Este documento describe varios pigmentos minerales utilizados en pintura artística, incluyendo el bermellón, minio, albayalde y verdigrís. Explica sus propiedades químicas, orígenes históricos y usos tradicionales como también preocupaciones sobre su toxicidad. Aunque algunos como el bermellón y albayalde se han reemplazado por opciones más seguras, todavía se usan el minio y verdigrís pero requieren precauciones debido a sus riesgos para la salud.
1. ALGUNOS PIGMENTOS MINERALES MODIFICADOS ARTIFICIALMENTE PARA
LA ELABORACIÓN DE PINTURAS ARTÍSTICAS
BERMELLÓN
El bermellón (del francés vermillon), ocasionalmente llamado bermejón, es un color
rojo anaranjado semioscuro, de saturación intensa, que responde a la coloración del
polvo de cinabrio artificial denominado también «bermellón» (sulfuro de mercurio
obtenido por sublimación). A la derecha se da una muestra del mismo.
El pigmento bermellón natural es de color naranja rojizo opaco, y resulta de pulverizar
el mineral cinabrio. Químicamente es, al igual que el bermellón artificial, sulfuro de
mercurio (HgS). Como todo compuesto de mercurio, es tóxico.
El pintor del primer Renacimiento Cennino Cennini escribió que el bermellón con el
que estaba familiarizado se preparaba artificialmente, pero solía ser adulterado
mediante adición de minio o de ladrillo molido, por lo que recomendaba comprarlo en
bloques enteros, pues al adquirirlo en polvo no se podía tener la seguridad de que no
había sido falsificado.
El bermellón pictórico actual
Como se ha dicho, el bermellón para pintura artística ha sido sustituido prácticamente
en su totalidad por rojo de cadmio, de modo que su color no corresponde
necesariamente al de los pigmentos de bermellón históricos.
Debajo se proporcionan muestras de dos tonos de bermellón que suelen encontrarse
en las pinturas para artistas.
MINIO
El minio es un mineral de la clase de los minerales óxidos. No tiene año de
descubrimiento pues es extraído de sus yacimientos y usado por la humanidad desde
la época prehistórica.
Su nombre procede del latín, pues en la antigua Roma llamaban minium al cinabrio
mezclado con óxido de plomo que extraían en sus posesiones de Hispania,
nombrándose así porque las minas principales se encontraban en el río Minium —hoy
llamado río Miño—-. Este término en idioma español terminó designando por
derivación sólo al mineral de óxido de plomo que iba pegado al cinabrio y que desde la
antigüedad era usado como pigmento rojo, pasando después este nombre desde el
español al resto de idiomas europeos. Un sinónimo poco usado hoy es el de plomo
rojo.
Minio molido.
2. El tetróxido de plomo, también denominado minio o plomo rojo e incluso azarcón,
es un óxido de plomo de color anaranjado o rojo. Su nombre vulgar proviene del
nombre latino minium indicando que proviene del Río Miño en el norte de España
donde fue extraído para la minería por primera vez.
De la utilización del minium como componente de la tinta más habitual para la
iluminación de códices medievales deriva el término 'miniatura'.
Químicamente el minio es plomo en su forma de tetróxido. El minio se prepara por
calcinación del óxido de plomo en aire caliente sobre 450 a 480 °C.
Albayalde
Vieja lata de «Dutch Boy», pintura elaborada con blanco de plomo puro (carbonato
básico de plomo) y aceite de linaza.
El término albayalde (del árabe al-bayūd, ‘blancura’) designa al carbonato básico de
plomo, un pigmento empleado tradicionalmente en pintura artística, y, por extensión,
también al color de ese pigmento. Son sinónimos de albayalde: blanco de plomo,
cerusa, blanco de cerusa, cerusita, blanco de cerusita, blanco de España,
blanquíbolo y orín de plomo.
El color del albayalde es blanco, con un tinte rojo amarillento casi imperceptible.
El uso del albayalde en pintura presenta dos inconvenientes importantes:
Tiende a oscurecer con el paso del tiempo debido a la actuación sobre él del
gas sulfhídrico o sulfuro de hidrógeno (contaminante del aire), que produce
sulfuro de plomo negro.
Es sumamente tóxico.
Curiosamente, el envejecimiento del blanco de plomo de una pintura basada en un
medio acuoso no consiste en que aquél se oscurece, sino en que se torna amarillento,
mientras que en una al óleo el albayalde puede volverse transparente (al saponificarse
en contacto con el aceite de linaza). El ennegrecimiento puede observarse en otro tipo
de trabajos, como manuscritos iluminados. También se ha observado que la pintura de
blanco de plomo se decolora al mezclarla con pigmentos que contengan azufre, y ante
la acción de los ácidos y de los álcalis.
Las pinturas basadas en plomo tienen muchas aplicaciones, aunque las
preocupaciones relacionadas con su toxicidad se han enfocado principalmente en las
3. que se usan en pintura de caballete, en juguetes infantiles y para pintar viviendas.
Desde 1978 EE.UU. ha prohibido la venta de pinturas que contuviesen más de 90
partes por millón de plomo, y restricciones similares rigen en varios otros países.
Se ha señalado, sin embargo, que tomando ciertas precauciones (no comer, beber ni
fumar durante su uso, y lavarse las manos a conciencia después de usarlo) el blanco
de plomo en forma de pintura o pasta puede utilizarse de manera segura en pintura
artística, pero se desaconseja el uso del pigmento en polvo, que es fácil de inhalar.
En la actualidad, el sulfuro de cinc y el dióxido de titanio ofrecen un color blanco
excelente sin ser tóxicos ni oscurecer con el tiempo.
VERDIGRIS
El cardenillo o verdín, también conocido como verdigrís, es una pátina venenosa de
color verdoso o azulado que se forma sobre superficies de cobre o de alguna de sus
aleaciones, como bronce o latón. Esta pátina suele ser una mezcla de acetatos de
cobre, principalmente acetato de cobre, Cu(CH3COO)2, con óxidos e hidróxidos de
cobre.
Otras pátinas similares que también son llamadas en ocasiones cardenillos
corresponden a carbonatos, mayoritariamente carbonato de cobre, también conocido
como carbonato básico de cobre. Sin embargo, el Diccionario de la lengua española
de la Real Academia Española no recoge esta acepción de carbonatos.
El acetato de cobre en las pátinas habitualmente es el producto de la acción del ácido
acético sobre cobre, latón o bronce, especialmente sobre óxidos de cobre que
aparecen por la corrosión de la superficie. El cobre, en presencia de luz y aire, puede
oxidarse formando un óxido de cobre, estable y de color marrón.
El acetato de cobre es soluble en alcohol y agua, y ligeramente soluble en éter y
glicerol. Se derrite a 115 °C y se evapora a 240 °C. Puede ser preparado por reacción
entre óxido de cobre, CuO, o carbonato de cobre, CuCO3, con ácido acético,
CH3COOH y con óxidos de cobre.
El cardenillo es venenoso y también ha sido usado en medicina y como fungicida.
El cardenillo es un pigmento voluble que requiere una preparación especial, una
cuidadosa aplicación y una inmediata impermeabilización con barniz para evitar la
rápida descoloración (pero no en el caso de la pintura al óleo). El cardenillo tiene la
curiosa propiedad en la pintura al óleo de ser inicialmente verde-azulado y luego
cambiar a un tono más verdoso en el transcurso de aproximadamente un mes,
alcanzando una tonalidad verde estable. El verdigris cayó en desuso cuando los
artistas comenzaron a optar por otros pigmentos verdes más estables que
comenzaron a estar disponibles en el mercado.