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Las primeras
Epístolas
de San Pablo
La revelación de Dios a los hombres
alcanzó su plenitud en Jesucristo, el
Verbo encarnado. La extraordinaria
fuerza salvífica de cuanto Jesucristo
había hecho y enseñado, y su
capacidad para iluminar el camino de
los hombres en todas las circunstancias
de la vida ordinaria, se puso de
manifiesto desde los primeros
momentos de la Iglesia naciente.
La fe cristiana no se sustenta en unos
escritos, sino en una vida. Desde
Pentecostés, el Espíritu Santo es el
principal protagonista en los primeros
pasos de la Iglesia fundada por
Jesucristo. Él fue guiando a los
Apóstoles que, con su predicación y su
ejemplo, enseñaban lo que habían
recibido e invitaban a los hombres y
mujeres, sus conciudadanos, a ser
también ellos discípulos de Jesús.
Los escritos del Nuevo Testamento,
nacidos de ese impulso del Espíritu, se
fueron componiendo para responder a
necesidades concretas de la
evangelización. Según parece, el más La conversión de San Pablo (G. Doré).
antiguo de ellos es la primera carta de
San Pablo a los Tesalonicenses, stas cartas de no en el ambiente en cia romana de Macedo-
redactada en torno al año 50. En los
años inmediatamente posteriores,
además de otra carta a los
E San Pablo son,
en su conjunto,
los escritos cristianos
el que comienza a vi-
virse y desarrollarse el
cristianismo, y propor-
nia, en su segundo via-
je apostólico. Esto su-
cedería en el año 50.
más antiguos que con- cionan unas pautas Permaneció allí duran-
Tesalonicenses, San Pablo escribió servamos, y ofrecen un te varios meses predi-
siempre válidas para
varias cartas más, dirigidas a testimonio impresio- profundizar en la fe y cando el Evangelio y
comunidades por él fundadas, como es nante de la fe y de la llevar una vida cristia- atendiendo personal-
el caso de la carta a los Gálatas y las vida de aquellas prime- na coherente. mente a cada uno de
dos cartas a los de Corinto, con ras comunidades. Es los que se habían bau-
cierto que su lectura, al tizado en la ciudad. Su
orientaciones precisas para su labor tuvo fruto abun-
no ser textos narrativos
incipiente vida cristiana, además de otra como los Evangelios y
LAS CARTAS A LOS
dante, por lo que se
dirigida a los Romanos en la que ofrece TESALONICENSES
los Hechos de los suscitaron las envidias
una síntesis de su predicación, que Apóstoles, sino doctri- de algunos judíos im-
nales y morales, re- Cuenta el libro de portantes y Pablo se
sirviera de «tarjeta de visita» previa a su
quiere un cierto empe- los Hechos de los vio obligado a salir
llegada, para que tuviesen noticia de Apóstoles que San Pa- precipitadamente (cfr.
ño por entenderlas
cómo venía presentando el mensaje bien. Pero se trata de blo, acompañado por Hch 17,1-9).
cristiano en sus viajes. un esfuerzo que vale la Silas y Timoteo, había Esta marcha im-
pena realizar, ya que llegado a Tesalónica, prevista no le permi-
Por Francisco Varo Pineda permiten entrar de lle - la capital de la provin- tió completar la prime-
2. ra formación cristiana de y la segunda venida del Se- LA CARTA A LOS GÁLATAS acogido por aquellas gen-
aquellos fieles recién con- ñor o Parusía. La envía por tes (cfr. Ga 4,13-4).
