Aún antes de su última cumbre, realizada en Paraguay el 21 de diciembre, el Mercosur ya venía mostrando señales de agotamiento. Tras la asunción del nuevo presidente de Argentina, el bloque puede estar viviendo sus últimas horas después de un largo período de magros resultados y demoradas acciones.

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AGONIZA
EN LA
INMADUREZAún antes de su última cumbre, realizada en Paraguay el 21 de diciembre,
el Mercosur ya venía mostrando señales de agotamiento. Tras la asunción del
nuevo presidente de Argentina, el bloque puede estar viviendo sus últimas horas
después de un largo período de magros resultados y demoradas acciones.
/ Carlos Turdera (Corresponsal LATAM)
MERC OSUR

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ahora no alcanzadas como la elimina-
ción de barreras comerciales y la pro-
moción del desarrollo conjunto, de-
claraciones iniciales de su formación.
CORTE Y QUEBRADA
Con Brasil sumergido en una profun-
da crisis política y económica, el nue-
vo Gobierno de Argentina mirando
hacia el pragmatismo del Pacífico
más que hacia las brumas ideológicas
del Caribe, Uruguay también explo-
rando su camino de “plurilateralis-
mo”, Paraguay ocupado en sus nego-
cios y la propia Venezuela a la deriva
en medio de crecientes estertores, el
Mercosur vive una fase terminal.
Para completar el cuadro, las decla-
raciones del nuevo presidente de
Argentina, Mauricio Macri, pro-
poniendo expulsar a Venezuela de
la organización por violación de su
“cláusula democrática” (debido a la
existencia de presos políticos en Ca-
racas) no hacen más que subrayar el
momento crucial al que ha llegado el
bloque, más allá de la concreción o no
de la advertencia a Maduro y los suyos.
La cláusula a la que apeló Macri
“no puede usarse en base a hipótesis,
sino a hechos calificados” y no puede
probarse que en Venezuela se haya
dado una “ruptura del orden demo-
crático”, reaccionó la presidenta de
Brasil, Dilma Rousseff, en pleno ojo
de una tormenta política que ha co-
locado a su propio cargo al borde de
la cornisa.
LA DEPRESIÓN BRASILEÑA
La acelerada caída del desempeño
brasileño -que presenta en este inicio
de 2016 un cuadro recesivo próximo
de la depresión, con proyecciones ofi-
ciales de una contracción de su PIB
del orden del 1,9% (el FMI calcula
-3%) y una caída en la actividad in-
dustrial del 2,7%- no dejan en muy
buena consideración las declaracio-
nes políticas de su mandataria.
La perspectiva del FMI para Vene-
zuela es de una contracción del 10%
de su economía en 2016, lo que agu-
dizará la tensión que ya se vio en
2015, coronada por la derrota que ha
sufrido el chavismo en las elecciones
legislativas de diciembre.
Para complicar el panorama, el ciclo
de precios altos de las commodities
ha acabado, dejando a esos tres paí-
ses, que sustentaron sus programas
sociales en la liquidez del comercio
internacional, a merced de la de-
manda de millones de personas que
poco se importan con una visión
ideológica del mundo cuando ven sus
conquistas en riesgo.
A LAS BALSAS
En todo ese panorama, Uruguay y
Paraguay -cada uno con formulacio-
nes diferentes, pero sin abandonar el
centro ninguno de ambos- aparecen
prácticamente como balsas lanzadas
al mar para su propia supervivencia
ante el riesgo inminente de hundi-
miento de la embarcación madre.
“Estamos muy atentos a todas las ex-
periencias de integración que hay en
la región, una de las cuales es justa-
mente la Alianza del Pacífico”, le dijo
a DIRIGENTES el actual ministro
de Economía de Uruguay, Danilo
Astori, cuando era vicepresidente en
2014, declaración que reafirmó en
diciembre en un tono más categórico
frente al deterioro ostensivo de Brasil
y Argentina.
Pero como sostiene la máxima de
que allí donde crece el peligro tam-
bién crece la salvación, en las propias
entrañas del gigante podría estar el
principio de su recuperación. “La
discusión que tenemos con México
es un Tratado de Libre Comercio
amplio, que cubra una gama amplia
de productos y servicios”, dijo el mi-
nistro de Economía de Brasil, Joa-
quim Levy, en diciembre, apuntando
a que ese país podría, si no censurar
C
on sus 30 años de edad (sur-
gió de un acuerdo entre Brasil
y Argentina en 1985) el pro-
yecto de Mercado Común
del Sur (Mercosur) parece hoy más
una pieza de museo que un bloque
económico en desarrollo. La propia
voluntad integracionista que le dio
origen parece en los días actuales
una plataforma analógica frente a los
vientos diríase digitales que soplan en
el continente desde el Pacífico.
En enero de 2015 asumió la presi-
dencia del bloque la República Boli-
variana de Venezuela, el país que se
incorporó formalmente al proyecto
en 2013 con banderas y recetario de
épocas pretéritas, como las de Simón
Bolívar y Karl Marx. Con esa nación
del “socialismo del siglo XXI” a la ca-
beza, ha quedado patente la vocación
retórica del proyecto por encima in-
cluso de cuestiones tan prácticas hasta
BRASIL, VENEZUELA,
ARGENTINA, URUGUAY Y
PARAGUAY SUFREN UNA
PROFUNDA CRISIS POLÍTICA
Y ECONÓMICA
LAS ESCASAS PREVISIONES
DE CRECIMIENTO EN LOS
PAÍSES DEL MERCOSUR
COMPLICAN EL PANORAMA
ECONÓMICO DE LA REGIÓN
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Mauricio Macri,
presidente electo
de la República
Argentina.
Dilma Rousseff,
presidenta de Brasil.
Puerto de Montevideo,
Uruguay.

