Este documento describe dos mapas relacionados con la erosión y desertificación en España. El primer mapa muestra el riesgo de desertificación a través del territorio español, identificando las zonas con mayor riesgo como el sur de España y valles interiores. El segundo mapa representa los grados de erosión del suelo en España, localizando mayores pérdidas de suelo en el sur y zonas montañosas. Ambos procesos están relacionados y son causados por factores naturales como el clima, pero también por actividades humanas como la agricult
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdf
Mapas de erosión y desertificación en España
1. - 1 -
COMENTARIO DE LOS MAPAS DE EROSIÓN Y DESERTIFICACIÓN
1. MAPA DE RIESGO DE DESERTIFICACIÓN
¿DE QUÉ TRATA ESTE MAPA?
En este mapa se representa el territorio español (exceptuando los africanos) según
el riesgo de desertificación que padece. Esto es, no se representa la desertificación
que sufre, sino el riesgo de que se pueda desertificar.
Desertificación es el proceso por el que los suelos pierden la cubierta vegetal, se
empobrecen y adquieren las características de los suelos áridos de los desiertos.
Por erosión del suelo se entiende normalmente la eliminación de las capas
superficiales o poco profundas del suelo, lo que lo va empobreciendo
progresivamente.
El proceso desertificación está muy relacionado con el de erosión: la erosión
acentúa los procesos de desertificación y viceversa.
La desertificación, en España, afecta al 6% del territorio, pero se encuentran en
situación de riesgo muy alto o alto cerca del 18%.
¿CÓMO SE MIDE EL RIESGO DE DESERTIFICACIÓN?
Hallando la proporción entre las precipitaciones anuales y la evapotranspiración
potencial. Así, se encuentran en riesgo de desertificación todos aquellos territorios
2. - 2 -
que obtengan cifras entre 0,05 y 0,65. Las zonas con cifras más bajas se
encuentran en mayor riesgo, las que las presentan menores en menor riesgo. Este
índice lo plantea la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la
Desertificación (CLD).
Según este criterio, se encuentran en riesgo de desertificación más de dos terceras
partes del territorio español, que son las que pertenecen a las categorías de áreas
áridas, semiáridas y subhúmedas secas. En el mapa de aridez de España se
observa que toda la mitad sur, a excepción de las cadenas montañosas más
elevadas, más la meseta norte, la cuenca del Ebro y la costa catalana entran dentro
de estas categorías, y por lo tanto son susceptibles de desarrollar el fenómeno de la
desertificación.
¿DÓNDE SE LOCALIZAN LAS ZONAS CON MAYOR RIESGO DE
DESERTIFICACIÓN EN ESPAÑA?
Las zonas con riesgo de desertificación muy alto las encontramos en:
• El dominio del clima mediterráneo semiárido marítimo y una pequeña
mancha en la leridana del valle del Ebro.
• El interior de las provincias de Alicante, Murcia, Jaén y Cuenca, y en zonas
puntuales del valle del Guadalquivir, Depresión Intrabética y litoral
mediterráneo andaluz donde la evapotranspiración es importante, por las
elevadas temperaturas veraniegas y las precipitaciones son escasas y
presentan un verano de cuatro o más meses secos, varios de los cuales son
muy secos.
3. - 3 -
Las zonas con riesgo de desertificación alto están mucho más extendidas,
encontrándolas en:
• La mitad oriental del valle del Guadalquivir
• Las zonas no muy elevadas de los Sistemas Béticos, especialmente en su
parte oriental.
• Los bordes (zonas alejadas del cauce de los ríos) de las depresiones del
Ebro, Tajo, Guadiana y, en mucha menor medida, del Duero.
• Zonas no muy elevadas del Sistema Ibérico y de la Cordillera Costero
Catalana.
De forma general, se puede decir que presentan un alto riesgo de desertificación
aquellas zonas que:
• Se encuentran alejadas (por la distancia o porque hay barreras montañosas
que las separan) de la influencia de los vientos que provienen del Atlántico y
de la acción del Frente Polar.
• Se encuentran influenciadas por los vientos secos africanos
• Tienen obstáculos montañosos que impiden que la influencia marítima
mediterránea les afecte.
La desertificación no es un fenómeno exclusivamente español, sino que afecta a
otros muchos lugares del Planeta. En nuestro entorno, encontramos situaciones
similares en gran parte de la región del Mediterráneo norte.
CAUSAS DE LA DESERTIFICACIÓN
Los factores naturales son un condicionante esencial, pero la acción del hombre
actúa como un elemento acentuador de los riesgos. Por otro lado, un medio natural
en el que hay una baja proporción entre precipitaciones y evapotranspiración
potencial multiplica los impactos que la acción del hombre puede tener sobre los
riesgos de desertificación.
