3. Gestalt definición
Surgió a comienzos del siglo XX en suelo alemán, con teóricos como Kurt Lewin, Max Wertheimer, Kurt Koffka,, entre otros.
Esta escuela sostiene que la mente se encarga de configurar, mediante diversos principios, todos aquellos elementos que se
pasan a formar parte de ella gracias a la acción de la percepción o al acervo de la memoria. Para la psicología de la Gestalt, el
todo nunca es igual a la sumatoria de sus diversas partes, sino que es algo diferente.
Entre las principales leyes anunciadas por la doctrina Gestalt, se encuentran la ley de la semejanza (que postula que la mente se
encarga de realizar agrupaciones de elementos según su similaridad), la ley de la pregnancia (la experiencia resultante de la
percepción siempre tiende a adquirir la forma de mayor simpleza), la ley de la proximidad (la reunión de elementos se concreta
según la distancia) y la ley del cierre (cuando falta algún elemento, la mente se encarga de añadirlo para, de esta forma, lograr
obtener una figura completa).
4. Leyes de la Gestalt
•Ley de la proximidad
Los elementos parecidos son percibidos como pertenecientes a la misma forma. Nuestro cerebro agrupa cosas que tienen alguna propiedad visual
común, como el color o el movimiento.
• Ley de la similitud
Los elementos parecidos son percibidos como pertenecientes a la misma forma. Nuestro cerebro agrupa cosas que tienen alguna propiedad visual
común, como el color o el movimiento.
Ley de la buena continuidad
Los elementos orientados en la misma dirección, tienden a organizarse de forma determinada.
•Ley del contraste
Un elemento se distingue del resto por su singularidad, por su especifidad. Un objeto puede contrastar con otros por color, forma, tamaño,
cualidades intrínsecas del propio objeto, etc...
•Ley de la clausura
Nos dice que si una línea forma una figura cerrada, o casi cerrada, tendemos a ver una figura superficial encerrada por una línea, en lugar de ser
simplemente una línea.
•Ley de la inclusividad
Se trata de una especie de camuflaje que tiende a homogeneizar la figura y el fondo. Provoca desconcierto en el observador, porque la propia
configuración de la imagen trata de obstaculizar que algo sea percibido.