Lectura 4 y actividades matematicas escolares y competencia matematica
Cómo el juego promueve la resolución de problemas en los niños
1. “RESOLUCION DE PROBLEMAS A TRAVES DEL JUEGO” (MOYLES R.
JANET) (RESUMEN)
La vida nos plantea problemas constantemente. En cierto sentido, suscita menos
problemas a los niños pequeños porque siempre cuentan con alguien que piense
por ellos y así, de ese modo, les niega la necesidad de resolverlos por sí mismo.
Pero abundan ya los datos de investigación que muestran que la oportunidad de
jugar de modos diversos con diferentes materiales se halla estrechamente ligada
al desarrollo de las destrezas del pensamientos tanto abstracto (simbólico) como
divergente, promotoras a su vez de las capacidades de resolución de problemas.
PEPLER (1982) indica que existen tres temas comunes que ligan la resolución de
problemas y el pensamiento divergente y que son:
· Una exploración específica que proporcione información inicial sobre los objetos
· La naturaleza experimental y flexible del juego.
· El juego con objetos simbólicos que podría facilitar la transición del pensamiento
concreto al abstracto, el primero postulado por BRUNER (1972) y el último por
VYGOTSKY (1977:76)
LIEBERMAN (1977) y DANSKY (1980). El primero estableció correlaciones
positivas entre las calificaciones de los profesores sobre el comportamiento lúdico
de los niños y sus destrezas del pensamiento divergente; el segundo afirma que el
juego de simulación y fantasía lleva a los niños, tras un período lúdico libre, a ser
capaces de lograr unas mayores posibilidades de “uso alternativo” de los objetos
con que jugaron que las obtiene un grupo de control.
Pese a todo ello, VANDENBERG (1986:117) considera el juego de los niños como
un recurso natural potencialmente valioso, si se utiliza en el desarrollo del
individuos creativos que serán fuente de una innovación tecnológica tan necesaria
para nuestra supervivencia económica; y sugiere el empleo del juego de los niños
como base para atender a las futuras demanda de la sociedad, demandas sobre
las cuales solo podemos especular pero de las que cabe tener la seguridad de
que, en gran medida, necesitarán adaptabilidad y flexibilidad.
Hay diversidad de rasgos en el fondo de la capacidad de plantear y resolver
problemas que resultan muy naturales a los niños pequeños.
Como señala CURTIS (1986:94): “La resolución de problemas supones una mente
inquisitiva y una curiosidad nata y, en este aspecto, los niños se hallan
naturalmente muy adecuados para ello”. NISBET Y SHUCKSMITH (1986) afirman
que se a presentado una atención insuficiente a lo que denominan “aprender cómo
aprender”.
2. Consideran que a menudo, los que aprenden no son conscientes de los procesos
en que se han visto inmersos durante el aprendizaje y las decisiones y elecciones
que han tenido que hacer sobre lo que deben captar; estiman que eso es vital en
términos de la eficacia y la productividad del aprendizaje WELLS (1985:39) ha
confirmado que los niños necesitan poder liberar su pensamiento del contexto de
la actividad inmediata y de reflexionar sobre las experiencias reales e hipotéticas
sólo a través de las palabras.
El juego es un modo experiencial de confirmar o negar las conexiones que
establecemos con nuestro mundo y toda la experiencia dentro de semejante modo
queda confirmada o negada en la interpretación de la experiencia... Puede así
ocurrir, en muchos y cada uno de los niveles, que se comprenda y opere algo que
no se hubiera podido comprender ni realizar de ningún otro modo.
El segundo período de juego libre ofrece oportunidades de que los niños
descubran, planteen y resuelvan sus propios problemas a la luz de las
experiencias anteriores y de que les conduzcan a buscar nuevos materiales o
recursos que, a su vez, exigirán una exploración antes de su empleo dentro de las
interacciones dentro de los procesos de “ reestructuración” y “enriquecimiento”.
La práctica y la revisión ocuparán un puesto sólido dentro de las interacciones
discursivas de los niños, y entre éstos y el profesor sobre el modo de resolver los
problemas, y brindarán posibilidades de indicar soluciones alternativas.
Sin embargo, BRANTH-WAITE Y ROGERS (1985:1) advierten que: Aunque las
personas mayores se muestren cooperadoras y frecuentemente procuren ayudar,
hemos de reconocer que el dominio se logra a través de los esfuerzos mentales
del niño al observar, probar y comprobar. Como indica BRIERLEY (1987:92) “Un
niño recuerda sólo aquellas cosas a las que presta aguda atención.
Ninguna de las que desatiende parece dejar rastro en su memoria”, La resolución
de problemas aúna lo intelectual con lo práctico; liga las destrezas básicas con las
de orden superior, enlaza la enseñanza con el aprendizaje; une dirección con
elección y, esencialmente, liga el juego con el “trabajo”. Habida cuenta de las
capacidades, frecuentemente es posible lograr soluciones muy poco
convencionales pero muy creativas a los problemas. Son también capaces de
creatividad en otro sentido, el de ser artísticamente creativos.