Las coordenadas geográficas se utilizan para localizar un lugar en la Tierra y constan de dos componentes: latitud y longitud. La latitud se mide en grados desde el Ecuador hasta los polos, mientras que la longitud se mide en grados desde el meridiano de Greenwich. Los mapas representan la superficie terrestre en una escala menor a través de proyecciones cartográficas, y la teledetección permite la observación remota de la Tierra mediante imágenes de satélite.