Brasil, Argentina y México planean duplicar su capacidad nuclear en los próximos 20 años para satisfacer la creciente demanda de energía. Actualmente producen 4,9 GW de electricidad nuclear, pero esperan alcanzar 9,9 GW en 2035. Estos países están impulsando el desarrollo nuclear a pesar de la tendencia mundial de reducirlo después del desastre de Fukushima, para diversificar su matriz energética y reducir la dependencia de combustibles fósiles.
2. / MERCADO GLOBAL / LATINOAMÉRICA, ¿NUEVA POTENCIA NUCLEAR?
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total de India o con la de Irán mul-
tiplicada por diez, en el mismo pe-
ríodo.
TECNOLOGÍA TROPICAL
Brasil cuenta con dos reactores nu-
cleares (Angra I y II) y un tercero
en construcción, además de otros
cuatro en obras cuya operación
se espera que comience en 2020.
La tecnología nuclear comenzó a
desarrollarse en este país en 1951
pero recibió un mayor impulso en-
tre 1964 y 1985, bajo la dictadura
militar que controló el país duran-
te ese período.
Tras interrumpir en la década de
1980 los acuerdos de cooperación
que había firmado con Alemania
para el suministro de 8 unidades
durante 15 años, la responsabi-
lidad por la construcción de sus
plantas pasó a Furnas, una subsi-
diaria de la estatal Eletrobrás.
En noviembre de 2006 el Gobier-
no anunció planes para completar
Angra 3 y también construir otras
cuatro nuevas plantas nucleares a
partir de 2015 en un solo sitio. El
cronograma preveía que la planta
entre en funcionamiento a finales
de 2015.
Se espera también que otras dos
plantas (en Pernambuco, en el Nor-
deste, y en Minas Gerais, en el Su-
deste) entren en funcionamiento en
2020, agregando una producción
bruta de 1,2 GW, que se sumarán
a los 1,35 GW que se espera de
Angra 3 ya en 2018.
“Brasil es el único estado sin ar-
mas nucleares en el que los mi-
litares transfieren tecnología de
enriquecimiento de uranio para el
programa nuclear civil, y la Mari-
na impulsa los avances tecnológi-
cos en el campo nuclear”, indica
WNA en su informe de marzo de
este año.
MILITARISMO POLÍTICO
Argentina, por su parte, genera
cerca de un 10% de la electricidad
que consume a partir de plantas
nucleares. Su primer reactor co-
mercial entró en operaciones en
1974, año en que asumía la pre-
sidencia del país la esposa del ge-
neral Juan Perón, en plena crisis
internacional del petróleo.
Las usinas atómicas llevan nom-
bres asociados con el movimiento
político creado por aquel: Perón
(Atucha 1) y Kirchner (Atucha 2).
Con la reactivación de esta segun-
da (que incrementó su capacidad
en 74% en 2014, permitiendo un
agregado de 0,7 GW), Argentina se
propone cubrir entre un 15 y 18%
de su demanda eléctrica. La pues-
ta en marcha de esa usina apunta
a un ahorro de 1.500 millones de
dólares anuales en petróleo, según
los cálculos gubernamentales.
La república, cuyo espectro políti-
co continúa fuertemente influen-
ciado por las ideas del militar que
impulsó el primer plan nuclear ar-
gentino, ha firmado acuerdos con
Rusia y China para la construcción
y encendido de dos nuevos reac-
tores, Atucha 3 y 4. La Comisión
Nacional de Energía Atómica
(CNEA) ha anunciado que tiene
como objetivo dotar al país de cin-
co centrales en total.
La construcción de las plantas co-
rresponderá a la rusa Rosatom,
mientras que los reactores serán
responsabilidad de China National
Nuclear Corporation (CNNC). En
esa línea se inscriben los recientes
acercamientos de la presidenta
Cristina Kirchner con las dos po-
tencias BRICS.
En febrero de este año, el país de
Xi Jinping firmó con la nación
sudamericana un entendimiento
inicial para una futura “alianza
estratégica” que incluye -además
del impulso a una nueva planta
nuclear- proyectos de energía, tec-
nología aeroespacial, minería, comu-
nicaciones y obras de infraestructura,
con dos represas hidroeléctricas en el
paquete.
U
n informe reciente de la
consultoría de negocios
BNamericas plantea que
Brasil y México, los dos
países americanos más grandes des-
pués de Estados Unidos, estarán,
junto con Argentina, a la cabeza de
un desarrollo nuclear en el conti-
nente en las próximas dos décadas.