vertidos, que además que- medio de Timoteo, y en ella La provincia romana de Sin embargo, no le falta-
daban en una situación rememora los momentos Galacia era una región si- ron sufrimientos. El motivo
comprometida debido a la gozosos de la evangeliza- tuada en la planicie que de esas tribulaciones fue
persecución que se acababa ción y cómo acogieron la ocupa la parte central de la llegada a la región de al-
de iniciar en la ciudad. San Palabra de Dios, a la vez Asia Menor, en la actual gunos predicadores jude-
Pablo, al llegar a Atenas, les que quiere tranquilizarlos Turquía, así como los terri- ocristianos, muy aferrados
envió desde allí a Timoteo sobre el destino de los que torios de Licaonia que tenía a las costumbres tradiciona-
para confirmarlos en la fe, y ya habían muerto en la fe al sur, y en donde se en- les del judaísmo, que afir-
para tener noticias de ellos. del Señor. contraban cuatro ciudades maban que para salvarse era
Entre tanto, Pablo prosigue Sin embargo, algunos no muy conocidas por el libro necesario cumplir las obras
su viaje hasta Corinto, don- entendieron bien la enseñan- de los Hechos de los Apósto- prescritas en la Ley de Moi-
de se encuentra al cabo de za del Apóstol y pensaron les: Derbe, Listra, Iconio y sés. Parece que algunos de
unas semanas con Timoteo, que la Parusía del Señor iba Antioquía de Pisidia. San esos falsos hermanos (Ga
que le cuenta la excelente a ser inminente: incluso hu- Pablo había predicado el 2,4) querían corregir lo que
reacción sobrenatural de los bo quienes comenzaron a Evangelio en esas ciudades San Pablo predicaba en las
tesalonicenses ante las difi- abandonar su trabajo. Estas durante su primer viaje comunidades cristianas fun-
cultades que se les han pre- noticias movieron a Pablo a apostólico, pero cuando es- dadas por él durante su se-
sentado, y cómo perseveran escribirles la segunda carta tuvo con más detenimiento, gundo viaje apostólico (Hch
en la fe recibida. unos meses más tarde para llegando a las regiones in- 16,6), en la misma línea en
Más tranquilo, en el in- deshacer aquellos equívocos. teriores, fue durante el se- que venían haciéndolo des-
vierno del año 50 a 51, el No deben preocuparse —les gundo viaje, tal vez debido de antes del Concilio de Je-
Apóstol les escribe desde dice San Pablo—, ni perder el a una enfermedad que le rusalén. No se sabe exacta-
Corinto la primera carta tiempo elucubrando sobre obligó a permanecer allí un mente quiénes eran, pero sí
con el fin de completar su estas cosas, sino tratar de vi- cierto tiempo. También vol- que constituían una amena-
predicación anterior, espe- vir santamente y trabajar con vió de nuevo a pasar por za constante y presionaban
cialmente en lo que se refie- honestidad a la espera de la allí en su tercer viaje. En to- a los mismos Apóstoles,
ra a la suerte de los difuntos definitiva venida de Cristo. dos los casos fue muy bien hasta el punto de que en
Su nombre familiar era Saúl (o Saulo), El año 58, mientras estaba en Jeru- Nuevo Testamento, está tomando una
y había nacido en Tarso, una población de salén, fue arrestado y conducido a Cesa- decisión que tendría muchas conse-
Asia Menor, en una familia judía aco- rea Marítima, desde donde fue traslada- cuencias importantes. De entrada,
modada en aquella ciudad helenística. do a Roma en un viaje lleno de afrontar el reto de verter en el contexto
Desde joven recibió una buena formación vicisitudes. Llegó a la capital del Imperio cultural griego la revelación bíblica. Pe-
en el judaísmo y en la cultura griega. Romano en la primavera del 61 y, tras un ro también, de este modo se iniciaría la
Aprendió la Ley y las costumbres ju- par de años en cautividad, parece que cultura cristiana en griego, destinada a
días en Jerusalén, a los pies de Gamaliel, aún realizó otros viajes a Asia Menor, perdurar siglos y a forjar el pensamiento
uno de los grandes maestros del momen- Creta, Macedonia e incluso también a cristiano.
