El diario reflexivo es una herramienta para docentes investigadores que les permite describir y reflexionar sobre eventos en el aula. Esto ayuda a descubrir significados en la práctica docente para mejorarla. Los diarios deben incluir una descripción detallada de lo que ocurrió, una reflexión sobre por qué y una intervención planificada. Además, el diario fomenta la reflexión continua sobre los resultados para generar interpretaciones y guiar el trabajo futuro.
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Lectura 1 el diario reflexivo
1. PROGRAMA DE SEGUNDA ESPECIALIDAD EN DIDÁCTICA DE
LA EDUCACIÓN PRIMARIA
EL DIARIO REFLEXIVO
El diario Reflexivo es un instrumento de registro que le permite al docente
investigador detallar minuciosamente todos los hechos ocurridos durante un
determinado tiempo, tal puede ser el caso de una sesión de aprendizaje.
Este diario nos permite describir y reflexionar sobre los hallazgos
encontrados y como estos luego de ser analizados y teorizados, nos ayudan
descubrir los significados implícitos y explícitos de nuestra práctica docente para
reafirmarlos, mejorarlos o cambiarlos y consecuentemente mejorar la propia
práctica pedagógica.
Las 3 características fundamentales que deben tener los diarios reflexivos
son: Descripción, Reflexión e Intervención.
Las actividades que debemos realizar para su elaboración son:
1. Recordar y describir lo que pasó durante la ejecución de la sesión de
Aprendizaje respondiendo a la pregunta ¿Qué hice?
2. Reflexionar sobre el por qué, para qué y qué resultó de las acciones
ejecutadas.
3. Finalmente, redactar a manera de observaciones finales, las acciones a
mejorar a partir de la reflexión realizada en el diario.
Hay varios asuntos que deben tenerse en cuenta para escribir un diario
reflexivo. En primer lugar, se debe ser muy disciplinado con el diario reflexivo,
escribiendo de forma sistemática todos los días o dos veces por semana. La
escritura puede hacerse una vez finalizada las labores escolares. La idea es
registrar cuidadosamente día a día todo lo que se ha observado, lo que uno ha
pensado referente al estudio que uno adelanta. Si uno deja pasar dos o más días
se va diluyendo la capacidad de recordar vívidamente una observación
importante o los detalles de una conversación sostenida.
El segundo aspecto que debe tenerse en cuenta en la labor de escritura
del diario reflexivo es la calidad de lo que allí se anota. La idea no es escribir por
escribir o hacerlo de una forma que no cumpla con los propósitos de una
investigación acción. En el diario reflexivo hay que ser muy detallado con las
observaciones realizadas útiles para la investigación. Las observaciones
realizadas son descritas sin escatimar detalles, relatando con la mayor riqueza
posible lo que se observó.
La idea es recrear con palabras lo observado. Sobre lo que hay que
insistir en este punto es que en el diario reflexivo se debe registrar con el
máximo detalle posible lo que aparece como relevante para nuestra
2. investigación: “Cuanto más rico sea en anotaciones este diario, mayor será
la ayuda que ofrecerá a la descripción y análisis del objeto estudiado”
(Cruz, 2007).
Lo indispensable de este registro detallado de las observaciones, las
interpretaciones, reflexiones que uno va elaborando al calor del desarrollo de la
sesión de aprendizaje deben ser expuestas con detenimiento en el diario
reflexivo ya que su escritura conduce a generar una actitud de reflexividad sobre
el proceso de la investigación y sus resultados. Por tanto, en el diario reflexivo se
consignan con la mayor elaboración posible lo que uno está pensando, va
entendiendo o descubriendo sobre lo que se está estudiando.
De manera analítica, se puede decir que desempeña tres funciones
principales durante el desarrollo de la investigación. Primero, en tanto el diario
reflexivo sirve para registrar los datos que va arrojando la investigación, tiene la
función de guardar la información. Como ya vimos, estos datos se derivan
principalmente de las observaciones, reflexiones y alternativas de solución.
Segundo, el diario reflexivo tiene como función posibilitar una permanente
reflexividad sobre los resultados que va arrojando el trabajo de campo.
Esta reflexividad se traduce en la formulación de interpretaciones
provisionales por parte del investigador con respecto a aquellos aspectos que
van adquiriendo sentido a sus ojos, de las conexiones que va estableciendo y
que antes no eran evidentes.
La escritura del diario reflexivo propicia y potencia el proceso de
pensamiento y comprensión asociada a la investigación. Y esto porque el trabajo
de campo es el momento de obtención de datos o información en bruto, al igual
que uno de elaboración: “De ahí que el trabajo de campo no sea solo un
medio de obtención de la información, sino el momento mismo de
producción de los datos y elaboración del conocimiento” (Guber, 2005).
Finalmente, el diario reflexivo tiene como función de ir construyendo una agenda
de trabajo que va respondiendo día a día a los avances y avatares de la
investigación.
Equipo Investigación
DIDEIP - IPNM