Para sostener su pronóstico, la
agencia argumenta que esos países
-a los que califica como “potencias
atómicas regionales”- habían au-
mentado su consumo en un 19%
entre 2010 y 2013, “salto que re-
presenta una tendencia más am-
plia de entusiasmo con la energía
nuclear en toda la región”.
“Algunos podrían decir que esta
fuente de energía es parte del pasa-
do. En Latinoamérica, sin embargo,
los países se resisten a la tendencia
mundial”, indica el informe, que
añade que esos tres países apuntan
a sumar a su matriz energética una
potencia nuclear de 5 GW hacia
2035, contrariando el movimiento
mundial de reducir la instalación de
esas plantas después del accidente
de 2011 en Fukushima.
No obstante, la bajada de los pre-
cios del petróleo -que ha acrecen-
tado el atractivo de las centrales
térmicas de gas natural- y los ele-
vados costes de desarrollo podrían
ser obstáculos a la expansión nu-
clear, advierte el informe.
DIRIGENTES ha consultado los
datos de la Asociación Nuclear
Mundial (WNA, por sus siglas en
inglés), que destaca que el plan de
los gobiernos de esos tres países es
prácticamente duplicar su poten-
cia nuclear en 20 años.
Los 4,9 GW que constituyen su
capacidad instalada actual se com-
ponen sumando 1,9 GW de Brasil,
1,65 de Argentina y 1,35 de Méxi-
co, siendo este último país el que
aspira al mayor aumento, con una
meta de 2,8 GW. La producción de
2013 fue de 30,9 TWh, volumen
que se equipara con la producción
/ ARGENTINA
Y SU
PERONISMO
ATÓMICO
El consumo per cápita de
electricidad era de poco más
de 2.000 kW por año en 2002 y
subió a más de 2.600 en 2007.
En 2012, la producción bruta
de electricidad fue de 135 TWh
(millones de vatios hora), de los
cuales sólo 6,4 eran de origen
nuclear. El resto tenía origen
predominantemente gasífero
(73 TWh), hidroeléctrico (30
TWh) y petrolífero (20 TWh).
Al año siguiente, la energía
nuclear le aportó 5,7 TWh de
electricidad a la matriz energé-
tica, alrededor del 4,4% de la
generación total de electrici-
dad y 0,7 TWh menos que lo
producido el año anterior. Con
la puesta en operaciones de la
planta Kirchner (Atucha 2), la
capacidad nuclear argentina
aumentó un 74%.
Buena parte de su producción
de energía eléctrica está en
manos privadas y sigue las
disposiciones del ENRE (Ente
Nacional Regulador de la
Electricidad). Un 11% de la
capacidad instalada (que es de
aproximadamente 35 GW) pro-
viene de los autoproductores y
los generadores privados.
Además de los entendimientos
con China y Rusia, Argentina
apunta también a otros países
de la región, como Bolivia (con
el que suscribió en marzo un
Acuerdo de Cooperación para
el Uso Pacífico de la Energía
Nuclear) y Brasil (con el que
creó una agencia mixta sobre el
tema, la ABACC).
Buenos Aires, Argentina.
3. / MERCADO GLOBAL / LATINOAMÉRICA, ¿NUEVA POTENCIA NUCLEAR?
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Argentina es parte del Tratado
de No Proliferación Nuclear des-
de 1995 como un Estado que no
posee armas atómicas. En 1991,
suscribió con su vecino Brasil la
creación de la ABACC (Agencia
Brasileño-Argentina de Contabili-
dad y Control de Materiales Nu-
cleares).
ELECTRICIDAD
CARIBEÑA
México tiene dos reactores nu-
cleares (Laguna Verde 1 y 2), con
los cuales genera casi el 4% de su
electricidad. Tiene una capacidad
instalada de 1,35 GW y apunta a
agregar 1,6 GW, siendo el más alto
aumento entre los países de la re-
gión, según datos de la WNA.
Su primer reactor atómico comer-
cial entró en operaciones en 1989
y el apoyo gubernamental a ese
tipo de energía ha sido tradicio-
nalmente ligero, en función de su
riqueza natural en hidrocarburos.
La reciente bajada internacional
de los precios del petróleo, que le
significaron al país una drástica
reducción de sus ingresos, ha re-
activado el interés en la energía de
origen nuclear en un momento en
el que el Gobierno enfrenta una se-
rie de dificultades para alcanzar sus
metas de crecimiento económico.
En los dos primeros meses de 2015,
Pemex sufrió un recorte del 46%
en sus ingresos respecto al mismo
período de 2014, según datos de
la Secretaría de Hacienda y Cré-
dito Público (SHCP), impactan-
do negativamente también en el
presupuesto para el desarrollo de
fuentes no fósiles (de 65,8 millones
de dólares en 2014 a 24,3 millones
este año).