De esta manera, se puede decir que no hay un única causa para la desertificación
en España, sino que esta es el resultado de un conjunto de factores:
1. Condiciones climáticas semiáridas que afectan a grandes zonas, sequías
estacionales, extrema variabilidad de las lluvias y lluvias súbitas de gran
intensidad.
2. Suelos pobres con marcada tendencia a la erosión, que debilita las
posibilidades de una cubierta vegetal.
3. Un relieve desigual, con laderas escarpadas y paisajes propensos a los
fenómenos erosivos.
4. Grandes pérdidas de la cubierta forestal a causa de repetidos incendios
forestales.
5. Condiciones de crisis en la agricultura, con el consiguiente abandono de
tierras y deterioro del suelo y de las estructuras de conservación del agua
(canales, acequias, pequeños embalses, etc.).
6. Ocasional explotación insostenible de los recursos hídricos, que es causa de
graves daños ambientales, incluidos la contaminación química, la
salinización y el agotamiento de los acuíferos.
7. Concentración de la actividad económica en las zonas costeras como
resultado del crecimiento urbano, las actividades industriales, el turismo y la
agricultura de regadío.
4. - 4 -
¿CÓMO SE LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACIÓN?
En España se plantearon políticas contra la desertificación desde la segunda mitad
del siglo XIX, y se centraron en la restauración de la cubierta vegetal de los suelos,
para lo que se llevaron a cabo políticas de repoblación forestal. Se estima en 5
millones de hectáreas (un 10% del territorio nacional) la superficie repoblada en los
últimos 150 años. El problema es que se pretendieron aunar varios objetivos que
resultaron contradictorios:
• La recuperación de la cubierta vegetal del suelo
• La repoblación con especies de rápido crecimiento y fácil explotación madera
(pinos y eucaliptos)
• Frenar el transporte de material erosionado en las laderas hacia los pantanos
y embalses que se estaban construyendo.
El resultado fue la plantación de especies que no eran “potenciales” y que han
incrementado notablemente el riesgo de incendios forestales, siendo, de esta
manera, un factor de riesgo para la desertificación.
En 1977, se celebró, en Nairobi (Kenia), la Conferencia de las Naciones Unidas
sobre la Desertificación de Nairobi, cuyas conclusiones se manifestaron, en 1981,
en el Proyecto de Lucha contra la Desertificación en el Mediterráneo (Proyecto
LUCDEME), actualmente vigente y que orienta las políticas europeas y españolas al
respecto. Sus objetivos son:
• Determinar las zonas con riesgo de desertificación y analizar los factores
implicados en los procesos que conducen a ella. Para lo que se puso en
marcha una red de estaciones seguimiento y evaluación de la erosión y la
desertificación.
• Determinar los sistemas y técnicas aplicables adecuadas para la lucha contra
la desertificación y planificar su aplicación.
• Formar técnicos en la lucha contra la desertificación y realizar campañas de
concienciación ciudadana.
En España, además de conocimiento sobre los riesgos de desertificación en su
territorio, estas políticas han originado que la lucha contra la desertificación no se
centre exclusivamente en la “repoblación forestal”, sino que incluya otras
estrategias:
• Agrarias: orientadas a evitar la sobreexplotación y contaminación de los
suelos (que repercuten en su empobrecimiento y erosión), y a que el
abandono de los cultivos no rentables no suponga pérdida de cubierta
vegetal, sino la sustitución de esos cultivos por otra vegetación que proteja
el suelo.
• Gestión del agua: evitando la sobreexplotación de las aguas superficiales y
subterráneas, que tiene repercusiones sobre la contaminación de las mismas
y sobre los ecosistemas vegetales que se sustentan en ellas.
• Labores de rehabilitación de suelos en proceso de desertificación.
5. - 5 -
2. MAPA DE EROSIÓN DE LOS SUELOS EN ESPAÑA
¿DE QUÉ TRATA ESTE MAPA?
En este mapa se representa el territorio español (exceptuando los africanos) según
la cantidad de suelo que pierde cada año, estimada en toneladas por hectárea. Esto
es representa los diferentes grados de erosión que está sufriendo el territorio
español.
Por erosión del suelo se entiende normalmente la eliminación de las capas
superficiales o poco profundas del suelo, que redundan en su progresivo
empobrecimiento. La erosión es un fenómeno natural, pero las acciones del hombre
pueden multiplicarla:
• La erosión natural es la que realiza el agua (erosión hídrica) o el viento
(erosión eólica), etc.. Este tipo de erosión es el que interviene en el
modelado del paisaje, y generalmente se compensa con las tasas naturales
de formación del suelo.
• La erosión antrópica o erosión acelerada tiene su origen en el uso
inadecuado de los recursos naturales por el hombre, lo que acelera los
procesos naturales e impiden que se compensen con las tasas naturales de
formación de suelo.
