1. LA FORMACIÓN
Necesidad de formación
En la perspectiva de la nueva
Evangelización, conviene tener muy
presente que “si la catequesis es uno
de los temas primordiales de la
Iglesia” CT 1, los catequistas
necesitan una buena formación, no
solo por ellos mismos y en función de
los catequisandos, sino también por
toda la Iglesia.
2. Y hay que recordar que la
calidad de catequistas es
primordial, ya que ellos
acompañan a los
catequisandos, con sus
experiencias de fe.
Ante esta situación la
preparación de los catequistas
3. Características de la formación
1) Finalidad bien definida
Tratar de capacitar bien a los
catequistas para transmitir el
Evangelio a los que quieran seguir
a Jesucristo, para que puedan
animar los itinerarios
catequéticos, es decir anunciar a
Jesucristo, dar a conocer su vida y
ayudar a los
catequisandos
4. 2) Enriquecedora para el
catequista
La formación va dirigida a
personas constantes que deben
ser tenidas en cuenta en su
totalidad y no solo en función de
la misión que realiza:
5. a) Tender a la formación de la
periferia, la persona del catequista
no debe ser contemplada como
sujeto de formación, sino de
transformación, hay que tener en
cuenta y valorar las experiencias
personales de los catequistas. Hay
que tener también
presentes los avances
pedagógicos
y metodológicos en
la praxis catequística.
6. b) Procurar que los catequistas
sean protagonistas de su propia
formación
El DGC 245 nos dice “El fin y la
meta es procurar que el catequista
se convierta en protagonista de su
propio aprendizaje, situando la
formación bajo el signo de la
creatividad y no de una mera
asimilación de partes externas”.
Esto implica el diálogo,
formar iniciativas,
colaborar y acoger la
propuesta para el grupo.
7. c) Cultivar su espiritualidad
Para que el catequista no se limite
a una transmisión mecánica de la
Palabra, hay que ayudarle a crecer
en la acogida del Evangelio y en la
propia vocación, traduciendo esto,
hay que acompañarles en su
experiencia de Dios, esto significa
darles tiempo a ellos como
personas.
8. DGC 239 “La verdadera formación
alimenta la espiritualidad propia
catequista”.
La espiritualidad es la forma de
vivir la relación con Dios, por tanto
hay que acompañar en el proceso a
los catequistas, para vivir en
relación con la Palabra de Dios,
que culmina en Cristo.
9. d) Ayudar a vivir encarnado en la
realidad
Lo mismo que Dios asume la
historicidad de los hombres y
mujeres a los que se acerca, el
catequista debe estar atento a las
situaciones históricas y personales
de los grupos que atiende. Lo que
se llama también encarnar la
Palabra de Dios en la historia.
10. e) Tener en cuenta su condición
eclesial
La mayoría de los catequistas son
seglares que su ministerio va
dirigido a personas que también lo
son. Cf el DGC # 97 nos dice: Dotar
la formación de los catequistas
seglares de una clara inspiración
laical, es garantizar la presencia
del Evangelio en el mundo.
11. 3) Impregnada de Espíritu
Misionero
La Iglesia en los últimos
documentos ha expresado la
necesidad de la Evangelización
misionera como nuevo estilo de
acción pastoral.
12. 4) En el contexto de la Pastoral
General
La formación de los catequistas
debe estar situado en el contexto
de la Pastoral General y de la
concepción actual de la
catequesis. La formación debe
enfocarse en los siguientes
aspectos:
4.1) Enmarcado en la Pastoral
13. 4.3) Debe ser una formación
integral y sistemática
4.4) Contemplar las etapas y
situaciones de la catequesis,
niños, jóvenes y adultos
14. 5) Dimensiones de la formación
Hay que preparar al catequista
para que sea maestro, educador
y testigo.
1. Cuidar y alimentar el ser:
La formación debe ayudar al
crecimiento del catequista en su
en su dimensión cristiana y
humana. El acompañamiento
personal de los catequistas es un
15. 2. Formar en el saber:
Esta dimensión requiere que el
catequista conozca bien el mensaje
que transmite y al mismo tiempo al
destinatario que lo recibe en el
contexto social en el que vive. DGC
238
Mensaje
Destinatario que lo
recibe
16. Esta formación implica:
a) Conocimiento del hombre y de la
realidad que vive por medio de las
ciencias humanas: psicología,
sociología, etc.
b) Una visión general del proceso
evangelizador.
Punto de
partida
Punto de
llegada
Itinerario
17. c) Un conocimiento de la Biblia
d) Una visión integral de la moral evangélica,
clara conciencia crítica de la realidad
económica, social, política, etc.
e) Preparación adecuada para la oración y la
celebración.
18. 3. En su dimensión-capacidad para
saber hacer:
a) El catequista ha de capacitarse
en activar los procesos de
aprendizaje para conducir a un
grupo y poder programar la
acción que va a realizarse.
b) Ha de iniciarse en los lenguajes
de la comunicación de la fe y los
lenguajes que se expresa el ser
humano de hoy.
19. 4. Cursos para formación de los
catequistas
A la comunidad cristiana y el grupo
de los catequistas:
En la propia comunidad es donde el
catequista experimenta su vocación
y donde alimenta su sentido
apostólico . DGC 246
20. Cursos breves o cursillos
Escuelas de catequesis o centros superiores.
Se hace cada vez más necesario ofrecer a
los catequistas la posibilidad de prepararse
en escuelas donde la formación es más
sistemática y estructurada.