
En tercer lugar, el término se ha usado para referirse a las divergencias de
significado compartidas (o parcialmente compartidas). La auto-presentación, la
mentira, las bromas y las emociones sociales, por ejemplo, todo ello conduce no a
una definición compartida de la situación, sino a divergencias parcialmente
compartidas del significado. El que dice una mentira se compromete en un acto
intersubjetivo, porque trabaja con dos definiciones diferentes de la situación.
Mentir es por tanto genuinamente intersubjetivo (en el sentido de que opera entre
dos definiciones subjetivas de la realidad).
La intersubjetividad enfatiza que la cognición compartida y el consenso es esencial
en la formación de nuestras ideas y relaciones. El lenguaje se ve como comunal
más que como privado. De esta manera, resulta problemático ver al individuo de
forma separada, en un mundo privado, definido de una vez y para siempre.
La intersubjetividad es hoy en día un concepto importante en las modernas
escuelas de psicoterapia, donde ha encontrado aplicación en la teoría de las
interrelaciones entre psicoanalista y psicoanalizado.
El campo de mayor aplicación de la intersubjetividad es el de la psicología social,
ya que analiza la formación de las relaciones interpersonales mediante la
generación de normas, actitudes, y valores que generen cohesión social en un
determinado grupo de individuos.