/ LA
DEPENDENCIA
HÍDRICA
DE BRASIL
La generación nuclear genera
cerca del 3% de la elec-
tricidad de Brasil, con un
parque que asciende a 1,9
GW. Los planes del Gobierno
son agregar 1,35 GW con la
central Angra 3, cuya entrada
en operaciones se espera que
ocurra en 2018.
En 2012, la producción bruta
de electricidad fue de 553 TWh,
de los cuales 16 TWh fueron de
origen nuclear, proviniendo el
resto predominantemente de la
matriz hidroeléctrica (415 TWh),
con una menor participación
de gas (47 TWh), biomasa-
residuos (35 TWh) y viento-sol
(5,3 TWh).
El consumo per cápita creció
de menos de 1.500 kWh/año
en 1990 a cerca de 2.700 en
2011, de acuerdo con los datos
de WNA. La alta dependencia
de fuentes hídricas coloca al
país en una situación de vul-
nerabilidad que ha alcanzado
niveles críticos en 2015, debido
a una aguda sequía.
En cuanto a los productores,
cerca del 40% de la electrici-
dad brasileña es producida por
el sistema Eletrobrás (capital
abierto), repartiéndose el resto
entre empresas de servi-
cios públicos y productores
privados. La inversión privada
en energía nuclear no está
permitida.
LA BAJADA DE LOS PRECIOS
DEL PETRÓLEO HA REACTIVADO
EL INTERÉS EN LA ENERGÍA
NUCLEAR
La presa de Itaipú (Brasil)
tiene 7,7 kilómetros de
extensión.
4. / MERCADO GLOBAL / LATINOAMÉRICA, ¿NUEVA POTENCIA NUCLEAR?
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La capacidad instalada nuclear de
México es de 1,35 GW y los planes
del Gobierno de Peña Nieto apun-
tan a agregar nada menos que 2,8
GW, el más alto aumento entre los
países de la región, según las esta-
dísticas de WNA. El porcentaje de
electricidad de origen nuclear cayó
del 5,2% al 4,6% entre 2003 y 2013.
“Se estima que la potencia del
parque de generación eléctrica de
México deberá crecer en 5,5 GW
en los próximos 15 años, debido a
la necesidad de contar con nueva
capacidad y el reemplazo de uni-
dades obsoletas”, apunta BName-
ricas, que realiza este mes de mayo
la III Cumbre de Energía Eléctrica
en Ciudad de México.
“El sector eléctrico mexicano entra
en un proceso de franca competencia
en el área de generación, abriendo
oportunidades de negocio tanto para
operadores como para proveedores”,
apunta la agencia, destacando que
“con nuevas reglas de juego, la esta-
tal Comisión Federal de Electricidad
tendrá que acelerar el proceso de
modernización de su parque, mien-
tras que los generadores privados y
los grandes consumidores deberán
identificar el dónde y el cómo de sus
inversiones y contratos de abasteci-
miento de largo plazo”. /
/ ALTERANDO
LA MATRIZ
ENERGÉTICA
EN MÉXICO
Dos reactores nucleares apor-
tan cerca del 4% de la electri-
cidad que consume el país. La
ley establece que el 25% de su
energía deberá generarse con
fuentes renovables de aquí a
2018, con una proyección de
aumento escalonado que va
del 30% en 2021 hasta el 60%
en 2050.
Exportador neto de energía, el
país es rico en hidrocarburos.
Su interés en la energía nuclear
tiene que ver con la necesidad
de tornarse menos dependien-
te de las fuentes fósiles, pues
la perspectiva es que aumente
su consumo de gas natural en
los próximos años.
De los 298 TWh que generó en
2013, un total de 166 TWh pro-
vinieron de esa fuente, 48 TWh
de aceite, 32 TWh de carbón y
28 TWh de fuentes hidroeléctri-
cas, restándole a la genera-
ción nuclear 11,8 TWh. El año
anterior, de la capacidad total
de 61,6 GW, la energía nuclear
había aportado 1,6 GW (bruto).
Se prevé que su capacidad
aumente a 86 GW en 2025.
La Constitución Mexicana es-
tablece que la energía nuclear
será usada únicamente para
fines pacíficos y el país es sig-
natario también del Tratado de
No Proliferación Nuclear.
“EL SECTOR ELÉCTRICO
MEXICANO ENTRA EN UN
PROCESO DE COMPETENCIA
EN EL ÁREA DE GENERACIÓN
ELÉCTRICA”, AFIRMAN LOS
EXPERTOS DE LA AGENCIA
BNAMERICAS
Imagen aérea de la
Ciudad de México.