to, y puso todas las energías de su juven- Hispania. Murió mártir en Roma durante Entre los rasgos que configuran su
tud al servicio de sus convicciones farise- la persecución de Nerón en el año 64 ó personalidad, hay que añadir también el
ás. Hacia la mitad de la década de los 67. hecho de que era ciudadano romano
años 30, Jesús le salió al encuentro San Pablo es un judío, de la tribu de por nacimiento, de lo que se siente muy
mientras se dirigía a Damasco y alcan- Benjamín, fariseo en lo que se refiere a orgulloso. Esto hace pensar que la fami-
zó, de modo insospechado para él hasta la interpretación de la Ley, y muy celoso li a de Pablo, aún siendo muy practicante,
ese momento, la plenitud de la fe que ha- en mantener las tradiciones paternas. Su no pertenecía a los grupos judíos cerra-
bía recibido de sus padres. Fue bautizado pensamiento tiene siempre como centro dos y fanáticos, como los celotes. Esta
por Ananías en Damasco, y permaneció la Sagrada Escritura, y en todo momento sana apertura mental, unida a su fideli-
allí por un tiempo. Más tarde, se dirigió a se interesa por la salvación prometida a dad religiosa, se refleja en las palabras
Jerusalén para visitar a los Apóstoles. Israel. Su visión de los acontecimientos que dirige a los Filipenses y que marcan
Hacia el año 43-44 marchó a Tarso, y está profundamente penetrada por el una pauta para el actuar cristiano en to-
más tarde a Antioquía de Siria, anuncian- sentido de la historia, según las tradicio- das las circunstancias: Por lo demás,
do el Evangelio y dando testimonio de su nes de su pueblo. hermanos, cuanto hay de verdadero, de
fe cristiana. Desde esta ciudad partió pa- A la vez, domina perfectamente la honorable, de justo, de íntegro, de ama-
ra realizar tres grandes viajes apostóli- cultura griega. Demuestra poseer una ble y de encomiable, todo lo que sea vir-
cos por Chipre, Asia Menor y Grecia, formación retórica esmerada, de nivel tuoso y digno de alabanza, tenedlo en
que duraron desde el año 45 al 58. Entre superior, y un conocimiento del estoicis- estima. Lo que aprendisteis y recibisteis,
el primer y el segundo viaje, hacia el año mo bastante profundo. Cuando escribe lo que oísteis y visteis en mí, ponedlo por
49 6 50, estuvo presente en el Concilio en griego sus cartas, que como se ha obra; y el Dios de la paz estará con voso-
de Jerusalén. dicho fueron los primeros escritos del tros (Flp 4,8-9).
3. Antioquía habían induci- díos, decidió dirigir su pre-
do a la simulación al mis- dicación fundamentalmen-
mo Simón Pedro (Ga te a los gentiles. Hubo
2,11-14). muchas conversiones,
Ante el peligro que entre ellas la de Crispo, el
esos judaizantes suponían jefe de la sinagoga, con to-
para aquellos que aca- da su familia, pero tam-
baban de recibir la prime- bién notables dificulta-
ra instrucción en la fe cris- des. Después de más de
tiana, Pablo redacta esta año y medio en Corinto,
carta con un gran dolor, Pablo reemprendió el ca-
consecuencia del amor mino de regreso. En su
tan grande que tenía a tercer viaje, pasaría de
esos fieles, por los que nuevo una temporada en
sufría grandemente al Corinto, durante el invier-
considerar los peligros no del año 57 al 58.
para la fe que se cernían La comunidad cristiana
sobre ellos. La escribió de Corinto fue una de las
muy probablemente en más numerosas de las fun-
Éfeso, en el año 54 ó 55, dadas por San Pablo. Pare-
durante el tercer viaje ce que en ella predomi-
apostólico, y se ha dicho naban los cristianos
que es el mejor comenta- provenientes del paga-
rio a las conclusiones del nismo. La mayoría eran
Concilio de Jerusalén (cfr. personas sencillas, aunque
Hch 15,23-29), en donde no faltaban cristianos doc-
se había decidido que los tos y otros de posición de-
cristianos procedentes de sahogada. También debía
la gentilidad no estaban de haber un considerable
obligados a cumplir todas grupo de mujeres. Una co-
las prescripciones señala- munidad, en fin, que abar-
das a los judíos. caba ámbitos de la socie-
San Pablo proclama dad muy amplios, pero
que sólo Cristo tiene que vivía inmersa en un
poder para justificar y ambiente difícil dada la
salvar, y que, por tanto, Prendimiento de San Pablo en Jerusalén (G. Doré). degradación moral de la
quien predique otro evan- ciudad.
gelio, traicionando el Evan- en libertad, sobre el funda- trasiego continuo de gentes
gelio de Cristo, debe ser mento de la filiación divina diversas, bullían los nego-
considerado anatema (cfr. y la fe en jesucristo muerto cios y toda clase de activida- LAS CARTAS
Ga 1,4-5.8). La pertenencia y resucitado. Los cristianos des. Era célebre por su de- A LOS CORINTIOS
al verdadero Israel no re- vivimos según el Espíritu, y gradación moral. Tenía una
quiere la circuncisión (cfr. actuamos también según el población muy heterogé- El ambiente cosmopolita
Ga 5,2), sino que la identi- Espíritu, que produce sus nea, con gran variedad de de Corinto no dejaba de
dad cristiana radica en ser frutos en nosotros (cfr. Ga prácticas religiosas. plantear problemas a los
hijos de Dios por la fe en 5,22-25). Hasta ella había llegado cristianos. De una parte se
Cristo jesús (cfr. Ga 3,26- San Pablo durante su segun- presentaba la tentación de
29). La obra de la salvación do viaje apostólico a finales comparar a los predicadores
ha consistido en que al lle- LA COMUNIDAD del año 50, y allí estuvo pre- del Evangelio con la multi-
gar la plenitud de los tiem- CRISTIANA DE CORINTO dicando, acompañado por tud de maestros y filósofos
pos, envió Dios a su Hijo, Silas y Timoteo, durante más griegos que pululaban por
nacido de mujer, nacido ba- Corinto era la capital de de año y medio. Al principio la ciudad. De otra, era fuer-
jo la Ley, para redimir a los la provincia romana de Aca- vivió y trabajó en casa de te la presión por cotnpatibi-
que estaban bajo la Ley, a ya, en Grecia, y uno de los Aquila y Priscila, un matri- lizar el Evangelio con la sa-
fin de que recibiésemos la centros comerciales más im- monio cristiano expulsado biduría griega.
