El documento describe el salitre como un mineral blanco y brillante que se extraía de las oficinas salitreras en el norte de Chile. Explica que la demanda de salitre disminuyó después de la Primera Guerra Mundial con el descubrimiento del salitre sintético, lo que provocó una crisis en la industria salitrera chilena. También describe las malas condiciones de vida y trabajo de los obreros en las salitreras, incluyendo viviendas precarias y largas jornadas laborales sin muchos derechos.
Crisis del salitre y las condiciones de vida de los obreros
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9. Las oficinas salitreras más importantes, serán detalladas a continuación: - San Juan - San Patricio - San Pablo - San Fernando - San Francisco - Solferino - Santa Elena - Santa Rita - Santa Rosa de Huara - San José - Sebastopol - Tegethoff - Tres Marías - Unión - Virjinia - Yungai Bajo - Normandia - La Palma - La Patria - La Serena - Primitiva - Peña Chica - Puntunchara - Progreso - Paccha - Paposo - Rosario de Negreiros - Ramírez - Reducto - Rosario de Huara - Sacramento de Zapiga - San Donato - San Jorje - Argentina - Amelia - Aurora - Aguada - Agua Santa - Angela - Bearnes - Buen Retiro - Cala Cala - Constancia - Carolina - Compañía - Cruz de Zapiga - Democracia - Esmeralda - Jaspampa - Mercedes
14. Herrumbre, ruinas y escombros. Y la soledad y el silencio aullando a través del espejismo. Y ahí están sus maestranzas inactivas, las bateas sedientas, los cachuchos destrozados y las canchas con sus vientres vacíos bostezando quietud al sol y al viento. Ivo Serge
20. Se pagaba en fichas y sólo tenia valor en los almacenes o pulperías de las mismas oficinas.
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23. Las condiciones de vida en las oficinas salitreras eran más o menos parecidas a las de los obreros en Santiago.
24. La cuestión social que se desarrolló a principios del siglo XX y que desembocó en graves problemas y huelgas, fue alimentada por una cada vez más precaria condición laboral, de salud y vivienda que afectó a los trabajadores y a sus familias. La gran concentración de los obreros en las firmas salitreras y en las zonas urbanas, en especial en Santiago, que no estaba preparado para recibir a tantos inmigrantes, favoreció la aparición de enfermedades como el cólera, peste bubónica, viruela, difteria y tuberculosis, cuyas principales víctimas eran los niños. Además, se agudizó el alcoholismo y las enfermedades de transmisión sexual, como la sífilis. En cuanto al trabajo, este podía alcanzar las 14 horas diarias. La mayoría de los trabajadores no tenía contrato, lo que significaba que podían ser despedidos en cualquier momento. Además, muchos asalariados no tenían ninguna previsión social.