Como en una vieja partida del TEG, las fuerzas latinoamericanas se reagrupan en 2015 y se preparan para una próxima ronda. Tras una década de conquistas, en este turno pierden fichas los países del eje bolivariano y se hacen fuertes los del Pacífico. Cuba y Uruguay despuntan en alianzas excepcionales.
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2015, el año en que América Latina ajustó su rumbo
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EL AÑO EN QUE
AMÉRICA LATINA
AJUSTÓ SU RUMBO
Como en una vieja partida del TEG, las fuerzas latinoamericanas se reagrupan
en 2015 y se preparan para una próxima ronda. Tras una década de conquistas,
en este turno pierden fichas los países del eje bolivariano y se hacen fuertes
los del Pacífico. Cuba y Uruguay despuntan en alianzas excepcionales.
/ Carlos Turdera
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norteamericana, México en una
encrucijada oscurantista y Uru-
guay buscando una eyección del
Mercosur, el panorama de 2015
en ese continente, donde se en-
cuentran cuatro países de la
flamante Alianza Trans-Pacífico
(TPP), era impensable tan sólo
un año atrás.
ENTRE CICLOS
Un ciclo de bonanza en la región
favoreció en la última década a
unos 200 millones de personas,
un 38% de la población. Ahora
los beneficiados -que dejaron de
ser pobres pero no entraron a la
clase media- corren peligro de
perder sus conquistas, según el
L
os países latinoamerica-
nos parecen estar en un
típico torbellino tropi-
cal al cabo de la primera
mitad de la década 2010-2020.
Brasil en caída libre, Venezue-
la tambaleante y Argentina en
un nuevo ocaso son las escenas
más dramáticas del fenómeno.
La baja del crudo y las mate-
rias primas, los escándalos ve-
nales y la desaceleración china
han cambiado drásticamente el
escenario de la región. El flir-
teo de Chile con la corrupción,
el vigor emergente de Perú y la
marcha de Colombia hacia la
paz complementan el cuadro.
Con Cuba entrando en la ruta
Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD).
En 2011, América Latina creció
4%. En 2014, sólo 1%. El FMI
prevé que este año ese índice
caiga a un 0.3% y que en 2016
avance sólo un 0.8%, un pronós-
tico que acentúa las dificultades
que experimentará la región
para mantener las políticas so-
ciales y promover un nuevo ci-
clo de expansión.
El correlato político de ese des-
empeño es una reconfiguración
de fuerzas, un recambio de líde-
res y una actualización de los
modelos en este cierre de 2015,
el año en que la región ajustó su
rumbo.
2015
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BRASIL: UN gigANTE A
LA DEriVA
Con la presidenta Dilma Rousseff
elegida para un segundo mandato,
Brasil se preparaba en 2014 para
una nueva aceleración de su eco-
nomía, alimentando la ilusión de
una victoria en el Mundial de Fút-
bol y la perspectiva de asomarse al
mundo desarrollado tras superar
al Reino Unido en el ranking de la
economía mundial.
A poco de iniciado 2015, sin em-
bargo, se reveló como un país de
extensas grietas en su instituciones,
en profunda crisis estructural y aho-
ra en franco retroceso. Las redes de
corrupción, el pronóstico de una
caída del 2.44% del PIB este año
(con tendencia a continuar en 2016)
y la rebaja de su deuda a bono ba-
sura, se conjugaron con las embes-
tidas destituyentes y el desprestigio
de la clase política en general para
retratar a la mayor economía suda-
mericana como un gigantesco ídolo
emulando el vuelo de Ícaro
VENEZUELA:
UNA BArriCADA
CoNTrA LA rEALiDAD
Bajo la mira internacional por
su controvertida política de dere-
chos humanos y en medio de una
acelerada degradación econó-
mica a causa de la depreciación
del crudo, Venezuela organizó
las elecciones del 6 de diciembre
como una suerte de barricada.
De un lado, la retórica revolu-
cionaria del chavismo, que ad-
judica los males que sufre el país
(desabastecimiento, inflación,
desvalorización monetaria, va-
ciamiento de reservas, contrac-
ción) a la acción de una diabó-
lica oposición confabulada con
el imperialismo. Del otro lado,
el FMI, que estima una contrac-
ción del 10% en su economía,
con la consecuente repercusión
social y agravamiento del cuadro
en los próximos meses.
ARGENTINA:
LA ADmiNisTrACióN
DE UN EsPEjismo
Muy cerca ideológicamente de las
tierras bolivarianas, aunque geo-
gráficamente en el extremo sur
del continente, Argentina enfren-
ta unos desafíos de larga data, ya
conocidos inclusive en los tiempos
de Maradona, Evita y el Che.