adopción de hijos. Y, puesto portantes del Mediterráneo, de Roma por el edicto de Mientras San Pablo esta-
que sois hijos, Dios envió a con unos 600.000 habitantes Claudio poco tiempo antes. ba en Éfeso, durante su ter-
nuestros corazones el Espíri- en aquel tiempo. Gozaba de Como de costumbre, al prin- cer viaje apostólico, le llega-
tu de su Hijo, que clama: una situación estratégica cipio de su estancia, predicó ron noticias de los
¡Abbá, Padre e (Ga 4,4-6).
. privilegiada en el istmo de en la sinagoga los sábados a problemas que habían
La vida cristiana no está su nombre, y tenía dos los judíos y a los griegos que surgido, e incluso de la di-
pues atada por innumera- puertos, uno en el mar creían en el Dios de Israel. visión interna que había en-
bles preceptos ceremonia- Egeo y otro en el Adriático, Más tarde, ante la oposición tre ellos, así como de los
les, sino que se desarrolla por lo que en ella había un que encontraba entre los ju- abusos que se daban por
4. parte de algunos. En con- algunos de aquellos cristia- desaparecido los enemigos la Carta a los Gálatas, profun-
creto, además de enterarse nos entendían la resurrección de la comunidad. dizando en ellas, ampliándo-
de las disensiones existentes como algo ya acontecido en las y presentándolas de for-
en el seno de la comunidad, el ámbito espiritual —las ma- ma más sistemática.
le constaba que se toleraban nifestaciones carismáticas se- I.A CARTA A LOS ROMANOS La primera parte de la
algunos escándalos, como rían prueba de ello— sin que carta, constituida por los on-
era la situación de incesto hubiera que esperar la resu- Es la cuarta de las gran- ce primeros capítulos, es de
notorio en que vivía un cris- rrección del cuerpo. La res- des cartas escritas por San carácter doctrinal. En ella se
tiano. También supo que puesta de Pablo es tajante: Si Pablo durante su tercer viaje enseña que la salvación
había pleitos entre cristianos los muertos no resucitan, apostólico. Primero, al poco proviene únicamente de
ante tribunales paganos, tampoco Cristo ha resucita- tiempo de llegar a Éfeso, Dios a través de jesucristo
que algunas mujeres se do; pero si Cristo no ha resu- había escrito a los Gálatas. Nuestro Señor, y a ella hay
comportaban sin el decoro citado, varia es vuestra fe, to- Dos o tres años después, que adherirse por la fe,
debido en las reuniones li- davía estáis en vuestros cuando su larga estancia en don gratuito de Dios. No es,
túrgicas, y que se habían in- pecados. (...) Cristo ha resu- esa ciudad se iba acercando pues, efecto del cumplimien-
troducido desórdenes en la citado de entre los muertos, a su final, escribió con po- to cabal de las obras prescri-
celebración de la Eucaristía. como primer fruto de los que cos meses de diferencia las tas por la Ley de Moisés. Pe-
Además de todo eso, la mueren 0 Co 15,16-20). cartas a los Corintios. Parece ro no basta decir que se
misma comunidad había en- Unos meses después, en que todas ellas habían dado cree. Una vez alcanzada la
viado una delegación, for- el otoño del año 57, volve- buenos frutos, y las noticias fe, mediante el Bautismo
mada por Estéfanas, Fortuna- ría a escribirles de nuevo. que le iban llegando habla- que injerta al cristiano en
to y Acaico (cfr. 1 Co 16,17), En esta segunda carta se
con un escrito en el que hace alusión a algunas reac-
consultaban al Apóstol al- ciones negativas surgidas en
gunas dudas: sobre matri- aquella comunidad al recibir
monio y virginidad, sobre la la primera. En ella reivindi- La Carta a los Romanos es la más extensa de San Pablo,
licitud de comer carnes in- ca el origen divino de la mi- y representa un momento cumbre de la Revelación divina que
moladas a los ídolos, sobre sión apostólica, que es nos llega a través del Apóstol. El resto de las cartas paulinas
la regulación y el valor de una participación en la nos ofrecen de algún modo la posibilidad de profundizar en
los carismas, y sobre la resu- obra redentora de Cristo: aspectos concretos de la doctrina contenida en este escrito.
