Este documento trata sobre la higiene sexual infantil. Explica que los genitales de niñas y niños requieren atención y limpieza delicada para evitar infecciones. Detalla cómo lavar correctamente a niñas y niños, teniendo cuidado de no introducir los dedos en la vulva de las niñas ni forzar el prepucio de los niños. También enfatiza la importancia de cambiar las prendas íntimas diariamente y secar bien la zona después del baño para prevenir hongos e infecciones.
1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR INSTITUTO PEDAGÓGICO “RAFAEL ALBERTO ESCOBAR LARA” MARACAY – ESTADO ARAGUA Higiene sexual infantil Profa.: Luisa Martínez Autor: Andrik Gómez C.I.: 19.466.211 Maracay. Julio de 2.011
2. Higiene sexual infantil Niñas y niños necesitan en general muy similares cuidados, aunque en lo que se diferencian por género, seguro necesitan cuidado distinto. Son métodos totalmente lógicos, que sólo recordaremos para afianzar tus costumbres.Los genitales infantiles deben estar en continua observación y tratados con mucha delicadeza, recuerda que no están expuestos pero pueden presentar alguna infección por falta de higiene.
3. Higiene sexual infantil La higiene de los genitales (zona perineal) es muy importante tomarla en cuenta, y hacerlo de forma delicada, porque suele ser la zona más propensa a infecciones, por no seguir una correcta norma de higiene, cada sexo, tiene su especial trato, pero en general, se debe hacer una observación constante, y no porque el niño crea sentirse preparado para hacerlo solo, se debe dejar, manejando la confianza, dile que tú limpias primero, y al final el ayuda, hasta que precise la técnica, las toallas húmedas son un buen aliado, pero siempre hay que secar después, y lavar las manos al finalizar.
4. Higiene sexual infantil Los genitales, al estar tan próximos a los orificios de salida de la orina y las heces son una parte del cuerpo que requieren especial atención. Tanto la vulva como el pene tienen una serie de pliegues que hay que separar para lavarlos correctamente, ya que estos facilitan la acumulación de restos de orina y secreciones diversas.
5. Lavar a una niña De ninguna forma existe la necesidad de abrir los labios de la vulva de la niña para limpiarle el interior. Limítese a lavarle y a secarle la zona cubierta por el pañal (o braguita), desde delante hacia atrás. De este modo evitará manchar la vulva y reducirá el riesgo de extender las bacterias de los intestinos hacia la vejiga o la vagina. Las niñas deben lavarse de delante hacia atrás; para no arrastrar restos de heces a la vagina. La regla no contraindica la limpieza, por el contrario, exige una mayor frecuencia.
6. Lavar a un niño Jamás intente retirar la piel del prepucio de un niño para limpiarlo ya que podría causarle daño. Lave toda la zona cubierta por el pañal (o calzoncillos) y séquela con cuidado. Cuando el niño tenga tres o cuatro años de edad, el prepucio estará más suelto y podrá retirarse sin emplear la fuerza.
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8. El lavarse luego de hacer caca asegura más la higiene completa, pero sujeto a ello se deben secar bien la zona, para evitar posibles hongos.
9. Los desodorantes íntimos deben desecharse, pues pueden alterar la mucosa vaginal y exponerla a infecciones.
10. Enfermedades por falta de higiene Los problemas más graves, relacionados con la higiene son las enfermedades que pueden adquirirse. El hábitat familiar del niño es el primer núcleo de infecciones. Las ventanas cerradas todo el día, el encierro, el hacinamiento, el humo del cigarrillo y la contaminación atmosférica, permiten que los virus presentes en el ambiente se desarrollen y provoquen resfríos o bronconeumonías.
11. Enfermedades por falta de higiene ·Para que un niño tenga las condiciones propicias, cultive hábitos higiénicos y no presente cuadros infecciosos, es fundamental que en la cocina existan los más altos niveles de limpieza, y que se limite a lo estrictamente necesario el contacto con muchas personas, en espacios cerrados, donde obviamente se respira el mismo aire.
12. Enfermedades por falta de higiene ·Además de evitar el contagio de enfermedades, la adquisición de buenos hábitos higiénicos ayuda a los niños en su proceso de inserción social entre sus pares y les brinda una sensación de seguridad e independencia. De pequeños, ellos creen que las normas de higiene son un capricho de los padres, pero con el tiempo, las aprecian.