Doce años después de la ban-
carrota en que se encontraba el
país cuando su esposo inició “la
era Kirchner” en 2003, Cristina
Fernández entrega este mes el ce-
tro presidencial a un sucesor que
debuta en la gestión con las reser-
vas diezmadas y la perspectiva de
administrar un espejismo en lugar
de la economía ordenada y prós-
pera que aseguran dejarle como
herencia.
CHILE: SOBRE LOS HOM-
BROS DE GIGANTES
Habitualmente alejado de los casos
de corrupción y con una economía
sin sobresaltos, Chile deja atrás un
año en el que esos atributos también
fueron trastocados por las ráfagas
huracanadas. En mayo hubo una
renuncia masiva de ministros tras un
escándalo protagonizado por el hijo
de la presidenta. En agosto, J.P. Mor-
gan consideró al país en alto riesgo
por su exposición a la devaluación
del yuan.
A pesar de ello, diversos pronósticos
coinciden en que tendrá en 2016 un
crecimiento por encima del prome-
dio regional, principalmente gracias
al Acuerdo de Asociación Trans-
Pacífico (TPP), que firmó junto con
Perú, Colombia y México. Estos paí-
ses forman el bloque más pragmáti-
co de la región y son los únicos que,
según el FMI, tendrán un desempe-
ño por encima del promedio: más
del 2,5% en un contexto regional de
desaceleración.
PERÚ: UN VÓRTICE EN
EL PACÍFICO
El FMI y el Banco Mundial reunie-
ron este año en Perú a los ministros
de Hacienda de sus más de 180 paí-
ses miembros para discutir el rumbo
de la economía global. Fue la prime-
ra vez en los últimos 50 años que un
encuentro de esas características se
realizó en América Latina.
La elección de Lima es una clara
señal de cómo esas organizaciones
ven actualmente al país, donde la co-
rrupción no opaca el buen momento
que vive su economía ni el horizonte
positivo que representa su participa-
ción en la Alianza del Pacífico.
No obstante, el FMI redujo en octu-
bre de 3.2% a 2.4% su pronóstico de
crecimiento para la economía perua-
na. La causa, más que los problemas
domésticos, es la depreciación de las
materias primas y la desaceleración
china, según el Departamento de
Estudios del organismo, que destacó
que el país “ha sido administrado con
un marco normativo muy sólido”.
COLOMBIA:
UNA OPORTUNIDAD
PARA LA PAZ
En el umbral de un acuerdo de paz
con la guerrilla, un lastre que le de-
mandará alrededor de US$ 30.000
millones para reconstruir el país en
la próxima década, Colombia se
adecúa para beneficiarse de los nue-
vos tiempos junto con sus socios del
bloque Pacífico.
MÉXICO:
LA AMENAZA
DEL PASADO
El gobierno de Enrique Peña Nie-
to concluyó este año numerosas
reformas estructurales, desde el
sector de las telecomunicaciones al
de la energía y la hacienda, con el
propósito claro de impulsar y mo-
dernizar su economía. Su credibi-
lidad y fortaleza, sin embargo, han
sido puestas en jaque por la acción
de organizaciones criminales que
mantienen una alta intimidad con
el poder.
BOLIVARIANOS
PACÍFICOS
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EL PRAGMATISMO DE LOS PEQUEÑOS
Más allá del eje bolivariano y del Pacífico, en los demás
países los matices van desde la apertura de Cuba a los
movimientos exploratorios de Uruguay, dos pequeñas
naciones que, cada una a su modo, tienen más margen
de maniobra que sus vecinos para encontrar salidas a la
frenada regional.
Cuba, a través de las inversiones extranjeras tras el resta-
blecimiento de relaciones con Estados Unidos. Los cuba-
nos ponen sus fichas en el turismo y la infraestructura. En
ese sentido, firmaron acuerdos con México en octubre
para la explotación de la Zona Especial de Desarrollo del
Mariel. Así, buscan aumentar los 500 millones de dólares
que el país azteca ya la reporta anualmente en comercio
con un volumen de inversiones en infraestructura.
Uruguay, a través de una política exterior multilateral
para quitarse el corsé que le ha significado su lealtad co-
mercial al Mercosur. En el último año entraron al país
US$ 3.662 millones, lo que representa un 6,5% de su
PIB. Tan sólo en el segundo trimestre, ingresaron US$
672 millones como inversión directa, nada despreciable
para esta pequeña república que, aún sin salir del espec-
tro de la izquierda, este año recibió el reconocimiento de
Standard&Poor’s con un aumento de la nota para su gra-
do de inversión, estatus que conquistó en 2012.
CUBA Y URUGUAY