rrección de los muertos. el apóstol es embajador de Por eso, desde la antigüedad se suele poner la primera en las
Estas circunstancias le Cristo, ministro de la recon- ediciones del Nuevo Testamento, encabezando las Cartas de
movieron a escribirles la ciliación que Dios llevó a San Pablo.
primera carta en la prima- cabo en Cristo (cfr. 2 Co
vera del año 57. En ella, los 5,18-19). De ahí su llamada
anima a afrontar esos pro- apremiante: En nombre de ban de que todo marchaba Cristo, los cristianos pueden
blemas a la luz del Evan- Cristo os rogamos: reconci- bien en las comunidades y deben hacer el bien, con la
gelio. Y para eso les recuer- liaos con Dios (2 Co 5,20). que había fundado. gracia del Espíritu Santo que
da que él mismo había La misión del Apóstol con- Alentado por la acción de habita en ellos y que com-
recibido ese Evangelio por siste en predicar fielmente a la gracia y movido por el Es- pleta la obra de la justifica-
revelación divina (1 Co Cristo, en quien se cumplie- píritu Santo, Pablo proyecta ción realizada por Cristo, ha-
2,10), y que su formulación ron las promesas de Dios, y extender su labor apostólica ciéndoles santos e hijos
le había sido dada por la difundir por todas partes el hasta Hispania (cfr. Rm adoptivos del Padre. Se pasa
Iglesia: que Cristo murió por buen olor de Cristo. 15,28), y de paso detenerse así del estado de enemistad
nuestros pecados y resucitó Es posible que en la se- una temporada en Roma, con Dios al de amistad, del
según las Escrituras (cfr. 1 gunda carta a los Corintios donde ya se había estableci- de irredención al de gracia,
Co 1.5,1-5). El problema de se encuentren incorporadas, do un buen número de cris- de la condenación antigua a
las divisiones en la comuni- de alguna manera, dos car- tianos. Con el fin de preparar ser una nueva criatura, abier-
dad de Corinto radicaba en tas previas: la conocida co- debidamente su llegada a ta a la esperanza de la gloria
que interpretaban el Evan- mo la carta de las lágrimas Roma, escribe desde Corin- de los hijos de Dios.
gelio al modo de una sabi- (2 Co 10-13; cfr. 2 Co 2,4), to la Carta a los Romanos, En la segunda parte de
duría humana, juzgando su en la que el Apóstol se en- en el invierno del año 57-58. la carta, que incluye los ca-
eficacia por la elocuencia frenta con dolor, pero con La comunidad cristiana pítulos 12 al 15, Pablo apli-
del predicador. Ante ese firmeza, a los embaucadores de Roma estaba formada ca la doctrina anteriormente
error, les hace presente con que pretendían deshacer la por fieles procedentes tan- expuesta a la vida y conduc-
gran fuerza que la salvación comunidad que con tanto to del judaísmo como de la ta del cristiano. Vienen en-
no viene de esa sabiduría, esfuerzo había formado. La gentilidad. Era importante tonces, como conclusión,
sino de jesucristo, muerto segunda, llamada con fre- para San Pablo exponer los las exigencias morales de
en la cruz (cfr 1 Co 1,22-23)• cuencia carta de la reconci- efectos de la salvación de la fe, de la vida en el Espíri-
Especial importancia tie- liación, estaría contenida en Cristo a estos dos grupos de tu, y los consejos prácticos
nen las cuestiones relativas a l gran parte de los siete pri- fieles, mostrándoles que ya para conducirse en medio
la resurrección de los meros capítulos, y habría si- no había diferencias entre de un mundo todavía irre-
muertos. Parece que, apega- do escrita después de la an- ellos. Para eso retoma mu- dento, pero al que hay que
dos al pensamiento griego, terior, cuando ya habían chas ideas ya formuladas en llevar a la salvación. ■