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a Venezuela como lo propone Macri,
alinearse con los nuevos vientos co-
merciales de las Américas con Asia.
PROGRESISMO
CON PRAGMATISMO
En cualquier caso, sin los líderes que
fueron prácticamente sinónimo de
Mercosur en la década pasada (Nés-
tor Kirchner en Argentina, Lula da
Silva en Brasil y Hugo Chávez en
Venezuela), la fragilizada situación
en que se encuentran los gobiernos
‘progresistas’ que aún resisten en sus
proyectos integracionistas, el icónico
bloque Mercosur inicia esta segunda
mitad de la década en claro jaque,
con una alta probabilidad de pasar a
integrar la galería de sueños incon-
clusos en la región.
Por haber sido Argentina junto con
Brasil los artífices de más peso en ese
proyecto regional, la situación en que
se encuentran estos países en 2016
(nuevos pasos en la tierra del tango
mientras sigue el carnaval en la na-
ción vecina) muestra claramente el
inicio de una nueva hora en la región.
Los eventuales cambios de dirección
en los próximos meses serán determi-
nantes para saber hacia dónde en de-
finitiva va la nave latinoamericana. /
/ QUÉ ES Y
QUÉ DISCUTE
EL PARLASUR
El Parlamento del Mercosur, o
Parlasur, funciona desde 2007
en Montevideo, capital de
Uruguay. Es una cámara que se
reúne una vez al mes, formada
por 75 delegados brasileños,
43 argentinos, 33 venezolanos,
18 paraguayos y 18 uruguayos,
que representan a 285 millones
de latinoamericanos.
El presidente de Uruguay,
Tabaré Vázquez, ha dicho que
una de las prioridades de su
gestión (2015-2020) es lograr
un acuerdo del Mercosur por la
navegabilidad en condiciones
internacionales seguras.
Ello “significaría asegurar que
Bolivia y Brasil usen los puertos
uruguayos”, dijo el mandatario
después de que su predece-
sor, José Mujica, afirmara que
Bolivia “de alguna manera tiene
que salir al mar y si no puede
salir por Chile, tendrá que ha-
cerlo por Uruguay”.
Bolivia es el único caso entre
los países “bolivarianos” que
exhibe una economía estabi-
lizada, con índices de creci-
miento. Venezuela y Argentina
son los que presentan los
resultados menos alentadores,
registrando en 2015 una infla-
ción del 63,4% el primero (se-
gún datos oficiales de agosto)
y de cerca del 40% el segundo
(según fuentes privadas des-
calificadas por el Gobierno de
Cristina Kirchner en favor de su
cálculo de 24%).
Néstor Kirchner, ex
presidente
de Argentina.
Néstor Kirchner.Néstor Kirchner.
Hugo Chávez,
ex presidente
de Venezuela.
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Lula da Silva,
ex presidente
de Brasil.