Erosión y desertificación mantienen una intensa relación: la erosión acentúa los
procesos de desertificación y viceversa. Desertificación es el proceso por el que
los suelos pierden la cubierta vegetal, se empobrecen y adquieren las
características de los suelos áridos de los desiertos.
6. - 6 -
¿DÓNDE SE LOCALIZAN LAS ZONAS CON MAYOR EROSIÓN?
• De forma natural, las pérdidas de suelo son mayores en las zonas secas
(donde la evaporación potencial es muy superior a las precipitaciones),
donde la vegetación es más escasa y el suelo está más expuesto a la
erosión. Esta situación nos la encontramos en las zonas de clima
mediterráneo semiárido y en aquellas en las que las precipitaciones son
escasas, tienen profundas sequías veraniegas, y un verano de elevadas
temperaturas. Estas situaciones se dan en amplias zonas de Almería y
Murcia, en la zona oriental del valle del Guadalquivir y en amplias zonas del
litoral mediterráneo andaluz (donde los vientos del suroeste tan apenas
llegan).
• También hay importantes pérdidas de suelo en territorios montañosos con
fuertes pendientes. Esto explica las pérdidas de suelo en ciertas zonas
montañosas que no son secas, como Pirineos, Sistema Ibérico, Cordillera
Cantábrica, Zonas occidentales de las Penibéticas, etc.
• Las acciones insostenibles del hombre (debilitando la capa superficial
mediante la eliminación de los bosques, los métodos insostenibles de
agricultura, la sobreexplotación de los pastos, la roturación profunda y el
desarrollo de los usos artificiales del suelo en zonas de riesgo) multiplican
las pérdidas de suelo en territorios en los que las condiciones naturales no
suponen riesgos tan elevados. Así nos encontramos importantes pérdidas de
suelo en el litoral mediterráneo, en la cordillera Costero-catalana, en los
valles del Ebro, Duero, Tajo y Guadiana, y en las zonas montañosas con
desarrollo de actividades turísticas.
En España, el 53% del territorio sufre pérdidas importantes de suelo.
CAUSAS DE LA EROSIÓN DE LOS SUELOS
7. - 7 -
La erosión no es un fenómeno exclusivamente español. La erosión de la capa
superficial del suelo representa una amenaza grave para toda la superficie europea,
especialmente en las zonas mediterráneas, el mar Negro y la península de los
Balcanes.
Resumen de las causas planteadas en la localización:
• La primera causa que provoca la erosión del suelo es el agua, el impacto de
las gotas sobre las superficies expuestas, junto con la capacidad de los
regueros para disolver y arrastrar nutrientes y partículas de tierra.
• En zonas secas, donde la evaporación potencial es bastante mayor que las
precipitaciones y donde se dan largos períodos secos y muy secos, o donde
las sequías afectan con cierta frecuencia, los vientos fuertes y las tormentas
de polvo representan una amenaza, sobre todo con suelos finos.
• Los fuertes desniveles del terreno, especialmente en zonas de montaña,
facilitan la acción de los agentes erosivos.
8. - 8 -
• La actuación humana acelera dramáticamente la pérdida de suelo, cuando
debilita la capa superficial del mismo mediante:
o La eliminación o reducción de su cubierta vegetal
o La utilización de métodos insostenibles de agricultura (eliminación de
capas de suelo mediante roturaciones excesivas, sobreexplotación,
etc.
o La sobreexplotación de los pastos.
o El desarrollo de los usos artificiales del suelo (infraestructuras de
transporte, urbanización, construcciones con fines turísticos, etc.) en
zonas de riesgo.
No hay que entender que el mapa de pérdida de suelos sea la consecuencia de las
acciones actuales del hombre. La erosión natural y antrópica lleva produciéndose
siglos, y la destrucción de la capa vegetal protectora de los suelos ha sido incluso
más importante antes que ahora. En la actualidad, sucede que hay un mayor
conocimiento de las negativas consecuencias medioambientales de la erosión, y que
los usos artificiales del suelo se han multiplicado.
¿Qué ACTUACIONES SE ESTÁN REALIZANDO PARA LUCHAR CONTRA LA
PÉRDIDA DE SUELOS?
Para luchar contra la erosión, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y
Marino, siguiendo la Directiva de la Unión Europea para la protección del suelo,
realiza, cada diez años, el Inventario Nacional de Suelos, en el que se identifica el
estado de los mismos, para poder proceder a continuación a tomar las medidas
necesarias para su protección. Además, desde 2008, existe la obligación de realizar
un informe de los impactos medioambientales (entre los que se encuentra la
erosión) que tiene el desarrollo de usos artificiales del suelo, fundamentalmente los
que tienen que ver con la construcción de infraestructuras, de equipamientos y de
edificaciones.